Vinicius, el niñato que mancha la gloria del Real Madrid

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Digamos algunas cosas para empezar. Honor y gloria al campeón, el Real Madrid. Sí, vale, el Real Madrid de la última Champions, es decir, agazapado, conservador, poco futbolístico, oportunista, aquí te pillo, aquí te mato. El Real Madrid que va pasando eliminatorias y gana títulos (este es el nº 100, por 98 del Barça), pero que lo hace sin enamorar. A ellos les da absolutamente igual. Bien hecho ¡que caray!

Dos, honor y gloria al finalista, Osasuna, su maravillosa y rojilla afición, sus futbolistas incansables (la tuvieron en el minuto 94 para empatar) y, sobre todo, al enorme Jagoba Arrasate, que se fue a la cama inundado en lágrimas, pues no paró de llorar desde que el árbitro pitó el final del partido hasta que el gran ‘míster’ apagó, desolado (pero muy orgulloso), la luz de su mesita de noche.

Y, sí, sí, honor y gloria a esa pareja de brasileños que tiene el Real Madrid, Vinicius Júnior y Rodrygo, cuya existencia, vaya, mira por donde, con la misma camiseta e idéntico color de piel, con parecido fútbol mortal, desequilibrante, determinante, decisivo y goleador demuestran que se puede ser un enorme, un tremendo, futbolista, como es Rodrygo (mejor jugador de la final), y no recibir cánticos insultantes, ni que la afición rival desee tu muerte.

Un auténtico niñato

Si todo eso le ocurre a ‘Vini’, ese ser idolatrado por su presidente Florentino Pérez, por la afición blanca y hasta por la crítica blanca (Neus Tomàs, directora adjunta del diario.es, pidió anoche en su twitter que la quieran como los comentaristas de Movistar quieren a Vinicius), es porque, tal y como dijo Antonio Romero, en la SER, “Vini tiene actitudes de futbolista niñato, por eso Toni Kroos lleva 10 minutos pidiéndole calma”. Y si vamos al diccionario de la RAE, veremos que ‘niñato’ significa “persona joven presuntuosa e inmadura”.

Vinícius Júnior (d) reacciona ante Jon Moncayola, de Osasuna, durante la final de la Copa del Rey de fútbol

Vinícius Júnior (d) reacciona ante Jon Moncayola, de Osasuna, durante la final de la Copa del Rey de fútbol / EFE/Julio Muñoz

Es evidente, aunque eso no significa que tengan razón, que son muchos, muchísimos, los que comparten la opinión, expresada anoche por el ‘ser superior’, perdón, por Florentino Pérez, sobre que el fútbol “debería defender a los que ofrecen espectáculo y generan ilusión”. Olé, muy bien. “No entiendo por qué a Vini le sacan tarjetas cuando protesta”, añadió el presidente blanco.

Y ahí, le duela o no a los folloneros de las redes sociales, que maltrataron a la periodista María Morán por preguntarle, el otro día, a Carlo Ancelotti si no le iría bien a ‘Vini’ recibir alguna roja para que se calmase y/o aprendiese, lo cierto es que, de nuevo, el ídolo brasileño, el estilete, el cuchillo en mantequilla que él representa y ejecuta con maravillosa habilidad, volvió a ejercer anoche (al menos durante toda la primera parte) de niñato provocador y maleducado.

"Vinicius es un futbolista extraordinario, aunque a algunos nos gustaría que cambiase su particular forma de jugar este tipo de partidos"

— Luis de la Fuente / Seleccionador español de fútbol

Les guste o no a los insultadores de las redes, le guste o no a ‘Flo’, lo cierto es que la actitud de Vinicius Júnior es una vergüenza para el fútbol y para la imagen del Real Madrid. Y lo peor, lo malo, es que la gente sensata que hay ahí dentro lo sabe. Lo sabe ‘Carletto’, que ya no sabe qué hacer para educarlo (al salir en el descanso se le vio hablar como un padrazo, pero ni por esas), lo sabe Kroos, Modric, Lucas Vázquez y todos sus compañeros, que ya no saben cómo decirle que juegue, que lo hace de maravilla, y deje de hacer el payaso. Y lo saben los defensas que lo sufren, como ocurrió anoche con Moncayola, Rubén Peña y David García, que no hablarán porque, ya saben, lo que ocurre en el campo, se queda en el campo.

Florentino Pérez no entiende por qué los árbitros enseñan tarjetas a Vinicius por protestar "cuando deberían proteger el espectáculo y a los futbolistas que generan ilusión"

“La actitud de Vinicius en la primera parte es incomprensible”, contó Poli Rincón en la COPE. “El Real Madrid debería encontrar una solución a todo eso, pues no se puede mantener en el tiempo. A veces, con esa actitud, saca al equipo del partido”. Lo cierto es que, a menudo, a lo largo de la primera parte y en el descanso, cuando se produjo una trifulca de narices en el túnel por provocaciones de ‘Vini’ al banquillo rojillo (el también caluroso Chimy Ávila fue a por el brasileño), los compañeros de Vinicius Jr. estuvieron más pendientes de él que de jugar.

“Vinicius”, comentó anoche el seleccionador español Luis de la Fuente, “tiene su particular forma de comportarse y de jugar este tipo de partido, aunque igual a algunos nos gustaría que pudiese cambiar porque es un futbolista extraordinario”.

Vinícius Júnior sonrie frente el Osasuna, durante la final de la Copa del Rey de fútbol

Vinícius Júnior sonrie frente el Osasuna, durante la final de la Copa del Rey de fútbol / EFE/ Julio Munoz

Repito, volvamos al inicio: honor y gloria al ganador, pero que se lo hagan mirar. Tienen un problema con Vinicius Júnior y ellos, todos, desde la institución hasta el masajista están mirando hacia otro lado. Esa imagen inmaculada del equipo blanco, de las glorias deportivas que campean por España (por cierto, destrozada al protagonizar la vergonzosa pelea con el Partizán en la Euroliga de basket) empieza a estar salpicada de actitudes provocadoras, burlonas, desafiantes, innecesarias, protagonizadas por uno de los mejores jugadores del mundo, sino el mejor, que, al parecer, provoca la sonrisa burlona de su presidente, que ya tiene tantos títulos como Santiago Bernabéu: 32 cada uno, con 6 Copas de Europa cada uno.

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