Drew Barrymore transcribe su segunda autobiografía

La actriz que debutó en el cine con apenas cuatro años no ha tenido una vida fácil, pero ha sabido sobreponerse a los baches y conseguir ser feliz. Ahora a sus 40 años, Drew Barrymore ((Culver City, Califòrnia, 22 de febrero de 1975)  ha decidido relatar su vida en una segunda autobiografía: ‘Wildflower’, donde se recrea en los episodios más dulces de su vida y se olvida absolutamente de su oscuro pasado como sus polémicas bodas  (con un camarero y un actor cómico), sus dos divorcios y la época en la que su carrera cinematográfica tocó fondo.

La nueva obra es una serie de ensayos y anécdotas que la intérprete dedica únicamente a  su marido y a sus dos hijas. ‘Wildflower’ relata la historia de una niña perdida que encuentra a su familia. La niña es ella y su familia, los únicos lectores que le interesan: su marido Will Kopelman, de 38 años, y sus hijas Olive y Frankie, de 3 años y 18 meses, respectivamente.

“Desde que comencé a tener hijos todos me vinieron con la misma cantinela, "¿qué les vas a contar de tu vida?”, desveló la protagonista de ‘Todo está bien’, a ‘People’. Una cuestión que se convirtió en el punto de partida de esta biografía en la que deja claro que no tiene nada de lo que avergonzarse. Como ella misma asegura, todo lo que “pasó, pasó”, e insiste que ahora se encuentra volcada en su mejor papel: ser madre

LA MATERNIDAD LO CAMBIÓ TODO

Sus recuerdos de la infancia y sus problemas con el alcohol y las drogas quedaron en el olvido. “Mi trabajo queda muy en segundo plano cuando hablamos de mis hijas”, declara la actriz pese a que se define como una ‘workaholic’ obsesionada con su profesión. La maternidad lo cambió todo y ‘Wildflower’ quiere ser el testigo de esa transformación, un ejemplar que la actriz  describe como una carta de amor a sus hijas. “Es una muestra de respeto”, declaró a la revista ‘In Style’. Respeto a su tercer marido,  el marchante de arte con el que se casó en el 2012, meses antes del nacimiento de su primera hija.