Xavi reconstruye el Barça con Dembélé y De Jong, despedidos por Alemany

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Las palabras pronunciadas, hace exactamente un año, por Mateu Alemany, director deportivo el Barça, aún resuenan ante decenas de micrófonos y cámaras: “No quiere seguir y no está comprometido con el proyecto del Barça. En este escenario se le ha comunicado a Ousmane Dembélé y a sus agentes que, antes del 31 de enero, debe ser traspasado de forma inmediata, deben abandonar el Barça, pues no queremos jugadores y en eso también está de acuerdo el ‘staff’ técnico, liderado por Xavi Hernández, que no estén comprometidos con este proyecto”.

Era, más o menos, la misma época en la que el propio Alemany convocaba, casi clandestinamente, en su despacho del club a un buen puñado de periodistas para pedirles que le ayudasen, perdón, que ayudasen al Barça, a desprenderse de Frenkie De Jong, un jugador demasiado caro al que querían quitarse de encima para poder aligerar, cuando antes, la nómina de la plantilla azulgrana.

La reconstrucción

Un año después, el relato azulgrana se ha transformado de tal manera, de tal forma, que los dos jugadores a los que no querían ver ni en pintura se han convertido en hombres vitales para reconducir la situación tanto a la hora de descartar, en los partidos importantes, el mítico 4-3-3, convirtiéndolo en un eficaz 4-4-2, gracias a un trotón y fino estilista De Jong, que hace las funciones de cuarto centrocampista (descartando al tercer delantero), como transformando al aguerrido Gavi en el nuevo Iniesta, por la banda izquierda.

Y Dembélé, que, gracias al impulso de Alemany, llegó a ser pitado y odiado por el Camp Nou, es ahora el muchacho que ha convertido el que empezó siendo el Barça de Laporta, siguió como el Barça de Lewandowski y pasó por ser el Barça de Xavi, en el Barça de Dembélé, aquel chico descolocado, desubicado, que llamaba a las dos de la madrugada a Josep María Bartomeu para agradecerle haberle fichado por el Barça y recibía como única respuesta: “Ousmane, son las dos de la mañana y deberías llevar ya cuatro horas durmiendo”.

Este reaparecido Dembéle es el mismo que llamada, a las dos de madrugada, a Bartomeu para agradecerle haberle fichado para el Barça

Porque una cosa es el hermoso relato que siempre suele compañar el discurso del Barça y otra, muy distinta, la realidad. Una cosa es decir que el 4-3-3 es inamovible y otra que te des cuenta que, para hacer frente a los grandes y hasta golearles, como hizo el equipo de Xavi ante el Real Madrid en la Supercopa de Arabia, sea más sensato protegerse con un cuarto centrocampista, sobre todo si es mucho mejor que tu tercer delantero.

Una cosa es decir que no quieres ganar 0-1 en el Bernabéu “sin jugar bien” y otra que vayas acumulando ya varias victorias, buenas victorias, triunfos peleados y muy sufridos, tan válidos como las brillantes palizas de antaño, para seguir líder de LaLiga y semifinalista de la Copa del Rey.

Ousmane Dembélé, cele- brant el gol. efe/siu wu BARCELONA, 25/01/2023.- El delantero francés del FC Barcelona, Ousmane Dembélé, celebra su gol durante el encuentro correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey que disputan este miércoles el FC Barcelona y la Real Sociedad en el estadio del Spotify Camp Nou, de la Ciudad Condal. EFE/ Siu Wu

Ousmane Dembélé, el nuevo líder del Barça. / EFE/ Siu Wu

Por eso, al final (y al principio, pero jamás se atrevió a decirlo), Xavi sabe que, en su primer gran año, no tiene más remedio que abrazar cualquier victoria y, si es necesario (como lo es, no puede permitirse lujo alguno) salir frente a la Real Sociedad con Ter Stegen entre palos y no con Iñaki Peña. De eso tampoco hemos hablado estos días y ése, el relevo miedoso (yo diría más que sensato: ¿imaginan lo que le hubiesen dicho si cae ante la Real con Peña en la portería?), es otro síntoma del tsunami de realidad (y necesidades) al que se enfrenta Xavi frente al relato.

Y una cosa más. Sería todo un signo de sensatez, digo, que esperásemos tres o cuatro partidos más para afirmar, para asegurar, para dictar que este es el Barça de Dembélé. Digo, no sé, este chico las ha hecho de mil colores como para suponer, como ayer escuche a un atrevido tertuliano de la emisora más oída de Catalunya, que “después de Messi y Mbappé, ahora ya está Dembélé”.

Un poquito de por favor, pues tras la victoria del Barça en la Supercopa también creíamos que habíamos visto la luz y frente a Getafe y Real Sociedad, este equipo acabó pidiendo la hora.

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