Jorge Javier y su nuevo novio: "Me gusta bajarle los calzoncillos"

Jorge Javier Vázquez ha confesado que ya ha encontrado un nuevo novio. El presentador de Supervivientes ha publicado una entrada en el blog que mantiene en Lecturas en que airea nuevos vientos sentimentales. Da a entender en el texto que ha pasado página de su ruptura con su pareja de los últimos 10 años y con el que rompió hace unos pocos meses.

En un texto introspectivo en el que mezcla sensualidad, sexualidad, intimidad y misterio el presentador de Badalona ha publicado una entrada titulada 'Me gusta Él' y en el que se le percibe la excitación de vivir. Hay pasajes como el siguiente: "Me gusta el momento previo a irme a la cama con alguien. El momento justo en el que se marcha y respiras aliviado. El momento ideal en el que decide quedarse y continuar lo ya acabado. El momento mágico de bajarle los calzoncillos. Poder cantar 'Bingo' interiormente. Los huevos benedict". 

Y prosigue con ese estilo sincopado sobre lo que le gusta: "Ser consciente de que la felicidad existe. Vivir sin miedo. El silencio. No quedarme colgado del pasado. Continuar. Pensar qué voy a hacer en verano. Soñar con todo lo que me queda por hacer. La frase “Lo mejor está por venir”. Los lunes en el Rialto. Él".

Discusión boba

Jorge Javier dio a conocer su ruptura con Paco, P en sus explicaciones públicas, a finales de enero. Contó al programa de Ana Rosa que entre ambos se habían producido a lo largo de los años varios momentos de desavenencias. Una vez incluso rompieron por la cuestión catalana y el proceso independentista. A la postre, en la definitiva, Paco se marchó y no volvió.

Así lo explicó a Lecturas, su revista de confianza: ""P. y yo tuvimos un desencuentro bobo, pero muy muy bobo, y él se fue de casa. Al día siguiente le puse un mensaje, le llamé por teléfono y no contestó. Entonces, entendí que necesitaba su espacio y no insistí más. Desde entonces no hemos vuelto a hablar. No me lo esperaba, yo era feliz".

Recientemente Jorge Javier puso a la venta su casa que compró en el 2010 en las afueras de Madrid por más de 2,6 millones de euros. Una forma de cortar con el recuerdo de P.