El club de los futbolistas sin equipo

Empiezan las ligas, se acaba el mercado y hay decenas de futbolistas que se entrenan a diario pero que están sin equipo. Es fácil imaginar la angustia que deben sentir.

Las circunstancias más o menos adversas no respetan a nadie. Ni siquiera a jugadores que han participado en la Eurocopa y han estado en la primera línea del escaparate internacional. Los hay muy famosos, de todas las nacionalidades y para todas las demarcaciones. Esos apátridas futbolísticos se enmarcan en un perfil muy parecido: futbolistas veteranos que han acabado contrato o han sido dados de baja de forma imprevista, generalmente por cuestiones económicas.

No se conoce que hayan fichado por ningún equipo aún el neerlandés Memphis Depay, el francés Adrien Rabiot y el turco Yusuf Safici, que estuvieron en Alemania con sus selecciones. Ni Mats Hummels ni Marco Reus, ilustres finalistas de la Champions con el Borussia Dortmund. No hace falta ir tan lejos. Se desconoce donde jugarán Sergio Ramos, Iker Muniain o Mario Hermoso. Incluso Sergi Roberto, que se ha entrenado solo desde que el 30 de junio terminó su contrato con el Barça. Nadie los ha inscrito.

Libres después

Los grandes nombres acabarán colocándose, y los nombres a secas tendrán más problemas. Es fácil adivinar la inquietud de todos aquellos que desean seguir jugando y no tienen dónde hacerlo al nivel, la categoría y por el dinero que desean. El tiempo apremia. El día 30 se cierra el mercado, aunque los futbolistas libres pueden ser incorporados después por cualquier club si les ha dejado un hueco en la plantilla. Físico, con un dorsal libre, y económico, para insertar la ficha en el margen salarial.

Pero una vez ha comenzado la competición, sin embargo, se abre una puerta de esperanza. Es entonces cuando los clubs, con los malos resultados que cosechan, comprueban cuán fallida ha sido su apuesta deportiva y se lanzan a fichajes para tapar las goteras. Hay entrenadores en paro que cargan las baterías de los móviles, no sea que una oferta les pille desconectados.

El cierre del mercado no afecta a los agentes libres: los clubs pueden incorporarlos después si han dejado un hueco en sus plantillas.

Un nómada sin equipo

Rubén Rochina es igual sus colegas, pero sin el cartel de neón. Tiene 33 años (23 de marzo de 1991, Sagunto, Valencia) y una dilatada carrera futbolística que se gestó en la cantera del Barça: 309 partidos como profesional de los que 260 han sido en la élite de la máxima categoría, 48 goles y 39 asistencias.

El club azulgrana le fichó de cadete en 2006 y permaneció hasta enero del 2011, cuando a media temporada se presentó el Blackburn Rovers en el Miniestadi para llevárselo a la Premier. Pertenece a la generación de Sergi Roberto, Jordi Masip, Marc Bartra o Martín Montoya, con quienes se alineó en su último partido con el Barça B.

Rochina es ahora, paradójicamente, un nómada sin equipo. El fútbol le ha llevado de un lado a otro. Desde la fea ciudad inglesa fue mejorando, sin duda: Zaragoza, Rayo, Granada, Rubin Kazan (Rusia), Levante, Granada... Difícilmente mejorará Sergi Roberto.

Despedido ya del Barça, el excapitán y sus agentes están deshojando las ofertas sin que ninguna le haya seducido. Tiene cartel el polivalente jugador de Reus. Arabia Saudi se erige en un refugio para todos de última hora.

Sergio Ramos esperó y esperó la llamada del Sevilla hasta que se produjo después de acabar en el París Saint Germain. Memphis no renovó por el Atlético, no fichó por ningún equipo y regresó de la Eurocopa lesionado en el partido frente a Inglaterra. Adrien Rabiot está sano, se ofrece sin que nadie le tome en consideración tras abandonar la Juventus. "Si un club tiene algún interés, ha que hablar conmigo directamente”. Quien dice esto es la madre del jugador, Véronique Rabiot, la única interlocutora para negociar.

Lesionado y sin equipo

"Ya pasé por eso el verano anterior y me lo estoy tomando con tranquilidad", confiesa Rochina sobre las sensaciones que puede sentir un futbolista que verá partir el tren de la competición sin moverse del andén. El delantero valenciano se ha visto inmerso en una mala racha desde que se rompiera el ligamento lateral externo y el tendón del bíceps de la pierna derecha con el Granada en 2023. Acababa contrato y el club no tuvo la deferencia humana de ampliárselo. "Ni me dejaron que usara las instalaciones para terminar la rehabilitación", cuenta Rochina, que se encontró sin equipo que apostara por él estando de baja.

El Dunasjska Streda de Eslovaquia le hizo una oferta. "Después de una semana entrenado allí me cambiaron las condiciones que me habían propuesto", explica Rochina, que se marchó. Recaló en el Atlético Baleares, de Primera RFEF, y pese al descenso comprobó que está perfectamente recuperado para la competición, sin secuelas de la lesión. "Lo más importante", dice Rochina, esperando, entre sesión y sesión, que sus agentes le informen de una propuesta. "Sin ninguna prioridad de categoría ni ciudad ni que sea España o el extranjero", apunta, siempre y cuando sea un lugar al que trasladarse con la familia.

El inglés Dele Alli se ha pasado una temporada sin jugar, curándose de sus males, y pretende regresar al fútbol. David de Gea, después de un año solo y apartado de la competición desde que abandonara el Manchester United, ha encontrado su lugar en la Fiorentina. "Nunca pensé en retirarme. Decidí tomarme un año sabático", aseguró el portero, tras garantizar que se había entrenado todos los días.