Esta es la ciudad catalana donde está el mejor edificio sostenible de vivienda pública de España

La promoción B2 del barrio de Can Ribes de Gavà (Baix Llobregat) ha recibido el Premio AVS 2023 en las Buenas Prácticas de los Gestores Públicos de Vivienda y Suelo en la categoría de Edificación Sostenible de Obra Nueva.

Este reconocimiento, otorgado por la Asociación Española de Gestoras Públicos de Vivienda y Suelo (AVS), valora, según explican desde el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), las medidas de ahorro energético de la promoción, la adecuación del diseño en el entorno, la innovación, los sistemas constructivos que "favorecen un control pasivo del clima, el uso de materiales reciclables y la relación rendimiento-coste de la actuación".

Se trata de un edificio promovido por el AMB a través del Institut Metropolità de Promoció del Sol i Gestió Patrimonial (IMPSOL).

Integración con el entorno

En el caso de la promoción B2 de Gavà, el jurado ha destacado, entre otras cuestiones, la buena integración del edificio en el entorno, la apuesta por la arquitectura mediterránea a través de una configuración modular o el uso de energía renovable.

El acto de entrega de premios tuvo lugar este miércoles, 29 de marzo, en el Palacio de la Exposición de Valencia a las 20.00 h. La AVS reconoce las construcciones en las que el entorno tiene un peso especial y las viviendas no son meros habitáculos.

“En el caso de la nueva promoción de viviendas protegidas del IMPSOL, la construcción es en torno a un gran espacio verde interior permeable que fomenta la continuidad biológica y lúdica entre la sierra de Les Ferreres y el Parque Agrario del Baix Llobregat, y preserva el patrimonio natural y paisajístico”, comentan desde el AMB.

En total, consta de 136 viviendas, de las que 64 son de tres dormitorios, 64 son de dos dormitorios y 8 son de un dormitorio. Del total de pisos, 63 son de alquiler y 73 de venta. El edificio también dispone de un local comercial de 840 m2 útiles y un sótano con 136 plazas de aparcamiento.

Versatilidad

Las viviendas, pensadas tanto para el modelo tradicional de familia como para nuevas formas de habitar, potencian al máximo las relaciones con su entorno. Cada una de ellas está configurada por una serie de módulos de dimensiones similares, que pueden ser utilizados como sala, cocina o habitación. De modo que se pueden organizar de múltiples maneras, de forma que se flexibilizan los usos que se pueden desarrollar y permiten adaptarse a los cambios.

Cada estancia está rodeada de espacios de transición hacia el exterior: en la fachada, un balcón corrido de 1,3 m; hacia el patio –y de forma casi simétrica– unos espacios corredor que actúan como galería y convierten las zonas de circulación en sectores complementarios de 1,60 m, donde se incluyen los baños, zonas de almacenamiento o espacios anejos a las salas.

"Las viviendas se han diseñado teniendo en cuenta la perspectiva de género y rompiendo las jerarquías espaciales", señalan desde la administración metropolitana. "Todas las estancias son suficientemente amplias, lo que favorece su flexibilidad y versatilidad. Este diseño permite que las actividades domésticas se puedan llevar a cabo en espacios de calidad y que las puedan realizar dos personas a la vez. Además, la cocina se convierte en un espacio central de la vivienda, abierto y con visibilidad", añaden.

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