Bill Gates acude a la Fiesta del Sol de Cuzco

EFE / LIMA

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El multimillonario estadounidense Bill Gates ha presenciado, en la ciudad peruana de Cuzco, las celebraciones de la tradicional Fiesta del Sol, llamada Inti Raymi en quechua. Sin embargo, los asistentes se han quedado sin ver a la actriz Cameron Díaz, que según la prensa había confirmado su presencia.

Entre los miles de espectadores congregados en la Fortaleza inca de Sacsayhuamán, en la periferia de Cuzco, destacaba el hombre más rico del mundo, que siguió la representación de la celebración rodeado de sus guardaespaldas.

Otros tantos curiosos se abarrotaban en las afueras del complejo turístico, situado a 3.677 metros de altura, para ser testigos lejanos de la representación, a cargo de 600 actores y, además, poder admirar a la actriz estadounidense de origen cubano.

Fuentes consultadas han manifestado que Cameron Díaz no fue a la fiesta, a pesar de que medios peruanos habían anunciado que la actriz había aceptado la invitación de la Municipalidad Provincial del Cuzco para presenciar el acto.

Alrededor de 1.500 agentes de seguridad resguardaron los alrededores de la Fortaleza de Sacsayhuamán para evitar desórdenes durante las celebraciones que marcan cada solsticio de invierno.

La chicha sagrada

En el ancestral Inti Raymi, el Inca, con la ayuda de los sacerdotes o Willac Umus, pide al dios Inti que les favorezca con su poder divino para fecundar la tierra y procurar el bienestar de los hijos del Imperio incaico. Para que el Dios Sol les concediera prosperidad para el año venidero, los antiguos peruanos le ofrecían la chicha (bebida) sagrada, sacrificaban una llama (camélido suramericano) y le renovaban la promesa de fidelidad.

Según el cronista Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), la fiesta del Inti Raymi fue prohibida en 1572 por el Virrey español Francisco de Toledo o el "Conde de Oropesa" (1515-1584), quien consideraba que "era pagana" y que iba contra la religión Católica.

Debido a la vigencia, a partir de 1930, de la Corriente Indigenista en las artes, la escritura y la música, en Perú se decretó en 1944 la reinstauración del Inti Raymi, tal y como lo contó Inca Garcilaso de la Vega en sus Crónicas Reales.