Duelo a los pies de la Giralda

Los familiares de la duquesa trasladan el ataúd a su llegada al Ayuntamiento de Sevilla.

Los familiares de la duquesa trasladan el ataúd a su llegada al Ayuntamiento de Sevilla.

J. C. / SEVILLA

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La catedral de Sevilla acogerá este mediodía el funeral oficial por la duquesa de Alba, que será oficiado por el cardenal Carlos Amigo Vallejo, amigo de la aristócrata. La familia del Rey, muy vinculada a la Casa de Alba, presidirá la ceremonia, y aunque ya está confirmada la presencia de la infanta Elena, hermana de Felipe VI, algunas fuentes apuntan a que no se descarta que también acuda la reina Sofía. Los reyes Felipe VI y Letizia, de viaje en Italia, expresaron ayer las condolencias a la familia de Cayetana de Alba por teléfono.

Tras la ceremonia, los restos mortales de la duquesa serán incinerados y repartidos entre la iglesia de San Román, sede de la Hermandad de los Gitanos que tanto veneró la aristócrata, y el panteón familiar, en Loeches (Madrid).

Su muerte fue lamentada ayer por numerosas autoridades, alguna de las cuales, como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se acercó incluso unos minutos a la capilla ardiente.  A primera hora, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió un telegrama destacando que la duquesa fue «una figura relevante de las artes, el coleccionismo y el mecenazgo» y dedicó «importantes esfuerzos» no solo a la conservación de sus colecciones sino a su difusión generosa y conocimiento por los españoles, «de quienes recibió numerosas muestras de admiración y cariño». El Gobierno estará representado en el funeral por el ministro de Defensa, Pedro Morenés.

«HA VIVIDO COMO HA QUERIDO»

De las primeras en dar el pésame fue también la presidenta de la Junta, Susana Díaz, quien alabó la «fortaleza» de una mujer que «ha vivido como ha querido y ha disfrutado de Andalucía». No en vano, en el 2006 le fue concedida la Medalla de la Comunidad en un acto criticado por colectivos de jornaleros. En un telegrama, la presidenta de Castilla--La Mancha y número 2 del PP, Dolores de Cospedal, destacó que la «virtuosa trayectoria» de Cayetana Fitz-James Stuart «como ejemplo de voluntad y entrega hacia la noble familia a la que pertenecía permanecerá entre nosotros para siempre».

«EL PESO DE LOS TÍTULOS»

El ministro de Cultura, José Ignacio Wert, quiso destacar la «extraordinaria dignidad y empaque» con que llevó  «el peso histórico de todos sus títulos y lo que representó la Casa de Alba en la historia de España», y celebró «el inmenso valor cultural que atesora el patrimonio de la Casa de Alba, al que la duquesa dedicó mucho esfuerzo y entusiasmo». «Estoy seguro de que los hijos mantendrán ese mismo entusiasmo», apostilló.

Menos amables fueron las palabras de los representantes de IU. En Andalucía, el vicepresidente Diego Valderas se limitó a exponer que «vivió una vida sin mucha dificultad». Y su compañero y portavoz en el Congreso, José Luis Centella, apuntaba que la Casa de Alba representa «lo más rancio y caduco de nuestra historia» y consideró que la «anacrónica institución debería ser parte de nuestra historia, de nuestros museos, y no del presente».

También famosos asiduos de la prensa rosa se acercaron a la capilla ardiente, como Nati Abascal; los toreros Curro Romero, Julio Aparicio, Juan Antonio Ruiz, Espartaco, Natalia Figueroa, esposa de Raphael y Alicia Koplowitz.