Comer por menos de 15 €

Menú del día: Bar-Restaurant Hermanos Méndez, escoltando el paseo de Sant Joan

Este establecimiento familiar que da bien de comer ofrece cinco opciones para el primero, el segundo y el postre

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Las albóndigas en salsa de tomate de Bar-Restaurant Hermanos Méndez.

Las albóndigas en salsa de tomate de Bar-Restaurant Hermanos Méndez. / Alberto García Moyano

Alberto García Moyano

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Con esto de que últimamente me acerco bastante a menudo por la zona de Sagrada Família, me cuesta nada y menos visitar el barrio de Camp d’en Grassot (i Gràcia Nova) en busca de sitios que hay pendientes. Es una zona, debo decir, con una densidad de buenos menús del día por metro cuadrado, así que hay unas cuantas reseñas pendientes por aquí. Y voy a intentar hacer todas las que pueda porque, en una zona rodeada de tres focos como son Gràcia, paseo de Sant Joan y Sagrada Família, que haya esta variedad de locales me tiene loco (de contento, se entiende).

Bar-Restaurant Hermanos Méndez

Indústria, 22. Barcelona

Tf: 93.458.98.64

Precio: 14 €

De entre las múltiples opciones posibles, el azar (y las ganas de pasear a la hora de comer, antes de que comenzasen estas altísimas temperaturas) nos llevaron al Bar-Restaurant Hermanos Méndez. Muy cerca de paseo de Sant Joan y casi pegando a uno de los muchos pasajes que nos brinda la ciudad en esa precisa parte. Bocanadas de aire fresco entre el bullicio cuadriculado del urbanismo del Eixample.

La entrada de de Bar-Restaurant Hermanos Méndez.

La entrada de de Bar-Restaurant Hermanos Méndez. / Alberto García Moyano

No puedo decir mucho más de este lugar porque, el día que fuimos nos fue como un guante. Buscábamos sentarnos con tranquilidad en un sitio familiar y que dieran bien de comer. Tópico, ¿verdad? Pues quizás un poco, pero llegar, sentarse y que te sientas rápidamente en familia tiene su cosa. Y más si las expectativas las tienes puestas en lugares como el Becerrea, donde su comedor se convierte en el de tu casa. Como en tantas otras casas, en Hermanos Méndez el mantel te desea un buen ágape en cuatro idiomas, pero aquí aún sienta mejor. No sé explicar muy bien el porqué.

El caldo gallego de de Bar-Restaurant Hermanos Méndez.

El caldo gallego de de Bar-Restaurant Hermanos Méndez. / Alberto García Moyano

Tanto para el primero, para el segundo o para el postre, son cinco las opciones que te plantean en este menú de 14 € y que, de inicio, ya te adelanta qué hay de postre (cosa que se aprecia, sin duda). En nuestro caso, sobre el primero no hubo discusión porque, apurando los últimos días de paz climática, nos tiramos a por el caldo gallego. Caldo gordito y bien tupido, sin racaneo, de los que quitan el hambre por sí solos y se asientan el estómago si has tenido una mañana laboralmente compleja (por ser generosos).

El hígado encebollado de de Bar-Restaurant Hermanos Méndez.

El hígado encebollado de de Bar-Restaurant Hermanos Méndez. / Alberto García Moyano

Para el segundo hubo cierta división de opiniones que, como tiende a ocurrir, contribuyó a enriquecer la comida porque, mientras mi acompañante se hizo con un hígado encebollado tierno y casi-casi dulce (es decir, buen material y bien tratado), servidor de ustedes no pudo resistirse a las albóndigas en salsa de tomate.

Un plato, el de albóndigas, que no probaba en un menú desde la visita a Bar Alfredo y que me trajeron gratos recuerdos, porque esa salsa de tomate y esas albóndigas bien podían haberlas hecho allí o también en mi adorado Bar Estadio. Sí a la albóndiga esponjosa y más sí aún a acompañarlas con esas magníficas papas fritas.

Las natillas de Bar-Restaurant Hermanos Méndez.

Las natillas de Bar-Restaurant Hermanos Méndez. / Alberto García Moyano

Debe ser un tierno -y espero que no engañoso- recuerdo de infancia, pero con el tiempo voy desarrollando una importante querencia por pedir natillas cuando están a tiro. Tanto es así que no sé qué ocurrirá el día que me den a escoger entre papá y mamá: natillas y flan; hecho que, por cierto, no entiendo por qué aún no ha ocurrido. Lo bonito de ello es que esta querencia se asienta sobre mimbres consistentes, porque natillas como estas son las que perpetúan la leyenda.

Sitios como este son los que contribuyen a que mantengamos la fe. Entre tanta tensión y en una zona de altísima tensión, un respiro, una bocanada de aire fresco. Larga vida a los Hermanos Méndez.