EL ACTOR RECITA EN UNA LIBRERÍA DEL RAVAL POEMAS DE UNA ANTOLOGÍA EDITADA POR ÉL DE AUTORES ARGENTINOS

Mortensen, pura poesía

FERRAN IMEDIO BARCELONA

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AViggo Mortensen, muchas de sus fans, tan extasiadas por su arte como actor como por su atractiva masculinidad, le dirían aquello de «poesía eres tú» de Gustavo Adolfo Bécquer. Ayer tuvieron la ocasión de decírselo a la cara, y de escucharlo casi de sus labios, porque el artista estadounidense recitó ayer en La Central del Raval cuatro poemas de Antología de la nueva poesía argentina, que incluye piezas de 22 autores. El intérprete, que vivió en Argentina de pequeño, es fundador y propietario de la editorial Perceval Press, que ha publicado esta obra. El guapo neoyorquino se metió en el bolsillo a las 200 personas que abarrotaron el primer piso de la librería con su papel de rapsoda y las sabrosas anécdotas que explicó.

CITA MULTITUDINARIA/ Antes de comenzar, Mortensen, que el año pasado estuvo en Barcelona para ver un concierto en la sala Apolo de John Doe and the Sadies («vengo menos de lo que querría porque me gustaría saber hablar mejor en catalán», confesó a este diario), comentaba en petit comité: «Espero que mi gancho como actor sirva para que haya venido gente». Ni se imaginaba que la cita fuera tan multitudinaria. El artista no daba crédito cuando llegó a la sala: «Barcelona y  Catalunya tienen fama de tener muchos lectores. Aquí están. Estoy impresionado». Y tras una breve presentación en catalán, comenzó a leer dos poemas de Fabián Casas y luego remató con dos más de Martín Prieto. Dedicó su «ejercicio teatral» a Néstor Kirchner, expresidente argentino fallecido ayer, porque «no fue perfecto pero algo hizo por la continudad democráctica del país».

Su intervención, acompañado por los poetas Gustavo López y Laura Lobov, supo a poco. «No se preocupen, no voy a leer todo el libro», había advertido al inicio. No le hubiera importado al público, con mayoría aplastante de mujeres que le preguntaron por la literatura y su estilo a la hora de escribir. «Tengo algo raro, un argot antiguo, porque me fui de Argentina con 11 años. Además, me inicié como poeta en inglés en EEUU». Las traducciones que han hecho de sus obras, que se incluirán en la segunda parte de la antología, no le acaban de convencer: «Traducción es traición», razonó.

El actor de El señor de los anillos, que firmó autógrafos durante casi una hora (lo mismo que duró la presentación del libro), se mostró relajado y cercano. Explicó entre risas cómo un día tuvo que escapar de las pedradas de los hinchas del Newell's tras un partido de fútbol, y cómo uno de ellos le reconoció: «Andate puto, ponete el anillo y desaparesé». Y escuchó con atención el poema de un espontáneo del público: «Ve al consulado, cámbiate el pasaporte y te fichamos para la próxima antología». Anoche solo se habló de literatura, no de cine. De su editorial, que incluso publica obras en ruso, no de sus películas.

Quienes todavía se extrañen de que el protagonista de Una historia de violencia, que dará vida al padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, en un filme, presentara un libro de poemas es que no sabe que es el actor de Hollywood más parecido a Leonardo da Vinci es también fotógrafo, escribe poesía, pinta y ha sido músico.

Entre el público no estaba Ariadna Gil, de 41 años, con quien se le relaciona desde hace casi un año. Se habían conocido en el 2006 durante el rodaje de Alatriste, cuando ella estaba casada con el cineasta y escritor David Trueba.