El Barça se planta en cuartos de final de Champions como primera de grupo con otra goleada

Diez minutos duró la resistencia del Rosengard en su visita al Camp Nou. Ni siquiera eso podría afirmarse porque el equipo sueco vivió los 10 primeros minutos encerrados en su área, achicando balones. La única duda desde el inicio del encuentro fue cuánto tardaría el Barça en abrir el marcador y eso sucedió, finalmente, en un remate de Bonmatí, repelido por el palo, que cazó Oshoala en el área pequeña.

Ese tanto fue el descorche de una nueva exhibición del equipo de Jonatan Giráldez, una nueva goleada (6-0), que selló el acceso a los cuartos de final de las azulgranas como primeras de grupo, una opción que parecía imposible que no sucediera por mucho empeño que pusiera en Rosengard, un equipo que se despidió de la competición sin sumar un solo punto.

La goleada del Barça, con un equipo que contó con seis cambios respecto al que garantizó de forma matemática la clasificación hace una semana en el campo del Benfica, se disfrutó a lo grande en el Camp Nou, a donde volvió el equipo de Giráldez como sucedió en el encuentro frente al Bayern, con un ambiente festivo en las gradas (28.720 aficionados), que se mantuvo de principio a fin. El primer puesto le garantiza a la azulgranas la condición de cabeza de serie para el sorteo de cuartos del próximo 10 de febrero, en el que también entrarán Arsenal, Bayern, Chelsea, PSG, Roma, Wolfsburgo y Olympique de Lyon.

Recital de principio a fin

La Champions femenina, como sucede en la Liga femenina en España, refleja por ahora demasiadas desigualdades y eso se apreció en el Camp Nou, igual que se vivió en Zúrich, donde el Arsenal venció por 1-9. Más que dominar, el Barça apabulló al Rosengard, que no consiguió aproximarse al área barcelonista hasta el minuto 20, cuando Oshoala ya había marcado por partida doble. Las azulgranas remataron 30 veces, 16 entre los tres palos, por ninguna del Rosengard.

Le duraba apenas segundos la posesión a las jugadoras suecas, a las que se les hizo muy largo el encuentro, corriendo detrás del balón en las constantes avalanchas del Barça, que explotaron también los errores de Mukasa, la guardameta del Rosengard, para marcar con rapidez el cuarto en un remate letal de Rölfo (sin cubrir el primer palo) y el quinto (dejando pasar el balón entre sus piernas) que Torrejón solo tuvo que empujar.

Con todo resuelto, el cuadro de Giráldez se dedicó a jugar para una grada entregada, gustándose en la mayoría de sus acciones, y ampliando un poco más su exhibición con el tanto de cabeza de Irene Paredes.