LA ACTRIZ, QUE CELEBRA HOY SU ANIVERSARIO, ESTÁ CONSIDERADA UNA DE LAS 100 ESTRELLAS MÁS SEXIS DEL SIGLO XX

Raquel Welch llega a los 70 años con un cuerpo de cine

Raquel Welch, con el famoso biquini de 'Hace un millón de años'. A la derecha, el pasado mes de julio, en la gala de los premios Tony, en Nueva York.

Raquel Welch, con el famoso biquini de 'Hace un millón de años'. A la derecha, el pasado mes de julio, en la gala de los premios Tony, en Nueva York.

EMILIO LÓPEZ ROMERO
NUEVA YORK

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Raquel Welch cumple hoy 70 años siendo una de las 100 estrellas más sexis del siglo XX. Miss Fotogenia. La mujer más fotografiada del año. Welch se ha colgado desde hace décadas casi todos los títulos que se puedan imaginar, incluido Miss Curvas. Pero si hay uno que de verdad hace honor a su físico es El cuerpo, asociado a su figura desde que apareció en Hace un millón de años ataviada con un biquini cavernícola de infarto. «Ser un sex symbol es como ser un convicto», llegó a decir la actriz.

Por sus venas corre sangre española y escocesa. Jo Raquel Tejada nació en Chicago, aunque pronto se trasladó con su familia a San Diego. Estudió interpretación y trabajó como chica del tiempo en una televisión local. Más tarde deslumbró en concursos de belleza y como modelo de ropa interior antes de debutar en el cine. Para entonces ya estaba divorciada y tenía dos hijos.

Su primer papel fue en 1964 en Roustabout, de la mano de Elvis Presley, y llegó a actuar al lado de los mejores. Desde Charlton Heston, Richard Burton y Frank Sinatra hasta John Travolta y Robin Williams. Pero pese a contar con más de una treintena de películas, su carrera nunca llegó a deslumbrar y Hollywood empezó a olvidarse de ella cuando otras jovencitas entraron en escena. El único premio que consiguió a lo largo de su carrera fue un Globo de Oro en 1973 por Tres mosqueteros.

COSMÉTICOS Y PELUCAS / Forget about it (2006) fue su última película y aunque sigue haciendo papeles esporádicos para televisión, desde hace tiempo centra sus energías en su carrera como empresaria en el mundo de la belleza. Fue de las primeras estrellas en sumarse a la moda del yoga en los años 80, ahora tiene su propia línea de cosméticos y una colección de pelucas y extensiones.

A los 19 años se casó con James Welch, el primero de sus cuatro matrimonios y padre de sus hijos, Damon y Thanee. «Nunca fui una madre típica. No horneaba galletas. Las galletas podían comprarse, el amor no», contó la artista. Tras el primer divorcio llegaron tres bodas -Patrick Curtis (1967), Andre Weinfeld (1980) y Richard Palmer (1990)- y el mismo número de fracasos. «De pequeños soñamos que con el amor todo se vuelve como la seda. Pero el matrimonio te obliga a muchos compromisos», declaró.

Welch sigue negando en la actualidad que su físico se deba a las expertas manos de un cirujano plástico, aunque las malas lenguas dicen que antes de dar el salto a los platós de Hollywood se sometió a una rinoplastia. La que fue un símbolo sexual de los años 60 y 70, en Más allá del escote, uno de los libros que ha escrito, revela que el secreto de su eterna juventud consiste en hacer ejercicio seis días a la semana y llevar una dieta equilibrada.