Darder prolonga la felicidad del Espanyol que remonta y se mete en octavos de la Copa

Tras una furiosa reacción llegó el Espanyol a los octavos de final, remontando el tanto inicial del Celta, prolongando así el estado de felicidad que se ha decretado en el universo perico tras el empate del derbi. Si en el Camp Nou fue Joselu el héroe, en la Copa le tocó a Darder, quien firmó el segundo y decisivo gol, ya en la prórroga, en medio de una polémica porque el conjunto gallego entendía que estaba en fuera de juego.

El Celta terminó con 10 por la expulsión de Marchesín, su portero. Vio dos tarjetas amarillas en apenas 15 minutos, ya en el tiempo suplementario, y terminó con Hugo Mallo, un defensa vestido provisionalmente de guardameta, que encajó el tercer tanto de Nico Melamed.

Pero la acción no se revisó en ningún momento porque en las primeras rondas del torneo copero el VAR no existe. Se juega el fútbol antiguo, el que solo ve el colegiado. Y Martínez Munuera no vio el penalti que le protestó el Celta por la entrada de Joan García a Larsen ni tampoco percibió nada ilegal en el pase previo de Darder, que acabó siendo sustituido por unas molestias que padeció en el último suspiro de la prórroga, a Aleix Vidal ni en el posterior remate del capitán blanquiazul, que desató la locura en Cornellà-El Prat.

Ese gol de Darder ocultó las disfunciones exhibidas por el conjunto perico, sobre todo en la primera mitad. Hasta tres opciones permitió al Espanyol antes del gol del Celta. Arrancó en un ataque por la banda izquierda gallega con el balón transitando toda el área perica para que Carles Pérez, ubicado en la otra punta, en la derecha, lo recogiera con calma.

Ni rastro tampoco de Brian Oliván, el lateral que debía tapar el camino al exjugador del Barça. Centró Carles Pérez con toda la tranquilidad del mundo oteando la llegada de Óscar Rodríguez, un centrocampista al que tampoco nadie marcaba por lo que se asomó fácilmente.

Su disparo fue, además, fue interceptado en el área pequeña de Joan García, el meta blanquiazul. Ni rastro de César Montes, el defensa mexicano que debutaba con la camiseta del Espanyol.

El gol de Paciencia delató la pasividad de toda la defensa perica, que dio todo tipo de facilidades

Se despistó el nuevo fichaje perico de tal manera que ese tiro fue interceptado por Gonçalo Paciencia, un goleador portugués que no suele meter goles (lleva dos, ambos al Espanyol, uno en la Liga en agosto 2022, otro en la Copa en enero 2023), se cruzó con sencillez para firmar el 0-1 que delató la tremenda pasividad de toda la estructura defensiva del equipo de Diego Martínez. Desde el lateral derecho (Rubén Sánchez) al zurdo (Brian) pasando por los dos centrales (el mexicano recién llegado a Barcelona y Cabrera) con lo que dejaron indefenso a su portero. 

Al cuarto de hora, ganaba el Celta, que entró con más energía en la cita copera. Tanta fuerza y dinamismo empleó el equipo gallego que había realizado seis disparos (dos a puerta) en apenas 15 minutos, mientras el Espanyol ni sabía el color de la camiseta que llevaba Marchesín, el guardameta rival.

El Espanyol se colapsó al inicio

El público, además, estaba colapsado en los alrededores del RCDE Stadium, atrapado por la rotonda que no engulle vehículos, inundando también las arterias de circulación por la cercanía de los Reyes Magos. También el conjunto perico pareció colapsado en este inicio, tal vez acusando el impacto de las numerosas rotaciones que usó Diego Martínez.

Cabrera, Brian, Vinícius Souza y Braithwaite fueron los únicos titulares del derbi que repitieron en la Copa

Solo repitieron cuatro jugadores en la Copa que fueron titulares en el derbi (Cabrera, Brian, Vinícius Souza y Braithwaite) dando la titularidad a César Montes, que debutaba, al igual que Roger Martínez, el prometedor medio centro del Espanyol B (18 años). 

