gala en nueva york

Rihanna no esconde nada

La cantante recibe casi desnuda un 'Oscar' de la moda

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EL PERIÓDICO
NUEVA YORK

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rihanna no tuvo rival, la noche del domingo en Nueva York, ni en la alfombra roja ni sobre el escenario. Y no porque todo el mundo supiera que iba a recibir el premio Icono de la Moda del Año de los CFDA, los Oscar de la moda, sino por el vestido que lucía. Por llamarle vestido, ya que toda su anatomía quedaba al descubierto a pesar de que iba enfundada en una pieza adornada con 216.000 cristales de Swarovski. Brillaban los cristales y brillaba su cuerpo, con todos los tatuajes a la vista. Sin sujetador, solo con un tanga de color carne.

Nadie pudo robarle protagonismo. Ni las modelos Naomi Campbell, Alessandra Ambrosio y Heidi Klum, que cumplía ese mismo día 41 años, ni tampoco la hermana de Beyoncé, Solange Knowles, en su primera aparición pública tras la pelea a patadas y puñetazos con su cuñado, Jay Z, en el ascensor de un hotel. Lo mismo cabe decir de Blake Lively y su vestido sixties, de Lupita Nyongo'o y su atuendo con estampados coloridos y rectangulares, y de la desacertada elección de las gemelas diseñadoras (antes actrices) Mary Kate y Ashley Olsen, que parecían dos monjas franciscanas cuando recogieron el galardón en la categoría de accesorios embutidas en amplios ropajes de color negro.

Casi todas lucieron estupendas, sí, pero todas sucumbieron ante el resplandor que emitía la diva de Barbados, que hizo olvidar los estilismos de los premiados de ediciones anteriores, como Lady Gaga, Kate Moss, Nicole Kidman y Johnny Depp.