El globo de Messi, por Mónica Marchante

Qué triste, qué manera de engañarnos, de nuevo

"No quería dejar mi futuro en manos de otros"

La marcha de Messi a Miami: El desencuentro con Laporta (y 2)

Apunte Mónica Marchante

Apunte Mónica Marchante

Mónica Marchante

Mónica Marchante

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El regreso imposible de Messi es una de las mayores ventas de humo que recuerdo, a la que ha puesto fin el jugador anunciando su marcha al Inter de Miami. Si terrible fue su salida del club hace casi dos años, hubiera sido esperpéntico alargar más una historia que solo ha servido para ilusionar a unos aficionados a quienes se les convenció interesadamente de que la operación podía realizarse.

Pero no. Leo no se vio con Laporta, ni se fía de esta directiva que ya le dejó en la estacada. Ni siquiera tuvo una oferta económica para regresar, porque para eso el club tenía que hacer tres ventas que de momento ni asoman.

Hay muchas preguntas en esta historia. ¿A quién interesaba inflar este globo? Una de las chinas en el zapato del presidente del Barça es que pasó de ser el único, según él mismo, capaz de retener al argentino en las elecciones de marzo del 21 a ser el presidente que sacó a Messi del Barça cuatro meses después. Con este supuesto intento de traerle de vuelta, Laporta lavaría esa mancha. Y de paso, cuando más se hablaba del caso Negreira, o de la marcha a Montjuic, se generaba otro tema de conversación mucho más positivo para el club.

¿Deportivamente tenía sentido? Xavi ha actuado más desde el sentimiento culé que desde la razón, jugando un papel de mediador e interlocutor hacia Leo y lanzando a la vez mensajes que en todo momento interesaban al club. Desde el “la sartén por el mango la tiene Messi” de la semana pasada hasta el último “Leo quiere una vida más tranquila y familiar “. Verdades a medias, porque ni nunca estuvo en manos de Leo sin existir siquiera oferta formal, ni hubiera elegido tranquilidad si el Barça hubiera ido con todo a por él.

¿Por qué han dejado los Messi que todo esto llegase tan lejos? Ser el mejor jugador del mundo no implica dominar otras facetas de la vida de una estrella del deporte. Y la comunicación nunca fue uno de sus fuertes, ni suyo ni de su familia. Escuchándole en la entrevista a 'Sport' y 'Mundo Deportivo' es fácil empatizar con alguien que no quiso volver a sentir otros decidían por él. Es prudente no fiarse de quien ya te engañó una vez.

Suscríbete para seguir leyendo