EL DECLIVE DEL PP EN LA COMARCA

El Baix Llobregat, la comarca donde cae el PP a excepción de Castelldefels

Manu Reyes, candidato del PP en Castelldefels, durante un acto en la ciudad

Manu Reyes, candidato del PP en Castelldefels, durante un acto en la ciudad / PP Castelldefels

A. Glasser

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Baix Llobregat se irguió en las elecciones municipales del pasado como la comarca de las mayorías absolutas del PSC. Y es que los socialistas consiguieron revalidar después de años sus gobiernos en solitario en grandes ciudades de la comarca como Cornellà, Gavà, Sant Boi, Viladecans o Esplugues, en unos comicios que dejaron además otros grandes titulares, como el auge de ERC y su afianzamiento en la primera línea de la oposición en la mayoría de estos municipios o la salida de muchos de estos ayuntamientos de la CUP y del Partido Popular.

Especialmente llamativo es el caso de los populares, que no solo han perdido representación en las grandes ciudades del Baix, sino que también lo han hecho en municipios de menor tamaño como Abrera, Olesa de Montserrat o Begues. En total, a raíz del 26-M, el PP se ha quedado fuera de 15 municipios de la comarca, que se suman a una docena más en los que los que ya no tenía representación.

Solo ha logrado mantenerse en tres de los treinta municipios del Baix Llobregat: Gavà, Esplugues y Castelldefels. En el caso de los dos primeros, aunque los populares han logrado conservar representación, lo han hecho por la mínima (5,75% de votos en Esplugues y 5,15% en Gavà) y reduciendo a la mitad su número de concejales, pasando de los dos ediles a uno. Castelldefels es, en cambio, la gran excepción, pues el PP ha logrado ser de nuevo -por tercera vez consecutiva- la lista más votada.

De 18 a 3 municipios tras el 26-M

Los comicios locales del pasado domingo dejaron a los populares fuera de algunos de los grandes consistorios de la tercera comarca más poblada de Catalunya, como son Cornellà, El Prat, Sant Boi y Viladecans, donde pasaron de tener dos concejales a no tener ninguno, así como de Sant Feliu, Sant Joan Despí, Sant Andreu de la Barca y Sant Just Desvern, donde tenían un edil y lo perdieron el 26-M.

Lo mismo sucedió en Begues, donde pasaron de 2 a 0 concejales, y en Abrera, Corbera, Esparreguera, Martorell, Olesa de Montserrat y Santa Coloma de Cervelló, donde perdieron al edil que obtuvieron en los anteriores comicios. Así hasta un total de 15 ayuntamientos, lo que significa que la formación ha pasado tras el 26-M de tener representación en 18 localidades a tenerla en tan solo tres.

El PP estaba fuera ya de una docena de municipios más de la comarca. En los casos de Cervelló, Collbató, Molins de Rei, Pallejà, Sant Esteve Sesrovires, Sant Vicenç dels Horts y Vallirana, los populares perdieron en las elecciones municipales de 2015 el edil o los ediles que tenían en el consistorio, y no han logrado recuperarlos en estos comicios.

Pero hay otros casos más singulares, como el de Castellví de Rosanes o Torrelles de Llobregat, donde los populares no han tenido nunca representación en los 40 años de ayuntamientos democráticos; lo mismo que en la Palma de Cervelló, que desde que se independizó de Cervelló, en 1989, tampoco ha tenido representación popular en el consistorio. Y en otros municipios, como Sant Climent o El Papiol, los populares no entran en el ayuntamiento desde antes de los 2000.

Castelldefels, la excepción al declive del PP en el Baix

La excepción a al declive del Partido Popular en el Baix Llobregat se encuentra en un caso concreto, el de Castelldefels (66.370 habitantes), donde el PP lleva tres comicios locales consecutivos siendo la lista más votada. Resultados que se repitieron este 26-M, donde los populares lograron mantener los 8 concejales que obtuvieron en 2015 llegando incluso a aumentar en número de votos, pasando de aglutinar el 27,24% de los votos en los anteriores comicios (6.499) votos) a hacerse con el 29,28% de las papeletas el pasado domingo (7.904).

Hasta el año 2011, Castelldefels formaba parte de la tendencia socialista que ha predominado en la comarca -en los grandes municipios especialmente- en las últimas cuatro décadas, situación que dio un vuelco ese año, cuando el PP logró desbancar de la primera posición al PSC, que cayó de 9 a 7 concejales, mientras que los populares pasaron de 5 a 8, cifra que han mantenido desde entonces.

Como ha sucedido con el PSOE en las elecciones del 26-M, el año en que se celebraron los comicios locales coincidió con la victoria del PP en las generales (si bien fue a posteriori), por lo que la tendencia al alza de los populares en 2011 se dio también en el resto de municipios de la comarca.

Un ejemplo claro (y que se repite en la mayoría de grandes municipios) es el Cornellà, donde el PP fue segunda fuerza en los comicios locales de 2011, con el 16,03% de los votos, y lo fue también en las generales, con el 22,62% de los votos, pero decayó en los siguientes comicios de 2015, donde a nivel local pasó a ser 6a fuerza (7,84% de los votos) y en las generales salió como 4a fuerza (12,36%).

Así, y mientras que en el resto de poblaciones el auge del PP pareció ser una tendencia en sintonía con la dinámica que se dio en todo el país en las generales (en las que el PP logró mayoría absoluta), que igual que aumentó en 2011 fue bajando progresivamente en los siguientes comicios, en Castelldefels los populares lograron mantenerse.

Pacto de la oposición para frenar un gobierno del PP

Pese a ser la lista más votada en las tres últimas citas con las urnas, los populares gobernaron en Castelldefels solo durante un mandato, del 2011 al 2015, pues en los comicios de aquel año un pacto a cuatro entre PSC, Movem (ICV-EUiA), ERC y Catalunya Sí que es Pot (Podemos), al que luego se sumó el PDeCAT, permitió a la oposición arrebatarle la alcaldía al PP.

La poca diferencia entre PSC y Movem (apenas separadas por 60 votos) hizo que acordaran repartirse la alcaldía, de modo que los dos primeros años estuvo al frente del consistorio Candela López (Movem) y los otros dos fue María Miranda (PSC) quien ostentó el cargo. La entrada del PDeCAT al gobierno hizo que el PP intentara por todos los medios un pacto con el PSC -cediéndole incluso la alcaldía-, acuerdo que los socialistas se negaron a aceptar.

Los resultados de las elecciones del 26-M dibujaron un panorama parecido al de las anteriores, con el PP como primera fuerza, seguido de PSC (6 concejales), Movem (4), ERC (4), Cs (2) y Junts (1), lo que hace temer a los populares que las fuerzas de izquierdas reeditarán el pacto del pasado mandato.

Manu Reyes, alcaldable del PP, ha reconocido en declaraciones a ACN que su triunfo en Castelldefels es “agridulce”, pues ve “muy probable” que las izquierdas mantengan un pacto que “sospecha” que está listo desde antes del inicio de la campaña. “Las dinámicas de los partidos influyen”, asegura en alusión a la incidencia de las generales en los comicios locales, que en esta ocasión han favorecido el auge del PSC en el cinturón rojo.

Pese a que reconoce que tiene pocas posibilidades de ser investido alcalde, Reyes cree que “tendría todo el sentido” que la fuerza que ha ganado los comicios tuviera la posibilidad de hablar con el resto de partidos para intentar formar gobierno y asegura que su formación está dispuesta a hacerlo “sin poner líneas rojas siempre que se hable del interés de los ciudadanos”.