CRÓNICA

Las siestas de Joan Miró en el hotel Majestic

El establecimiento del paseo de Gràcia dedica este 2017 a la figura del artista

el cuadro del hotel majestic ante el que joan  Miro meditaba

el cuadro del hotel majestic ante el que joan Miro meditaba / periodico

IOSU DE LA TORRE / BARCELONA

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Seguro que la banda sonora del hotel Majestic está registrada en la memoria de la familia Soldevila Casals, sus propietarios desde hace 99 años. Cierren los ojos. Elijan melodía. La actividad de las primeras horas del día parece marcada al ritmo de 'Tu Vuò fa l’americano' de Renato Carosone.

Otros quizá preferirán la que compuso Craig Amrstrong para 'El Gran Gatsby' y recordarán al pianista del café bar. Hotel Majestic, en el corazón del paseo de Gràcia, hoy conocido como milla de oro por la sucesión de marcas y viajeros de lujo desorbitado. Un establecimiento de película que planea cómo celebrará el 2018, el del siglo de existencia.

En la hermosa tarea de revisar la historia, en los últimos años, han brindado homenaje a huéspedes ilustres como Federico García Lorca y Antonio Machado. Letras y biografías que aportan pátina. Este 2017 se ha rescatado la figura de Joan Miró.

DOS ÉPOCAS DISTINTAS

El pintor pasó dos épocas distintas en este enclave del Eixample: cuando regresó de París tras vivir 11 años muy cerca de André Breton (se conmemoran ahora los 85 años de aquel retorno) y después de la guerra civil, a la que asistió desde aquel París a punto de ser invadido por Hitler (se cumplen ahora 75 años). Aquel segundo regreso se tradujo en un conjunto de litografías llamado 'Serie de Barcelona', según relato del gabinete de comunicación del hotel.

La mayor de las veces Joan Miró no se alojaba en el Majestic, sin embargo, sí lo convirtió en uno de sus puntos de encuentro con sus amigos. Comían en el restaurante La Punyalada y después, paseo de Gràcia abajo, se acercaban hasta el Majestic. La tertulia se prolongaba en alguna sala del hotel.

EL MAESTRO MODEST URGELL

¿Qué queda de aquellos sueños mironianos? El cuadro 'Horizon's, de su maestro Modest Urgell, cuya contemplación en las sobremesas le conducían a la siesta. Joan Miró durmiendo o dormitando en un sillón en el lobby del hotel. ¿Rocaría en colores? Así lo describe la directora de la Fundación, Rosa Maria Malet. “Urgell fue su profesor, y aunque luego desarrolló un estilo tan diferente, su influencia queda clara”.

Quizá algún día próximo 'Horizons' recuperará la ubicación primigenia. Hoy, quien quiera admirarlo, lo encontrará en el rellano de la escalera que conduce a la sala del 'brunch' donde reina la maestría de Nandu Jubany, lugar de paso que, además apenas ofrece ángulos desde donde detenerse. Imposible dejarse mecer hoy a la hora de la siesta como cuentan que hacía el artista inolvidable.

La visita a este rincón del Majestic, aunque fugaz, merece la pena.