tras adelgazar 30 kilos

Rosa López, una evolución marcada por la pérdida de peso

La granadina ha dejado de ser la gordita de voz blusera para mostrar sin tapujos una esbelta figura ligera de ropa

Rosa López, posando para la revista 'Primera Línea'.

Rosa López, posando para la revista 'Primera Línea'. / periodico

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Rosa López ya no es la Rosa de España. Incluso es posible que ya no la paren por la calle porque cualquier parecido con aquella simpática gordita de voz blusera del año 2001 de 'Operación Triunfo' hace tiempo que efectivamente ya es solo pura coincidencia. Tras siete discos en solitario de suerte dispar lo cierto es que la granadina Rosa María López Cortés, nacida en Peñuelas, ha conseguido lo que muchas y muchos han deseado siempre, quitarse más de 30 kilos de encima.

Al margen de la inestimable ayuda del Photoshop, que en algunas de las instantáneas que abarrotan internet incluso aparece recortada hasta en la zona de la barbilla, la evolución física de Rosa es al menos digna de comentario y charcarrillo público. Las clases de gimnasia nunca fueron tan beneficiosas, y la ortodoncia, jamás tan efectiva. El poder del dinero ha hecho efecto y permite a la andaluza desnudarse por dentro (publicará en breve un libro) y por fuera. Sin complejos ha pasado del atractivo flamenco a la esbeltez pop.

El caso es que Rosa ha conseguido pasar de ser imagen de firmas especializadas en tallas grandes, por su indudable atractivo como joven y vital mujerona, a ser un bombón de perversa sexualidad. En consonancia con esa nueva vida, su imagen pública como cantante explota ese éxito físico y se rodea de un nuevo elenco de especímenes humanos destacables especialmente por sus carnes prietas y tallas más ajustadas que las usadas por la mayoría.