PLAN CLIMA Y ENERGÍA 2030

El AMB aprueba un plan para luchar contra el cambio climático y llevar a cabo la transición energética

El territorio metropolitano se compromete así a reducir las emisiones de CO2 un 40% y aumentar el uso de energías renovables un 30% para 2030

Un episodio típico de anticiclón y contaminación sobre el cielo de Barcelona.

Un episodio típico de anticiclón y contaminación sobre el cielo de Barcelona. / DANNY CAMINAL

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El pleno del Consejo Metropolitano del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) del mes de septiembre aprobó por unanimidad la estrategia climática Plan Clima y Energía 2030 para luchar contra el cambio climático y llevar a cabo la transición energética hacia un modelo energético que abandone los combustibles fosiles y apueste por el ahorro y la eficiencia energética.

El objetivo del plan es provocar un cambio de hábitos en la ciudadanía del territorio metorpolitano alineados con las directrices que ha fijado la Unión Europea a todos sus miembros para 2030, y que exigen un descenso de las emisiones de CO2 en un 40%, un aumento del uso de energías renovables del 30%, y la mejora de la eficiencia energética en un 30%.

El vicepresidente de Medioambiente del AMB, Eloi Badia, asegura que con la aprobación del plan se ha hecho "un paso hacia adelante muy importante" para que el AMB pueda cumplir los objetivos de cambio climático de la cumbre de París.

El área metropolitana prevé lograr la reducción del 40% de las emisiones uniendo las acciones contempladas dentro del Plan conjunto, que se espera hagan disminuir las emisiones en un 13,2%, y las impulsadas por los propios consistorios que aglutina el AMB, que se prevé que supongan un 26,8% del descenso, alcanzando así el 40% total.

Dentro de las acciones impulsadas directamente por la administración de la zona metropolitana, un 24% de la reducción de emisiones correspondrá a mejoras en las instalaciones metropolitanas -renovación de plantas de tratamiento de residuos y depuradoras, por ejemplo-.

Un 35% correspondrán a mejoras en eficiencia energética, como la implantación de fuentes de energía sostenibles, y un 41% a cambios en la movilidad, que incluirán el fomento del uso de vehículos eléctricos y bajos en emisiones en el sistema de transporte público. 

En este sentido, el Plan Clima y Energía 2030 comparte objetivos con algunas de las estrategias metropolitanas ya en marcha o en proceso de aprobación, como el Plan Director Urbanístico (PDU), el Plan Metropolitano de Movilidad Urbana (PMMU), y el nuevo Programa Metropolitano de Gestión de Residuos Municipales, entre otros.

Un plan en cuatro ejes

El Plan Clima y Energía 2030 contempla hasta 96 acciones diferenciadas, todas ellas con aplicación práctica en el territorio y divididas en cuatro ejes: "renaturalizar" espacios, potenciar la generación de energías renovables y mejorar la eficiencia energética, sensibilizar la ciudadanía para implicarla en la lucha contra el cambio climático, y conseguir una plena coordinación con los ayuntamientos metropolitanos.

En el ámbito de la naturalización de espacio toman especial relevancia la gestión de los recursos hídricos y la recuperación de la infraestructura azul y verde metropolitana para hacer frente a la previsible disminución de recursos hídricos que supondrá el cambio climático y potenciar el uso de recursos alternativos. 

En este aspecto, el Plan pretende hacer frente también a la esperada subida del nivel del mar que, según el AMB, podría afectar de lleno a las playas metropolitanas, que se podrían ver reducidas hasta en un 50%. Por eso toman especial relevancia proyectos como 'Dunas Híbridas', centrado en recuperar los paisajes de dunas naturales característicos de las playas de Castelldefels, Gavà y Viladecans.

También en esta línea de 'adaptación' al cambio climático, el AMB apostará por aumentar la cantidad de espacios verdes urbanos de la Red de Parques Metropolitanos y por la creación de un mapa de "refugios climáticos", compuesto por espacios públicos donde la población más vulnerable (tercera edad, niños) puedan evitar los efectos de las olas de calor.

Una apuesta por las energías renovables

Con la intención de convertir al territorio metropolitano en una apuesta firme por las energías renovables, el Plan del AMB quiere fomentar la instalación  de placas fotovoltaicas en las cubiertas de varios edificios públicos de los municipios metropolitanos, considerando que la energía solar es la fuente con más potenciar y rendibilidad en el territorio. 

Así, de cara al 2019, se espera tener una primera fase completada con 8 instalaciones públicas equipadas, que serán capaces de generar una parte de la electricdad que consumen, reduciendo el uso de combustibles fosiles y apostando por una energía limpia y de proximidad.

También en esta línea, el AMB seguirá apostando por instaurar una red de Fotolineras Laborales, cuya electricidad generada se destina simultáneamente a la carga de vehículos eléctricos y a proporcionar energía a la instalación pública que tienen al lado.

Más fotolineras laborales en 2019

Actualmente, el área metropolitana cuenta ya con tres instalaciones de estas características, que están ya funcionando en Esplugues -provisionalmente retirada por las obras en la plaza del Ayuntamiento-, en Sant Feliu y entre Gavà y Viladecans. Entre las tres ya han conseguido ahorrar a día de hoy más de 7.057 kg de Co2.

Además de las mencionadas, durante el primer semestre se instalarán nuevas fotolineras laborales en Castelldefels, Cornellà, L'Hospitalet, Molins de Rei, Montgat, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi, Sant Climent y Sant Vicenç dels Horts.

La instalación de estos proyectos, contando cubiertas solares y fotolineras, supondrá una potencia total de 604 kWp, equivalente para dotar totalmente de electricitat anualmente a 250 viviendas, y un ahorro económico para los ayuntamientos de 71.000 euros anuales.

Casi 12 millones en tres años

A largo plazo y con horizonte 2030 se prevé además instalar 380 placas solares en edificios públicos de todo el territorio, además de desarrollar una gran red de fotolineras laborales formada por hasta 100 estaciones. 

En principio, el AMB estima que el conjunto de actuaciones previstas para los primeros tres años de aplicación del Plan Clima y Energía suponga un desembolso económico de un total de 11.774.817 euros.