EXPOSICIÓN EN SAN FRANCISCO

Bill Murray renace como icono pop

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RICARDO MIR DE FRANCIA
WASHINGTON

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Bill Murray retratado como un moderno Napoleón.

Bill Murray, con su gorra roja de explorador submarino en Life AquaticBill Murray hecho con tostadas quemadas y raspadas en diferentes grados hasta moldear su rostro. En definitiva, Bill Murray, el cómico que empezó su carrera en Saturday night life para acabar convertido en un actor de culto, no solo por interpretaciones brillantes en películas como Lost in traslation sino por su calidad humana. Lejos de haberse blindado en una jaula de cristal en Hollywood, el actor de Illinois es un tipo normal, amante del golf y el béisbol, que sigue sin tener agente y prefiere escoger él mismo los guiones sin intermediarios. Ahora una exposición en San Francisco acaba de honrarlo, elevándolo a la categoría de icono del pop.

«No me quiero poner muy filosófico, pero en esencia Bill Murray es sencillamente divertido. Ocupa un lugar icónico en mi corazón y el de sus fans», decía al San Francisco Chronicle el comisario de la exposición, Ezra Croft. La muestra, bautizada como The Murray affair (El asunto Murray), exhibió el pasado viernes más de un centenar de cuadros, dibujos o carteles dedicados al actor fetiche de Wes Anderson, así como algunas de sus prendas de vestir, sus anillos o una guitarra decorada con su efigie. Todo el material había sido elaborado o coleccionado por sus seguidores y se puso a la venta en un bar y galería de arte del histórico barrio de la Misión de la ciudad californiana.

EL TÍO DIVERTIDO / «Aunque es un rico actor de Hollywood, resulta accesible para todo el mundo, habla con la gente, no es nada engreído y nos recuerda al tío divertido que todos conocemos», dijo  Croft a Efe. «Crecí viendo sus películas, como Atrapado en el tiempo o Los cazafantasmas. Cuando me enteré de la exposición, pasé bastante tiempo compilando imágenes suyas y finalmente decidí hacer este retrato», le contó a la agencia española Martín Segobia, un joven artista argentino. «No es una expresión muy común porque se le ve joven, tranquilo y en estado de reflexión», añadió.

Si bien A toast to Bill Murray, el cuadro hecho con tostadas de pan de molde y puesto a la venta por casi 750 euros, fue la estrella de la exposición, esta incluyó otras obras como un plato de cristal con el rostro del actor o varias camisetas y jerséis con su efigie. Murray, que se sepa, no asistió al evento, toda una celebración de su carrera y su estatus en la cultura popular estadounidense.