EL PARIS HILTON ESPAÑOL

Aless Gibaja, icono del 'buenrollismo'

Con sus extravaganes publicaciones en redes sociales, este joven ha construido su propia y rentable marca

Aless Gibaja.

Aless Gibaja. / periodico

MIREYA ROCA / BARCELONA

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Tras estudiar comunicación y moda y sumergirse de lleno en las redes sociales, Aless Gibaja  (Madrid, 1988) se ha convertido en uno de los youtubers españoles más mediáticos e influyentes. Se estrenó hace 11 años en Tuenti y desde entonces su vida no he cesado de generar interés. Con Facebook dio un paso más hacia la fama y con Instagram Twitter entró directamente en el estrellato. Ahora todos sus vídeos, fotos y mensajes son comentados y compartidos, y se ha consolidado como el ídolo de una legión de fans que han caído rendidos en su mundo 'supercool' y 'happy'.

Conocido como el Paris Hilton español –se conocen, hablan a menudo y hasta comparten su pasión por los chihuahuas, aunque Gibaja no se conforma con uno y tiene dos, Marlon y Bambi–, muchos califican sus publicaciones de absurdas y frikis, pero este madrileño con sangre italiana (su nombre completo es Alessandro) suma cada día más adeptos deseosos de abrazar el 'buenrollismo' y hoy es un maestro del 'personal branding', o lo que es lo mismo, un experto en la construcción de una marca sólida y rentable que no deja indiferente a nadie. Las grandes firmas lo reclaman en sus presentaciones, le llueven los contratos como pinchadiscos en elitistas fiestas, le envían productos para que los promocione en sus apariciones y lo han tentado varias productoras de televisión para participar en 'realities' como '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' y 'Supervivientes'.

FAN DEL ROSA

Y no es para menos. Con sus atuendos afeminados donde predominan el rosa (en todos los tonos imaginables: palo, fresa, chicle, fucsia, magenta... "sex pink", como dice él), las gafas gigantescas, los bolsos y las telas con mucho brillo; sus irrisorios vídeos con "superconsejitos"; su remilgado saludo –"¡Hola, bebés! Os superamo"–; su peculiar spanglish y su exceso de diminutivos al hablar le han servido para sumar 609.000 fans en Instagram, 84.000 más en Twitter, 263.000 me gusta en Facebook y 43.000 suscriptores en su canal de Youtube.

Pero su fama va más allá. Además de protagonizar una campaña de Vodafone Yu y colaborar en el programa de radio que la compañía telefónica patrocina en Los 40 Principales, visitó como invitado la casa de 'Gran hermano 16' (Tele 5); la MTV emitió hace unos meses 'MTV Crypts', en el que el rey de las redes sociales narraba cómo sería su "chupi funeral"; ha participado en el espacio de Alaska Mario Vaquerizo en Google+, y de vez en cuando se deja caer por el plató de 'Likes' (#0) para dejar sus "superrespuestitas" a grandes preguntas de la humanidad como ¿qué hay que hacer para tener novio o novia? ("vete a un bar o bájate una 'app' de ligar"), ¿si no me baño durante un mes qué pasa? ("superapestas") y ¿cómo se creó el universo? ("con el pink power").

Y por si fuera poco, canta. En verano del 2014, presentó su primer sencillo, 'Sexy summer', cuyo vídeo cuenta con más de dos millones de visualizaciones en Youtube. "Sexy Moraleja", "Live life to the fullest" y "O sea, hello" son algunas de las frases que mezcla con música electrónica.

CONCIENCIA SOCIAL

Pero aunque muchos solo vean su imagen hortera, Gibaja asegura que con sus andanzas y consejos pretende inculcar a sus fans valores como la igualdad, el respeto, la tolerancia y el amor propio. Hace unos días, sin ir más lejos, denunció la suplantación de su personalidad en Twitter y Facebook tras la publicación de varios mensajes en los que animaba a sus 'followers' a no comer con el lema Más anorexia y menos gordas. "¡Jamás he publicado eso! ¡Yo lucho contra el 'bullying'!", se defendió. "Nunca sufrí acoso por ser diferente, nunca tuve ningún problema. Sufro más críticas ahora que entonces", reconoce este influencer que cada día pasa varias horas contestando a niños y jóvenes que le escriben buscando apoyo, sobre todo por temas de acoso.