PROCESO JUDICIAL CONTRA UNA DIVA DE LA ÓPERA

Caballé acepta por videoconferencia la pena de prisión y multa por defraudar a Hacienda

El juez condena a la soprano, que ha declarado desde el salón de su casa y deberá abonar 312.000 euros

Montserrat Caballé,

Montserrat Caballé, / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Sentada en una silla y desde el comedor de su domicilio, la soprano Montserrat Caballé ha admitido este martes ante el juez por videoconferencia haber cometido un delito de fraude a Hacienda por 508.000 euros y ha ratificado el pacto al que llegó con la fiscalía y la Abogacía del Estadopacto en diciembre del 2014 por el que acepta una pena de seis meses de prisión (que no cumplirá), una multa de 240.000 euros, el pago de una indemnización de 72.200 euros y la prohibición de recibir subvenciones o incentivos fiscales por un año y medio. El magistrado, que ha celebrado la vista a puerta cerrada, sin la presencia de público, ha dictado ya la sentencia de conformidad que recoge este acuerdo. Con ello, la soprano ha sido condenada sin pisar el juzgado.

Esta vez Caballé no tenía público que le escuchara. Y es que el juez, en una decisión insólita, ha decidido celebrar el juicio de conformidad a puerta cerrada, sin la presencia de público, ni, por supuesto, de medios de comunicación. En la sala solo estaba la fiscala Carmen Martín Aragón, el abogado del Estado y el defensor de la soprano.

La vista ha durado solo unos minutos. Los justos para conectar la videoconferencia y que la cantante, que llevaba un fular en el cuello, ratificara el acuerdo. Los medios de comunicación no pudieron ni acceder al pasillo donde esta la sala donde se celebró el juicio, a pesar de que la soprano no estaba presente por su delicado estado de salud. Durante la investigación, el juez instructor del caso ya tuvo que acudir a su casa para interrogarla.

QUERELLA DE LA FISCALÍA

El proceso judicial contra la artista se inició por una querella presentada por el Servicios de Delitos Económicos de la Fiscalía de Barcelona, tras haber recibido una denuncia de la Agencia Tributaria. Según dicha querella, Caballé tenía en el 2010 su vivienda en Barcelona, ausentándose del país solo para su actividad como artista lírica.

Al residir en España, según la acusación, estaba obligada a presentar ante la Agencia Tributaria la declaración de liquidación del IRPF. No obstante, la fiscalía sostenía que Caballé, "con el deseo de obtener un mayor beneficio de la actividad profesional" a base de "no ingresar en la Hacienda" el dinero que correspondía a dicho impuesto "formalmente" figuraba como residente en Andorra, "país que tenía la consideración de paraíso fiscal". La cantante ya ha saldado la deuda con Hacienda. De ahí que se  le aplique ahora la atenuante de reparación del daño.