St. Vincent inaugura un estudio de grabación en el hotel W

Es habitual escuchar a los artistas quejarse por pasar muchos días del año de hotel en hotel. Moby llegó a grabar un disco inspirado por la clase de melancolía que puede atraparte durante esas épocas de nomadismo, titulado, por supuesto, 'Hotel'.

Pero, ¿y si un hotel ofreciera la posibilidad de grabar música de forma profesional? ¿Haría eso más soportable la sucesión de noches fuera de casa? El hotel W de Barcelona ha presentado esta semana su W Sound Suite, un estudio de grabación dentro del hotel de lujo destinado tanto para los huéspedes como para clientes externos.

Como anfitriona del estreno estuvo St. Vincent, la semidiosa art-pop adorada por la crítica y melómanos exigentes que aspira con su nuevo disco, 'MASSEDUCTION', a abrirse paso en el 'mainstream'. Para ello la joven de Tulsa, de 35 años, ha contado con el apoyo de Jack Antonoff, productor y compositor de estrellas como Taylor Swift, Lorde, Sia y Carly Rae Jepsen, y novio de Lena Dunham.

Annie Clark, el verdadero nombre de St. Vincent, no grabó nada en Barcelona el pasado lunes, pero ofreció una breve visita guiada por los recovecos del que parece su disco más biográfico. Así que parece inevitable conectar las letras de devoción amorosa y pérdida del álbum con la historia personal reciente de Clark, que vivió un romance muy público con la modelo y actriz inglesa Cara Delevingne.

Motivos personales 

El álbum arranca con 'Hang on me', una canción con espíritu de "tú y yo contra el mundo", especie de último intento de salvar la nave. "Sé que odias lo histérica que soy / Te prometo que esta vez será diferente", canta Clark en casi un susurro, sin histeria de por medio, con voz calmante.

"La canción me parecía una buena forma de entrar en materia", explica en entrevista exclusiva con este diario. "Pensé que, antes de entrar en el océano, es mejor probar primero a meter los pies. Y después, lenta pero seguramente, ir hacia las profundidades".

Pero, ¿realmente es 'MASSEDUCTION' su disco más personal? ¿O todos lo han sido, pero ahora creemos saber de qué van las canciones porque hemos visto fotos en revistas? "Todos mis discos son personales. Pero, desde luego, ahora hay más gente diseccionando las letras a partir de esa óptica particular. La gente puede leer el disco como prefiera y todas las lecturas me parecerán bien. No me preocupa ser, digamos, incomprendida. Una vez lanzas un disco escapa de tu control. Simplemente deja de ser tuyo".

Le preguntamos qué le ha parecido a Cara Delevingne el tema 'Pills', canción en la que hace voces. "Le ha encantado. El disco en general le encanta", reconoce lacónica.

Lugares que dejan huella

Cuenta St. Vincent, nacida en Tulsa, Oklahoma, que este disco se nutre de la naturaleza de ciudades que le han dejado huella. Entre ellas, Barcelona: hace tres años, una tarde cerca de la Sagrada Familia derivó en catarsis creativa. Vio a alguien dejarle un cheque en blanco a un mendigo y eso le impactó. Llenó un cuaderno de frases, alguna de ellas incluida en el repertorio del nuevo disco.

En el álbum hay canciones tituladas 'New York' y 'Los Ageless' (los sin edad), su particular nuevo bautismo de Los Ángeles. "Veo Los Ángeles como una especie de Nunca Jamás en tonos neo-noir", dice. "Un sitio donde la gente nunca crece y las olas nunca rompen". El tema es una bomba electro-pop de texturas frías, mientras que 'New York' es más íntima, "una canción sincera que necesitaba instrumentos sinceros como pianos y cosas de madera y metal".    

A la altura de algo como 'Smoking section', uno cree que Clark se sentiría a gusto componiendo un musical de Broadway, o quizá más Off-Broadway. Lo cree equivocadamente. En cuanto oye la palabra 'musical' da un resoplido y uno teme que salga corriendo de la Sound Suite del W. "Mi respuesta honesta es: no me gustan los musicales. Por tanto, componer un musical no es una de mis aspiraciones".

Pero, ¿no fue su disco y gira con David Byrne (ex Talking Heads) de hace unos años casi como un musical compuesto a cuatro manos? "Es que él, en ese momento, estaba escribiendo un par de musicales. Y esa influencia se coló". De momento, no hay planes de regreso para la curiosa pareja: "No hay nada en el horizonte para nosotros, pero David y yo somos amigos. Siempre le querré". La música del cine sí figura entre sus devociones. «Me gustan Nino Rota y los 'scores' de cine. Pero eso de que haya algunas líneas de diálogo y que de repente alguien empiece a cantar… Pfff. Lo siento. No va conmigo".

Detras de la cámara

No contenta con ser una voz emblemática del pop alternativo (y una guitarrista de talento inmenso, lo que no se dice lo bastante), Clark planea hacer carrera como cineasta. Se estrenó con un corto incluido en 'XX', antología de historias de terror dirigidas por mujeres. No parecía un primer intento. "Hay cosas que se pueden llevar de la música al cine. Cierto 'flow', cierto cuidado de la forma. Construir un hilo que se pueda seguir. Por otro lado, el cine es el deporte más colaborativo del mundo, y solo tienes que saber qué ideas tuyas seguir y qué ideas de otros incorporar o cambiar".

La dirección de cine se ha impuesto en su camino "en detrimento de mi lado musical". Y avanza qué será lo próximo: "Voy a dirigir una adaptación de 'El retrato de Dorian Gray', una versión en la que esta vez Dorian no será hombre, sino mujer".