Gastronomía asequible
Barcelona buena y barata: Romita, el bocadillo de pollo con 'kimchi' más crujiente de Barcelona
Este bar sobrio está regentado por Gala Massetti y Jordi Saavedra, cocineros de mirada afilada, un pasado de formación y experiencia en alta cocina que también son dueños del vecino Bar Roma
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El bocadillo de pollo con 'kimchi' de Romita. / Òscar Gómez

Qué importante es cumplir las promesas, también en el comer. Y este pollo cruje, cruje muchísimo. Es un terremoto a mordiscos, nivel 9 en la escala Ricther-palatal. Es una delicia de carne jugosa y empanada, y luego frita, y luego salseada y vuelta -esta vez literalmente- a poner entre panes. Servido en un plato metálico sobre una mesa de mármol blanco. Este pollo es una promesa cumplida, un placer sencillo y excelente. Este pollo es una barbaridad.
Romita
Calàbria, 181. Barcelona
Bocadillo pollo crujiente y 'kimchi': 10 €
Ensaladilla: 6,70 €
Bikini: 5,50 €
Instagram: @romitabcn
Gala Massetti y Jordi Saavedra son cocineros de mirada afilada, un pasado de formación y experiencia en alta cocina y un presente de pies pegaditos al suelo de gozar y disfrutar. Romita es un bar, un bar sobrio. Con una barra metálica bastante alta, una cocina completamente desnuda y una esencialidad tan austera que incluso los productos de nevera están a la vista, en una vitrina enorme, bajo la barra. Ahí tienes las frutas, los embutidos, las salsas... Romita es lo que ves, Romita es lo que hay.

El bikini, otro imprescindible de Romita. / Òscar Gómez
“Abrimos el Romita a finales de septiembre del 2024 porque siempre quisimos un lugar de desayunos donde se pudiera pedir una milanesa con un 'flat white' a cualquier hora. Al ser desayunos y comidas la propuesta fuerte, nos pareció ideal mover los bikinis del Bar Roma al Romita”, explica la cocinera.

Gala Massetti y Jordi Saavedra, en la puerta de Romita. / El Periódico
Situados ambos locales a unos 50 pasos de distancia -contar pasos es una frikada, pero desde la puerta de cada local se puede ver el otro, había que probar-, el Roma es conocido, entre otras cosas, por tener uno de los mejores bikinis de Barcelona.
“El sándwich de pollo 'kimchi' lo hacemos con contramuslo, para que sea bien jugoso. Y lo rebozamos de manera tradicional: harina, huevo y pan rallado. El pollo está previamente marinado en seco. La salsa la hacemos con una base de 'kimchi' coreana y mayonesa” explica Gala. El pan es un 'brioche' de exterior brillante y caramelizado, miga extremadamente tierna, resulta prodigioso que aguante el peso del contenido sin desmenuzarse.
Trozos de pollo gruesos
El bocado es obligatoriamente generoso, porque los trozos de pollo son gruesos -mira bien en la foto inicial, y regodéate con su tamaño; son un fiestón-. La salsa te va a resbalar por las mejillas casi sin remedio. Es la vida golosa llamando a tu paladar. Gol.

La ensaladilla con remolacha encurtida de Romita. / Òscar Gómez
Otra joya del Romita es su ensaladilla. “Si bien la carta es parecida a la de Bar Roma, tanto la ensaladilla como las croquetas son diferentes. La ensaladilla del Romita es vegetariana y tiene patata, huevo, hierbas frescas y una emulsión de remolacha encurtida”.
Es una ensaladilla blanca donde la patata es la cremosa protagonista, la emulsión de remolacha encurtida aporta matices dulces y acidulados, muy interesante porque en ambos casos lo hace con equilibrio y control. Que entre las hierbas frescas haya eneldo, que aporta un matiz anisado, es otro acierto. Gol.
Presentación sexi y golosa
El resultado final es vistoso y sabroso, que siendo crucial lo segundo, es también destacable que desde una apariencia informal sepan presentar sus platos de manera sexi y golosa. La esencialidad no está reñida con la estética, jamás.
Para los golosos, Gala explica la parte dulce de la carta: “Actualmente puedes elegir entre el tiramisú (con café de Nomad Coffee) o nuestra versión de 'plum cake': 'cake' de cerveza Guinness y cacao con 'frosting' de cacao y mascarpone, aceite de oliva y sal”.
Y ya puestos, habrá que darle un tiento al bikini. Es prácticamente obligado si visitas el local. Lo untan bien con mayonesa por sus caras externas antes de darle calor, y este es uno de los secretos de esta delicia. La mayonesa dora, cristaliza y aporta un sabroso crujiente. Si con mantequilla por fuera los bikinis están buenos, con mayonesa están aún mejor.Planchan y la caramelizan, y para cuando el calor ha penetrado el interior consiguiendo fundir el queso, la capa externa ya es una piel crujiente y dorada. Lo sirven con salsa picante en un cuenquito que acompaña.
Ofrecen una versión vegetariana con berenjena y queso, que está muy rica, pero no tanto. Es muy bestia este bikini, gol por la escuadra. Y ya está.
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