A LOS 91 AÑOS

Muere el diseñador Givenchy, mito de la alta costura

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El diseñador francés Hubert de Givenchy falleció el pasado sábado a los 91 años. Fue el hombre que vistió a numerosas estrellas, pero sin duda su icono fue Audrey Hepburn. El famoso vestido negro del inicio de 'Desayuno con diamantes' fue una creación suya, pero también los diseños de 'Sabrina', de 'Dos en la carretera' y hasta de 'Historia de una monja'. Su amistad se mantuvo en el tiempo y la actriz belga fue en el 1957 la imagen del primer perfume del modisto francés, L'interdit. También creo diseños únicos para Jackie Kennedy, Grace Kelly, Elizabeth Taylor o Carolina de Mónaco, entre otras muchas famosas. 

"Monsieur de Givenchy se apagó mientras dormía el sábado 10 de marzo de 2018. Sus sobrinos y sus sobrinas y sus hijos comparten también su dolor. Su funeral se celebrará en la intimidad más estricta", señala el comunicado de su compañero el también diseñador de moda Philippe Venet. También se ha indicado que "en lugar de flores y coronas" el difunto "habría preferido una donación a Unicef en su memoria". 

Innovador y atemporal

Bernard Arnault, director del grupo que en el 1988 compró Givenchy, ha recordado su figura: "Hubert de Givenchy, uno de los diseñadores más exitosos de la década de 1950, le ha dado a su casa de modas un lugar especial tanto en prestigiosos vestidos largos como en atuendos de moda. Hubert de Givenchy pudo combinar dos cualidades raras: ser innovador y atemporal".

La firma Givenchy también ha rendido homenaje al que fuera su fundador: "Personalidad imprescindible en el mundo de la alta costura francesa, un símbolo de la elegancia parisina durante más de medio siglo. La moda y su influencia continúan. Su trabajo sigue siendo tan relevante hoy como lo era entonces", ha indicado. 

Givenchy era unos de los pocos maestros de la moda con mayúsculas que quedaban vivos. Entre sus creaciones más originales destacan la blusa Bettina (por la modelo Bettina Graziani) o el vestido saco. Después de Chanel, Givenchy es el diseñador del negro. Un color que tenía poca cabida en la moda de entonces. Con sus creaciones, demostró que podía ser el epítome de la sofisticación.

En el Thyssen

Visitó España hace cuatro años para presentar la exposición que le dedicó el Museo Thyssen de Madrid, que recorría las cuatro décadas de su creación. Y es que aunque en el 1988 vendió su firma siguió dirigiéndola hasta su retirada en el 1996.  En aquella visita a Madrid, aseguró sin tapujos: "No quiero ser duro porque yo ya no estoy directamente implicado en este mundo, pero yo diría que ya no hay elegancia. Incluso entre las clientas que me dieron su confianza cuando las veo hoy". Otra gran exposición rindió tributo a la obra de Hubert de Givenchy el año pasado en la Ciudad de Encaje y Moda en Calais, de donde era originario.

Con ayuda de Balenciaga

Contrariamente a lo que su familia quería, Givenchy no se convirtió en un abogado, y cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de París. Empezó en el mundo de la moda a los 17 años trabajando para Lucien Lelong, Piguet, Jacques Fath y Elsa Schiaparelli hasta que abrió su propia firma, la casa de modas Givenchy, en el 1952, con el apoyo del modisto español Cristóbal Balenciaga.

La admiración de Givenchy por la figura de Cristóbal Balenciaga impulsó el proyecto de construcción de un museo dedicado a la obra del modisto vasco, el Museo Balenciaga, en Guetaria, y la constitución de la fundación correspondiente, de la que era presidente fundador. Su compromiso con el museo le llevó a donar su colección particular de 'balenciagas' a la entidad. 

El 31 de octubre de 2011 fue galardonado con la Orden de las Artes y las Letras y anteriormente, el 1 de julio de 2002, fue distinguido con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.