Adiós a un referente

Muere Paco Solé Parellada, propietario del restaurante 7 Portes

El empresario ha fallecido a los 81 años

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Francesc Solé Parellada, con el manuscrito 'Receptari Caules. Cuina menorquina del segle XVIII'.

Francesc Solé Parellada, con el manuscrito 'Receptari Caules. Cuina menorquina del segle XVIII'. / Marta Pérez (EFE)

Cata Mayor
Europa Press
Barcelona
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El propietario del restaurante barcelonés 7 Portes, Paco Solé Parellada, ha muerto este jueves de madrugada a los 81 años. Hasta los últimos días ha estado al pie del cañón dirigiendo el establecimiento.

Así lo ha informado la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició en un mensaje en redes sociales recogido por Europa Press -entidad de la cual era académico-, que ha lamentado su fallecimiento: "Una pérdida irreparable para la gastronomía y la cultura catalanas". En un 'story' de Instagram, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha asegurado que Solé Parellada ha dejado una "huella imborrable". "Nos ha dejado no solo un referente de la gastronomía, sino una figura irremplazable de nuestra cultura".

Desde su posición como dueño de un restaurante histórico de Barcelona (fundado en 1836), se preocupó por defender el rico bagaje culinario de la gastronomía catalana de dos maneras.

Una, a través de la carta de su establecimiento de referencia (hoy en día vende unos 200.000 arroces al año), del pequeño espacio en el local contiguo (La Barra del 7 Portes) y del que abrió en 2022 en la zona alta (La Barra del 7 Portes Galvany), ofreciendo a los comensales más de 300 platos minuciosamente documentados y actualizados, como el pijama, ese postre (melocotón en almíbar, flan, nata con guindas, ciruela, helado de vainilla y helado de frambuesa) que nació allí en 1951 como adaptación del 'peach' Melba y que es tan difícil de encontrar en otros sitios.

Entre sus clientes, cualquier famoso de cualquier época: Ava Gardner, Dalí, Picasso, Miró, John Watyne, Robert de Niro, Sarah Jessica Parker, Sigourney Weaver, Rafael Alberti, Lou Reed, Pelé, Woody Allen, Federico García Lorca, Che Guevara, los reyes de España, Orson Welles...

Colección de recetarios históricos

Su otra manera de preservar la memoria gastronómica de Catalunya fue editar una colección de recetarios antiguos, que recopila y difunde recetas históricas con el apoyo de un consejo científico de expertos en historia, filología y nutrición. Por todo ello, Solé había sido distinguido en 2024 con el Premi Nacional de Gastronomia.

Criado en una familia de restauradores de Granollers con raíces vinculadas al oficio que se remontan hasta el siglo XVIII (los Parellada de la Fonda Europa y su prima era la chef de Semproniana, Ada Parellada), comenzó muy joven en el restaurante donde nació y vivió (en el piso de arriba) y del que se habían hecho cargo sus abuelos en 1942. A los 7 años ya trabajaba en el mostrador, los días festivos; a los 14 en el comedor y a los 28 compró el restaurante a su padre.

Ingeniería industrial y ciencias económicas y empresariales

"Allí absorbió los secretos de la cocina catalana como un aprendiz devoto. A medida que crecía, su curiosidad y pasión por el oficio le llevaron a explorar otros caminos, como la ingeniería industrial y las ciencias económicas y empresariales", recordó la Acadèmia Catalana de Gastronomia en la presentación del galardón que concedieron al empresario, que fue catédratico en Ingeniería Industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona (UB).

Con esa base pudo combinar con éxito sus dos pasiones: la gastronomía y la gestión de empresas. "Su dedicación y compromiso han sido reconocidos con numerosos premios y reconocimientos, pero su verdadero legado es el regalo que hace a todos los amantes de la gastronomía catalana: una experiencia única y auténtica que nos transporta a las raíces y sabores de la nuestra tierra".

"Inteligentísimo, bueno y generoso"

Uno de los que más ha lamentado su pérdida ha sido Toni Massanés, director de la Fundació Alícia y amigo de Solé Parellada, al que había ayudado a crear la colección de recetarios históricos. "Era alguien extraordinario, inteligentísimo, que sabía de todo porque tenía mucha cultura y un sentido del humor increíble". "Y, además, -añade- era una de las personas más buenas y generosas que he conocido en mi vida".

"Aunque él ya colaboraba con fundaciones que ayudaban a estudiar a niños sin recursos, me pidió que le echara una mano porque me dijo que quería hacer algo por la sociedad", recuerda. Y ese "algo" fueron los libros. "Ha hecho mucho por la gastronomía catalana y nunca reclamó nada a cambio; al contrario, puso dinero de su bolsillo". "Pero es bonito ver el reconocimiento que ha tenido en todos los ámbitos, incluso en vida, porque era muy apreciado en el mundo empresarial y universitario. Sin duda, hizo que el mundo fuera un poco mejor".