Una exposición repasa los 30 años de El Celler de Can Roca

“Es una bonita forma de contar una historia basada en el compromiso, en la ilusión, en el esfuerzo, en el trabajo, en el romanticismo, en el idealismo”. Con estas palabras ha descrito Joan Roca la exposición ‘El Celler de Can Roca, de la Tierra a la Luna’, que explica cómo un restaurante humilde de un barrio obrero de una ciudad de provincias se ha convertido, al cabo de 30 años, en el mejor del mundo.

La muestra, que se estrena este martes en el Palau Robert y estará abierta hasta el 23 de abril del año que viene, explica el ‘qué’, pero también el ‘cómo’ los tres hermanos Roca, Joan, Josep y Jordi, han creado un universo creativo propio a partir de la gastronomía, desde sus personalidades distintas hasta el cromatismo, el juego de los olores, el sentido del humor, los viajes por el mundo y las tecnologías (algunas de ellas, como el Roner y el Rotaval, diseñadas por ellos mismos).

‘El Celler de Can Roca, de la Tierra a la Luna’ tiene otro mérito: explicar cómo funciona un restaurante de alta gama a un profano. De ahí que el espacio con 21 pantallas emitiendo simultáneamente lo que pasa en todos los rincones del establecimiento gerundense sea tanto o más ilustrativo e hipnótico que las gafas en 360 grados que permiten hacer una inmersión en este templo gastronómico.