Transcurrida la media hora inicial, y ya con el marcador en contra, el Espanyol emitía señales preocupantes porque ni había disparado a la portería gallega. En realidad, ni un solo tiro, síntoma de su escasa potencia ofensiva lo que unido a la desidia atrás provocaba un cóctel demoledor. Acercándose al final de la primera parte, el equipo blanquiazul ya supo que el meta del Celta vestía de verde, pero los cuatro disparos (Expósito lo intentó en dos ocasiones, Vinícius y Lazo) no tuvieron puntería alguna.

Puado premió el triple cambio de Diego Martínez

Tan mal lo vio Diego Martínez en esa insípida primera mitad que intervino con contundencia en el descanso ordenando un triple cambio (Melamed por Roger Martínez; Aleix Vidal por Lazo; Óscar Gil por Rubén Sánchez) para agitar a un triste y apagado Espanyol. No quería el técnico que se le fuera la Copa sin apenas competirla contra el Celta. Hecho el trabajo y conquistado el botín con el gol de Paciencia, el equipo gallego retrocedió de forma voluntaria.

Y le sentó bien al equipo perico esa intervención de su entrenador. En una acción a balón parado, córner sacado en corto, halló el tanto del empate gracias a un cabezazo de Puado, que estrenaba el brazalete de capitán. Estaba solo el delantero. Absolutamente solo en el área pequeña y se aprovechó del regalo defensivo del Celta para devolver la esperanza a los casi 19.000 espectadores que lograron reunirse en el templo blanquiazul superada la tortura de la rotonda y de los desastrosos accesos.

Era, sin duda, otro Espanyol. Mucho más alegre, bastante más dinámico y, sobre todo, con más criterio futbolístico. Ofreciendo, como ya le ocurrió en el Camp Nou, otra lección de eficacia: un tiro a puerta, un gol, el cabezazo de Puado. Encajado ese tanto le tocó mover banquillo a Carlos Carvalhal, el técnico del Celta, quien ordenó también un triple cambio apelando a sus ‘vacas sagradas’, apareciendo Iago Aspas al frente del ataque.

El Celta protestó un penalti de Joan García sobre Larsen. Pero en la Copa no existe VAR para alivio del Espanyol

El partido se jugaba en el campo. Pero también desde los banquillos cuando Diego Martínez ordenó salir a Darder y Joselu, la estrella perica en el Camp Nou. Pero tuvo suerte el Espanyol de que no existe el VAR en las primeras rondas de la Copa porque se libró de un penalti, o eso protestaba Aspas y todo el celtismo, de Joan García sobre Larsen.

Al no haber tecnología, el susto perico quedó en eso. En solo un susto porque quedaban solo seis minutos para el final y evitó que la pelota quedara depositada a once metros del portero perico. Así, aliviado el Espanyol e indignado el Celta, se consumieron los instantes de una noche que tuvo prórroga, a pesar de que Joselu reclamó hasta dos penaltis en un partido que adquirió realmente emoción y tensión cuando agonizaba.

Darder robó el balón. Darder cabalgó más de 60 metros. Darder marcó en el área pequeña gallega mientras el Celta reclamaba sin éxito que estaba en fuera de juego

Y fue entonces, ya en tiempo añadido, cuando Darder robó un balón en campo propio, cabalgó durante más de 60 metros para darle la pelota a Aleix Vidal, pero su regate no le salió bien aunque la pelota acabó en las botas del capitán. Estaba solo en el área pequeña y marcó a placer entre la protesta del Celta, que reclamaba una posición antireglamentaria del centrocampista. No hay VAR, no hay revisión. Y el Espanyol ya está en octavos de final de la Copa batiendo a un rival que terminó con Hugo Mallo ejerciendo de portero encajando ese tanto de Melamed.