Violencia en el fútbol
Transfuguismo ultra: el gallego que pasó de 'antifa' en el Pontevedra a ultra neonazi del Frente Bokerón de Málaga
El radical Argibay fue uno de los hinchas radicales que estuvo en Riazor, un estadio que ya visitaba como adolescente, cuando su opción política era la contraria
El Frente Bokerón llegó, la lió y se marchó de A Coruña el mismo fin de semana. Una turba de unas 200 personas arrasaron la noche del sábado algunos lugares representativos de los ultras del Dépor, como un bar cercano a su estadio, en el que se encontraban tres Riazor Blues, según fuentes policiales, y donde había una bufanda del grupo rival. También destrozaron mobiliario urbano de las zonas adyacentes. Huyeron en varias furgonetas que habían alquilado para moverse por la zona.
Una comitiva, la del Frente Bokerón, que no estaba compuesta únicamente por hinchas malacitanos. Ultras llegados de otras partes de Galicia, como Ferrol, o malagueños residentes en Galicia; formaron parte del batallón de radicales que sembró el pánico en la ciudad gallega. Entre ellos, según demuestran las fotos hechas en el interior de Riazor, se encontraba un personaje turbio, un viejo conocido de las gradas más radicales de España, tanto de extrema izquierda como de extrema derecha.
Un perfil conflictivo más allá de las ideologías
Se trata de A.A.M., más conocido como 'Argibay'. Un ultra de Pontevedra de 34 años, que en su día estuvo vinculado a grupos como Furya Granate, ultras del Pontevedra CF, disuelto en 2015, o a los propios Riazor Blues, el núcleo más potente dentro del entramado de grupos ultras en Galicia. El espacio común entre todos era Siareiros Galegos, plataforma de apoyo a la oficialidad de las selecciones gallegas.
Incluso en estos puntos de encuentro llegaron a producirse entre grupos tradicionalmente enfrentados como Celtarras -anunciaron su adiós en 2018- y los radicales blanquiazules, quienes a pesar de tener el chivatazo del viaje del Frente Bokerón se vieron sorprendidos por su dimensión y anticipación. Según los comentarios de la escena ultra, esta acción se produjo para buscar el enfrentamiento sin fuerzas del orden de por medio como las que impidieron el enfrentamiento el propio día de partido, a diferencia de los seis agentes de la Policía Nacional que estaban en el turno de noche cuando se produjo el asalto de la cafetería La Menuda.
Esos días, a modo de 'venganza', se han filtrado varias imágenes de un todavía adolescente Argibay: una con camisetas de la 'estreleira' (bandera nacionalista gallega) y otra con una bandera de SHARP, siglas de Skinheads Against Racial Prejudice. Dos sectores a los que estaba vinculado en sus inicios en una escena en la que es conocido por ambos sectores. En el antifascista se le había perdido la pista desde hace tiempo, de ahí los recurrentes comentarios sobre la transformación física del adolescente de extrema izquierda en un musculado ultra neonazi.
El ultra identificado en las fotografías del Frente Bokerón en A Coruña tiene un amplio historial. Participó, por ejemplo, en los incidentes que se produjeron entre los ultras del Real Oviedo y el Pontevedra CF en la fase de ascenso que se disputó en 2010. A.A.M. Ese mismo año fue arrestado por un apuñalamiento y una agresión con un adoquín en el casco histórico de la ciudad gallega, donde protagonizaba frecuentemente incidentes cuando todavía estaba vinculado al movimiento antifascista de Galicia. Salvo casos puntuales como el extinto Infierno Ferrolano, asociado al Racing de Ferrol, los grupos ultras gallegos son de extrema izquierda. Como curiosidad, en el inicio de Riazor Blues podían verse en su grada desde símbolos nazis a comunistas, hasta que su identidad quedó marcada.
El perfil de Argibay no es el único de este tipo que está asociado a uno de los grupos con mayor actividad en España, a pesar de que el Málaga es un recién ascendido al fútbol profesional. En el movimiento ultra definen al grupo como una fusión de perfiles jóvenes y veteranos que también participan activamente en movimientos de ultraderecha. Desde siempre ha sido habitual que los colectivos de este tipo tengan secciones en ciudades o localidades diferentes a la principal.
En algunos casos, estas secciones tienen una actividad violenta destacada, como ha ocurrido con los Casuals La Rioja o León, hinchas radicales del FC Barcelona. Tanto Riazor Blues como Frente Bokerón son dos novedades ultras de la Segunda División a la que acaban de regresar sus equipos, pero que no es definitoria de su peligrosidad, como ha demostrado el grupo malacitano, quien dejó Primera RFEF con un reguero de incidentes. En julio Antiviolencia propuso multas de 3.001 euros a 31 ultras del Frente Boquerón por una reyerta en San Fernando (Cádiz).
El 'mercado' de los ultras: cuando tu club no importa
El transfuguismo en el mundo ultra está a la orden del día y permite, como en el caso del ultra del Frente Bokerón, las incursiones de grupos rivales que son guiados por este tipo de perfiles alternativos. No es el primer caso de hooligan que se cambia de acera. Ya no sólo de camiseta sino, tal y como se ha podido comprobar en el 'caso Argibay', de tendencia política. No ha sido este el único caso sonado de ultra que se pasa al rival. El más conocido es, tal vez, el de Antonio Menéndez. Apodado 'Niño Skin', fue uno de los líderes de una de las dos facciones de Ultras Sur (Real Madrid) que se batió por el poder en la misma grada del Bernabéu.
Menéndez, que lideraba la corriente más joven de Ultras Sur y se enfrentó abiertamente con José Antonio Ochaíta (el líder histórico de los radicales merengues), venía de la grada del máximo rival. Había formado parte de Suburbios Firm, una facción violenta del Frente Atlético (hermanada con Frente Bokerón e investigada por el asesinato de Jimmy) antes de integrarse en la grada blanca. Además, en algunas publicaciones en redes sociales había manifestado que el fútbol le aburre.
"Como él, hay muchos ultras a los que no les interesa el fútbol. Están ahí por la violencia", cuentas fuentes policiales a este periódico. Un caso similar fue el de Genís V.P., uno de los pesos pesados de la última cúpula dirigente de Boixos Nois (FC Barcelona). Genís, natural del Vallés Occidental (comarca de procedencia de la mayor parte de la última hornada de jefes de los radicales culés), falleció en prisión en 2022. Antes de integrarse en los ultras del Barça, había formado parte de Cusos, la ya extinta facción barcelonesa de Ultras Sur, integrada en las ya extintas Brigadas Blanquiazules del RCD Espanyol. Enemigos acérrimos de Boixos.
"Es gente acostumbrada a los conflictos. No se integran en los grupos ultras para animar, sino por las peleas. Los colores son lo de menos", concluyen desde la policía, recordando que "muchos de ellos, de diferentes equipos, confluyen en conciertos de extrema derecha, "donde suele haber un clima de cordialidad y donde aprovechan para establecer este tipo de alianzas con los jefes de otras gradas afines". La revelación de la identidad de Argibay es solo el último capítulo de un cambio de cromos con el que han ironizado algunos usuarios en las mismas redes en las que se han difundido las fotos de lo que se ha dado en llamar como el 'Fantasy Ultra'.
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