OTRO FAMOSO EN EL PUNTO DE MIRA DEL FISCO

Falcones, acusado de defraudar 1,4 millones

Hacienda cree que ocultó sus ganancias con empresas en cuatro países

Ildefonso Falcones, en Madrid, durante la presentación de su último libro, hace dos años.

Ildefonso Falcones, en Madrid, durante la presentación de su último libro, hace dos años.

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Otro famoso ha caído en las redes de la inspección de Hacienda. La fiscalía de Barcelona ha presentado una querella criminal contra el escritor y abogado Ildefonso Falcones, autor de La catedral del mar, acusándole de haber defraudado 1,47 millones de euros entre los años 2009 y 2011 por los derechos de autor que ha obtenido de sus novelas.

Según el fiscal Pedro Castro, el escritor, su esposa, María Carmen Rosich, y su hermano Rafael Falcones habían creado una trama de sociedades domiciliadas en la República Dominicana, Irlanda, Chipre e Islas Caimán para hacer que sus ingresos fuesen opacos a la Hacienda española. Según el abogado del escritor, Alexandre Solsona, la fiscalía ha basado su querella en «datos erróneos».

DECLARÓ MENOS DEL 10%

El escrito del fiscal sostiene que las declaraciones a Hacienda del escritor y su esposa dan unas cifras muy alejadas de las que corresponderían a los ingresos reales que ha calculado la Agencia Tributaria. Tras exigir a su editorial, Penguin Random House, información sobre las ganancias de Falcones por las ediciones en español y por la venta de sus obras a editoriales de otros países, el resultado es que los rendimientos netos «comprobados» por la Agencia Tributaria entre el 2009 y el 2011 fueron de 4.397.633 euros, de los que Falcones habría declarado en España 375.650 euros, menos del 10% de sus ingresos. Solo pagó por ellos a Hacienda, en concepto de IRPF, 134.996 euros en tres años.

A partir de estos datos, la Agencia Tributaria establece que el escritor y abogado defraudó a la Hacienda Pública 757.692 euros en el año 2009, 464.800 euros en el 2010 y 254.507 euros en el 2011, lo que según la fiscalía constituyen tres delitos. A cada uno de ellos les corresponden entre uno y cinco años de prisión.

El mecanismo que según la fiscalía fue utilizado por Falcones para ocultar al fisco español sus ingresos fue la creación de una serie de empresas en países «de reducida tributación» a las que se les transfirieron los derechos de autor que generasen sus novelas. Una de estas empresas, «controladas de facto» por los querellados, llegaba a pagar al propio Falcones 36.000 euros al año a cambio de aparecer como la titular de sus derechos de autor de sus próximos 10 libros. Otra de ellas, propiedad a su vez de la empresa irlandesa relacionada con el escritor que cobraba los derechos de autor por sus ventas en castellano, adquirió por 1.950.000 euros una vivienda en Barcelona, que a su vez fue alquilada al Bufete Falcones y que este cedió a la esposa de Ildefonso Falcones para acabar siendo utilizada como domicilio familiar.

Según el abogado de Falcones, «los números son erróneos y están basados en unas presunciones que no se corresponden con la realidad». Alexandre Solsona sostiene que «se trata de contratos y cesiones de derechos muy anteriores incluso a la salida del libro; es un tema de discusión de formas de tributación de derechos de autor pero quedará absolutamente demostrado que no ha habido fraude fiscal personal de él».