Los Rausing, multimillonarios en tragedia

El heredero de Tetra Pak, uno de los más ricos del Reino Unido, y su fallecida esposa se conocieron en un centro para toxicómanos

Eva y Hans Kristian Rausing, en una foto tomada en Londres, en noviembre de 1996.

Eva y Hans Kristian Rausing, en una foto tomada en Londres, en noviembre de 1996. / WS**LON**

BEGOÑA ARCE / Londres

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Cuando el pasado 9 de julio la policía se personó en el número 62 de Cadogan Place, una de las direcciones más cotizadas de Londres, los vecinos pensaron que había habido un robo. En realidad, los agentes entraron en la vivienda de seis plantas de estilo georgiano esperando encontrar algunas drogas. No contaban con que en una habitación del primer piso hallarían un cadáver.Eva Rausing, de 48 años, llevaba cierto tiempomuerta, quizás una semana.

Pocas horas antes del macabro hallazgo, su marido, Hans Kristian Rausing, uno de los hombres más ricos del Reino Unido, había sido detenido porposesión de estupefacientescuando conducía por la ciudad, dando volantazos sin sentido. Se sospecha que Hans K., que pasó varios días en la casa familiar viviendo junto al cuerpo yerto de su esposa, podría ser el autor de la muerte. 

La pareja, muy conocida en los círculos de la alta sociedad británica, tenía un largo historial de adicción a las drogas. Ambos llevaban meses recluidos entre los cuatro muros de su mansión, ocupando tan solo dos habitaciones de las innumerables disponibles. Habían abandonado el contacto con el exterior, la vida social y apenas salían a la calle. "Era lamiseria absoluta. Un desorden total. Nadie hubiera podido creer que eran multimillonarios", ha comentado un amigo que tuvo acceso a la casa. "Es una muestra de lo que hace la droga. No podían cuidar de sí mismos ni de la vivienda", añadió. En unas fotos tomadas hace dos meses, las últimas que se conocen, tanto él como ella aparecen escuálidos, desaliñados, con la mirada ausente y undeterioro físicoevidente. La tragedia se veía venir.

El peso de la fortuna

A Hans K., de 49 años, se le conoce como el heredero de Tetra Pak, y tiene una fortuna estimada enmiles de millones de libras. El ascenso de su familia en las listas de las dinastías más ricas del mundo comenzó de manera inesperada en Suecia, cuando el abuelo, Ruben, inventó a principios de los años 50 un envase de cartón para la leche, mucho más ligero que la tradicional botella de cristal. Sus dos hijos, Hans y Gad, desarrollaron ese producto, del que hoy venden 137.000 millones de unidades al año. Hans se instaló en los años 80 en Londres, y en 1995 vendió su parte del emporio familiar a su hermano Gad por 4.500 millones de euros, que debe heredar su hijo.

Hans K., apodado así familiarmente para distinguirle de su progenitor, crecióaplastado por el peso de esa imponente fortuna. Retraído, callado, sin interés por los negocios y sin grandes aficiones, pasó su juventud vagabundeando como un hippy de oro. En uno de sus viajes a la India descubrió las drogas. A Eva Kemeny la conoció en un centro de rehabilitación para toxicómanos en California. Ella era lahija de un acaudalado directivo de Pepsi e inversor inmobiliario, propietario de una isla en Carolina del Sur. Rubia, delgada, vivaz y amante de las juergas, era el polo opuesto de quien se convirtió en su marido hace 25 años.

La pareja tuvocuatro hijos, ahora adolescentes, en edades comprendidas entre los 11 y los 17 años. A lo largo del año, alternaban los meses de lluvia en la capital británica, con estancias soleadas en la fabulosa villa que se habían construido en las islas Barbados. Una existencia privilegiada y ociosa, "sin rumbo", dicen sus conocidos, con repetidas y discretas entradas y salidas de clínicas de rehabilitación.

Doble vida

Durante muchos años el matrimonio llevó una doble vida. Su círculo de amistades incluía a miembros de larealeza europea y de la jet-set. Los Rausing eran conocidos por su generosidad y las donaciones a organizaciones de lucha contra la droga. Elpríncipe Carlos habló de Hans en una ocasión como un "filántropo muy especial", y Eva compartía el patrocinio, junto a Catalina, la duquesa de Cambridge, de la organización Acción contra la Adición. Sabían como nadie y en carne propia lo que era sufrir en ese infierno y querían ayudar a otros a salir del él, aunque ellos eran incapaces de hacerlo. "He vuelto a caer en el mismo agujero de antes y he pasado en él siete años", escribió la propia Eva en la red social MySpace en el 2006.

Dos años más tarde, su adicción, solo conocida hasta entonces por los amigos más cercanos, saltó a la luz pública, cuando la americana acudió a una recepción en la embajada de Estados Unidos con cocaína en el bolso. En su casa, la policía halló heroína y crack por valor de 2.500 euros. El matrimonio evitó la cárcel por poco, a cambio de someterse a una nueva cura de desintoxicación, que tampoco funcionó.

Hans K. ha pasado la última semana hospitalizado, sin que se haya divulgado el origen de su dolencia. Mientras los investigadores esperan a que esté en condiciones de dar una explicación, la hipótesis de un presunto homicidio empieza a ganar terreno a la de la sobredosis.