Chanel y el 'tweed' del futuro

La cita de Chanel en el Gran Palais es uno de los momentos más bestias que depara siempre la Semana de la Moda de París, un tinglado en apariencia frívolo pero que mueve una industria, la del lujo, que saca pecho en tiempo de crisis. Y orquestándolo todo, detras de sus gafas y su sempiterna vestimenta negra, está Karld Lagerfeld, el director creativo de Chanel, un hombre que no da puntada sin hilo y que esta vez ha transformado el interior del Gran Palais en un enorme ordenador, un espacio 'Big Data' con sus cables conectados y sus pantallas. 

Fueron aires de Silicon Valley, un ambiente futurista con un decorado high tech por el que desfilaron modelos con cascos blancos, robots con el emblemático traje de chaqueta de la firma parisina y mujeres con toques hip hop.  

Todo fue transformado en un gran centro de datos, con servidores alineados en armarios metálicos y luces intermitentes unidas por kilómetros de cables de colores donde hubo guiños al daft punk

‘Tecnología íntima’ era la propuesta de Lagerfeld para esta edición dominada por la electrónica y los efectos psicodélicos. Una inspiración presente en las faldas largas y vaporosas estampadas con colores luminosos o en los vestidos con tonos neón.

Una intimidad reflejada en la lencería en seda, donde se aireaban matices cromáticos de los cables omnipresentes en la escena. Una visión tecnológica también en las suelas de corcho de los zapatos o en el velcro de los vestidos que sustituye a los botones. “Es una visión del mundo actual. Todos dependemos de esto, imagínese la vida sin teléfono. El próximo paso será la inteligencia artificial y los robots”, explicó el ‘kaiser’ de la moda.

Lejos de revisitar tendencias del pasado, Lagerfeld se apoya en el mundo actual. “Hay que vivir el presente, no en el pasado. La electrónica es lo que define nuestra época. Todo el mundo se inspira en el disco de los años 80,  pero ¿dónde está el interés de rehacer cosas que pertenecen al pasado?”.

Lagerfeld presentó la colección Chanel ante 2. 660 invitados entre los que se encontraban las actrices Lily-Rose Depp, imagen del perfume número 5, Anna Mouglalis, la cantante Courtney Love y su hija Frances Bean Cobain o el rapero norteamericano Usher.