Para los nostálgicos del verano

Vivero Beach Club se asoma al Mediterráneo con una propuesta culinaria basada en el producto del mar

Comedor del Vivero Beach Club

Comedor del Vivero Beach Club

ALBERTO GONZÁLEZ / Barcelona

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Se autodenomina un chiringuito 'cool'. Sin embargo, eso puede dar pie a la confusión. Porque Vivero Beach Club es mucho más que el lugar donde aplacar el calor veraniego con una cerveza helada. De hecho, en la temporada baja –cuando Sitges recupera su encanto original, dada la ausencia de turismo– el restaurante aprovecha para potenciar otros de sus muchos atractivos. El primero, su espectacular ubicación: colgado en un acantilado del extremo norte del municipio, se deja caer sobre la inmensidad del Mediterráneo, que tanto le regala soleadas estampas marítimas como espectaculares tormentas, que azotan la rocas unos metros más abajo.

Sus espacios diferenciados (desde el restaurante a las terrazas) permiten extender el servicio del desayuno a la cena, pasando por la hora del aperitivo, el almuerzo o las copas antes de anochecer. La suya es una cocina apta para todos los públicos y cercana, donde se prima la calidad y un trato respetuoso del producto. Una de sus apuestas principales es –como es lógico– el producto del mar, que viene directamente de la lonja. De ahí que los mejillones y las almejas al vapor, los chipirones de playa a la andaluza o las croquetas de gamba sean muy codiciados. Luego están, por supuesto, los 'suquets' de pescado hechos a la cazuela, los pescados a la brasa, la mariscada, las especialidades en atún rojo o los arroces (tienen ocho tipos diferentes).

Con una superficie total de 750 metros cuadrados (para 180 personas sentadas o 450 personas en formato banquete), Vivero Beach Club es también un espacio ideal para la celebración de fiestas o eventos privados. En verano, además, tiene acceso directo a dos calas (punta de les Marbres, a la que se accede desde la Terraza Beach; y playa Fonda, que tiene acceso desde el restaurante). Como punto diferencial, el establecimiento también ofrece la posibilidad de saborear su carta sin moverse de una embarcación (el restaurante se encarga de llevar todas sus especialidades hasta la cubierta del barco).