'Pastadicción'

Musiú rinde homenaje a la cocina italiana desde este cálido local de estilo cosmopolita

El establecimiento, visto desde la puerta

El establecimiento, visto desde la puerta

ALBERTO GONZÁLEZ / Barcelona

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Pocas marcas han alcanzado una repercusión mundial como lo ha hecho 'Made in Italy'. Un sello genérico cuyas connotaciones, sin embargo, son comúnmente compartidas. Tienen que ver con cierto gusto estético y la alegría de vivir, una forma de ser y hacer que traspasó las fronteras de los Alpes y el Mediterráneo hace décadas, para acabar acomodándose globalmente.

Y, sin duda, uno de los ámbitos que más ha contribuido a esta holgada implantación ha sido la gastronomía, con una mención especial a la pasta. Porque según un sondeo llevado a cabo por la organización Oxfam hace pocos años, este es el plato más popular a nivel internacional. Se come cuantiosamente en Europa, pero también en otros destinos menos previsibles, como Túnez, Irán o Chile, que ocupan puestos destacados en la clasificación elaborada por la Organización Internacional de la Pasta.

Según esta misma fuente, Venezuela es el segundo consumidor de pasta por cápita, lo que justifica que, con los años, se haya convertido en digna competidora incluso para los italianos. De su buen hacer da fe Musiú, un nuevo restaurante abierto hace pocas semanas el centro de Barcelona (Pau Claris, 112). Sus socios, tres jóvenes venezolanos, son los artífices de una propuesta gastronómica informal, pero no por ello menos deliciosa. Un local abierto a la calle, con unas pocas mesas, que invitan a un ágape rápido, que va de las 'focaccias', a las ensaladas, pasando por las piadinas (especialidad italiana que, para algunos, recuerda a las quesadillas mexicanas).

El nombre del negocio proviene del vocablo francés 'monsieur', que es como los venezolanos se referían a los recién llegados europeos

Sin embargo, mirando la carta, la vista se dirige inevitablemente hacia la pasta. Además de los 'fusillis' (espirales) y los 'rigatoni' (macarrones gordos) –con salsas originales y bien equilibradas–, destaca la pasta fresca rellena. Por ejemplo los 'fiocchis', saquitos rellenos de pera y gorgonzola con un pesto de rúcula, reducción de balsámico, frutos secos y cebollino. O la especialidad Ávila, margaritas hechas a mano y rellenas de manzana y cebolla caramelizada, con crema de gorgonzola, rúcula y piñones. Los artífices también recomiendan la variedad Salvaje, compuesta por 'orecchiette' (pasta en forma de orejitas) con salsa de jabalí estofado, que sacia con contundencia los estómagos más demandantes. Realmente no son muchas referencias, pero están muy bien estudiadas. Eso sí, hay que dejar hueco para alguno de los postres (su versión de tiramisú, el pastel de chocolate o la 'panna cotta'), que se sirven originalmente en vasitos de yogur.

Para acabar, una sorpresa, íntimamente ligada a la gastronomía italiana. La última cara de la carta está dedicada al café, pero en múltiples variedades frías y calientes (un 'blend' elaborado por Cafés El Magnífico especialmente para Musiú). Desde el Moca Nutella (con leche, chocolate y Nutella) hasta el Portugal (con limón y azúcar) o el Hong Kong (con té negro y leche condensada). Un guiño a la diversidad de recetas con las que se prepara esta semilla tostada y molida.