POLÉMICA EN FRANCIA

El regreso del rockero homicida

Una oleada de protestas obliga al cantante Bertrand Cantat, condenado en 2004 por matar a su novia, la actriz Marie Trintignant, a retirarse de los festivales de verano

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Eva Cantón

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¿Puede un cantante homicida que ha purgado su pena ofrecer un concierto y recibir los aplausos del público? Legalmente nada se lo impide, pero la presión social puede complicar las cosas. La gira de presentación de 'Amor Fati', el primer álbum en solitario de Bertrand Cantat, exlíder del grupo de rock francés Noir Désir (Deseo negro) disuelto en el 2010, se ha enredado en el violento pasado del artista.

El 27 de julio del 2003, durante una fuerte discusión impregnada de alcohol en un hotel de Vilnius, Cantat le dio varios puñetazos a su novia, la actriz Marie Trintignant, que rodaba en la capital lituana una serie sobre Colette. Los golpes le provocaron un edema cerebral que la sumió en el coma durante cinco días. Repatriada a Francia, murió el 1 de agosto.  

Quince años después del drama, el regreso del cantante a los escenarios ha levantado en Francia tal ola de protestas que Cantat se ha visto obligado a cancelar su presencia en los festivales veraniegos financiados con dinero público.

"Para poner fin a todas las polémicas, y para que cese la presión sobre los organizadores, he decidido retirar nuestro proyecto de todos los festivales de verano", ha anunciado esta semana Cantat en un comunicado enviado a la agencia France Presse. No obstante, de momento se mantiene el calendario de la gira que inició en un local a rebosar de La Rochelle el pasado 1 de marzo y que incluye dos conciertos, los próximos 29 y 30 de mayo, en la mítica sala Olympia de París.

Violencia hacia las mujeres

La asociación Osez le Féminisme se ha movilizado para boicotearlos y en los de Montpellier y Grenoble sus activistas se han presentado en la entrada de los locales para interpelar al público. No se trata, alegan, de un acto de censura, ni de cuestionar el talento de Cantat, sino de denunciar la promoción de un artista conocido por su violencia hacia las mujeres.

De hecho, Marie Trintignant no fue la única víctima de Cantat. En el 2010, la esposa y madre de los dos hijos del cantante, la productora húngara Kristina Rady, se ahorcó en su domicilio de Burdeos. Un pacto de silencio revelado por un exmiembro de Noir Désir ocultó durante años el maltrato que sufrió Rady y otras parejas del artista.

"Yo sabía que había pegado a la mujer con la que estuvo antes de Kristina. Sabía que había intentado estrangular a su amiguita en 1989. Sabía que había golpeado a Kristina. Pero decidimos mentir. Todos estábamos bajo su control y creíamos que se curaría", relató a Le Point este antiguo músico de la banda, que describió a Cantat como un "narcisista perverso".

La realizadora Nadine Trintignant, madre de Marie, ha calificado de "vergonzoso, indecente y asqueroso" que Cantat se suba ahora a un escenario. "¿Cómo se atreve? ¿Va a que le aplaudan después de haber matado?", se preguntaba en una reciente entrevista.    

El aludido, de 54 años, se defendió en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook en el que reitera su "sincera, profunda y total compasión" por la familia y amigos de Marie mientras reclamaba "su derecho a la reinserción y a ejercer su profesión tras haber pagado la deuda impuesta por la justicia".

En libertad desde 2007

Tras la muerte de Trintignant, Cantat fue condenado a ocho años de prisión por homicidio involuntario, pasó uno encarcelado en Lituania, tres en la cárcel de Muret, en las afueras de Toulouse, logró la libertad condicional en el 2007 por buena conducta –al parecer fue un recluso modelo– y en julio del 2011 se le retiró el control judicial. Dos años más tarde retomó su carrera discográfica al frente del grupo Détroit.

Entonces ya hubo polémica, pero nada comparable a la tormenta que desató al lanzar su disco en solitario y contar con la inestimable colaboración de la publicación musical francesa 'Les Inrockuptibles', que el 11 de octubre del 2017, en pleno estallido del escándalo Weinstein, le dedicó una portada provocadora.

La secretaria de Estado para la Igualdad, Marlène Schiappa, no fue la única en mostrar su indignación. La revista 'Elle' respondió a 'Les Inrockuptibles' publicando un número dedicado a la memoria de Marie Trintignant.