Wine bar al natural

La tendencia de tomar vinos sin sulfitos ha venido para quedarse. Descubrimos algunos de los bares de Barcelona dónde degustarlos, en una ruta desde los más novedosos, hasta los ya consolodidados  

Bares como Garage se han hecho un lugar entre los amantes del vino

Bares como Garage se han hecho un lugar entre los amantes del vino / CEDIDA

Núria Bonet

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Mucho se ha escrito ya sobre los vinos naturales, esos caldos con alma y con mucha personalidad que han conquistado los paladares de los más atrevidos y exigentes. Una tendencia de consumo al alza que han captado ya bares y restaurantes, dónde poder ir a catar esta modalidad trendy acompañados de una restauración a la altura.

El placer de tomar una copa de vino, de dejarse sorprender y de seguir las recomendaciones del sommelier, mientras se pica alguna delicia para comer. Esta propuesta ya está más que asentada en Barcelona pero quizás son todavía no tan comunes los bares que optan por ofrecer vinos naturales.

Los vinos naturales son aquellos que han sido elaborados respetando al máximo la naturaleza, con la mínima intervención, aprovechando los recursos naturales, promoviendo la biodiversidad y generando los mínimos residuos. Son los vinos sin sulfitos añadidos, es decir, que en estos caldos artesanales sólo se encuentra el poco sulfuroso que se produce de forma natural durante la fermentación alcohólica.

Para muchos, pasan a ser sus favoritos, porque estos vinos tienen una personalidad única, tienen alma. Para degustarlos, nada mejor que acercarse a algunos de los nuevos bares abiertos en Barcelona. Inevitable abrir la lista con Glug Bar (Viladomat, 289), que parece estar en boca de todos y más si cabe con el reciente Premi Cuiner Gastronomic Forum Barcelona 2024, que les concede el título de mejores cocineros emergentes de Catalunya del año. Ellos son la italiana Beatrice Casella (Hisop) y el catalán Iván García (Direkte Boqueria y Aürt) y dirigen un bar de vinos.

Tienen más de 200 botellas de vino natural o de intervención mínima para degustar en el local. La media docena de grifos con blancos, tintos, rosados y espumosos encastados en la pared ya son toda una declaración de intenciones. Pero lo que distingue a Glug Bar del resto de bares de vino, son sus excelentes platillos para compartir, muchos de ellos con un mix con acento italiano y catalán: aceitunas de Abruzzo rellenas de pollo asado a la manresana, croquetas de macarrones (sí, con macarrones enteros dentro) o albóndigas con conejo escabechado e hinojo.

Beatrice Casella e Iván García, del premiado Glug Bar, en el Eixample.

Beatrice Casella e Iván García, del premiado Glug Bar, en el Eixample. / CEDIDA

En el Eixample

Otra novedad de la pasada primavera es Público (Enric Granados, 30), un wine bar que, con cerca de 200 referencias a descorche y más de 35 de vinos a copas, se ha ganado los corazones de los fans de esta bebida. La selección de vinos va a cargo de Xavi Nolla. Ubicado en pleno Eixample, cuenta con un espacio expositivo para sus atractivas botellas, que se pueden adquirir a precio de tienda en un horario que salvará a más de uno: hasta las 23h. Si se quiere descorchar en la sala se añaden 8 euros al precio.

Pero es que quedarse en Público resulta una gran opción puesto que, a parte de ser un bar de vinos, se presenta como una Taberna Gastronómica. Y lo es, ya que está al mando de la cocina Edgar Martínez (Saüc), que apuesta por producto de temporada y pescado de la lonja del día.

De barrio

Y todavía otra novedad que llama la atención: Sin Mala Uva (Provença, 369). Se trata de un bar de vinos regentado por Sandra Lozano y Noelia Bello, con larga experiencia en bodegas de Baja California, Alemania, Francia y el Montsant, que decidieron abrir un local en Sagrada Familia. Contra lo que pueda parecer, se han ganado a una clientela local (90% vecinos vs. 10% turistas) por sus cerca de 180 referencias y una veintena de vinos a copas que cambian mensualmente.

«Aquí se bebe buen vino, auténtico, sin manipulación excesiva», aclara Sandra Lozano, que apuesta por productores locales y por “vinos no convencionales”. Y en esta categoría, como no, aparecen los preciados vinos naturales. Cuentan con cerca de 40 caldos referenciados en carta y se pueden acompañar de auténticas delicatessen como ostras frescas de Normandía, jamón extremeño y sobrasada mallorquina o platos no elaborados in situ pero sí gourmet.

Clásicos contemporáneos

Para los amantes del vino, no es un secreto que pueden encontrar las mejores referencias en auténticos clásicos como son L’ànima del Vi (c. dels Vigatans, 8), Bar Brutal (c. de la Princesa, 14), Garage Bar (c. Calàbria, 75) o Monocrom (pl. Cardona, 4).

Bar Brutal

Bar Brutal / CEDIDA