VISTO Y NO VISTO

Marujeo, pompa, circunstancia y 'Factor X'

Susanna Griso y su tocado (A-3).

Susanna Griso y su tocado (A-3).

MANUEL DE LUNA

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Era de esperar que la boda real provocase una apoteósis del marujeo -como así fue-, pero ver a las señoronas de los matinales de T-5 y A-3 con sombreritos y tocados verbeneros fue todo un shock, y situó la colorida transmisión a la altura del circo de Salvados que, no nos engañemos, es el que marca la moda audiovisual. Aderezos capilares aparte, el seguimiento del enlace se caracterizó en todos los canales por una sucesión de comentarios, chascarrillos y puñaladas traperas sobre modelitos, taconazos y flacideces carnales. Y los especialistas contratados para la cita competían por el comentario más brillante e incisivo.

La mayoría de estos colaboradores eran mujeres, pero destacaba una selecta representación de señores que son máster de protocolo por la Guía Debrett, y tienen ese fino e innato don para captar la esencia de la belleza y la elegancia. Por cierto, brilló por su ausencia en el especial de Tele 5 Jorge Javier Vázquez, fino estilista del verbo y profeta del neorrealismo televisivo que nos habría regalado algunas perlas. Pero no veo yo en el mismo gallinero a Vázquez y Ana Rosa Quintana...

33 Al margen del marujeo, destacar el punto de morbo que Josep Cuní, siempre incisivo, puso en TV-3 al enviar a Pilar Rahola a Londres (¡una republicana en la corte de la reina!). También tuvo su punto la presencia de Isabel Sartorius en la troupe de Susanna -¡qué sombrerito!- Griso. Pero la ex del príncipe Felipe no estuvo sembrada en frases de titular, y se mantuvo bastante comedida. Todo lo contrario que su colega de plató, María Eugenia Yagüe, quien, incumpliendo la norma sagrada de contrastar la información, lanzó la bomba de la mañana: había visto entre los invitados a ¡Mohamed al Fayed! Revuelo en el gallinero de A-3 y todos se lanzaron a la elucubración histórica del tipo: «Esto demuestra que la casa real y la familia de Dodi se han reconciliado». Poco después de la noticia bomba, Griso dejó caer sin rubor que el invitado no era Al Fayed, y aquí paz y mañana gloria. Y a Yagüe, pues que Santa Lucía le guarde la vista.

33 Pero si le quitamos el sonido al televisor queda de la boda una muy buena imagen. La realización fue excelente, especialmente en el interior de la abadía de Westminster, con una iluminación perfecta, unos planos cenitales espectaculares, un ritmo elegante y sin aspavientos y, lo principal, un repaso a los contrayentes y sus modelitos nítido y detallado. Gran pompa y circunstancia de la BBC, la ITN y Sky que, por un día, firmaron la paz y aunaron sus lentes para hacer de la sombría abadía un plató de cine. Por cierto, el encargado de poner este fantástico show en danza fue Diccon Ramsay, veinteañero que tiene en su haber ser el realizador de... ¡Factor X! Una boda tan real como la vida misma.