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Lunin: familia, Ucrania y Real Madrid

Lunin, guardameta del Madrid, en el Clásico.

Lunin, guardameta del Madrid, en el Clásico. / GETTY

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Andrei Oleksiyovych Lunin se ha convertido en protagonista inesperado en un Real Madrid en el que Thibaut Courtois es el dueño absoluto de la portería. Sin embargo, una inoportuna ciatalgia ha dejado en el dique seco al belga en las últimas semanas, provocando que el ucraniano se asome a la titularidad en los últimos cinco partidos: Osasuna, Shakhtar en Madrid, Getafe, sus paisanos en Varsovia y el clásico ante el Barcelona en el Bernabéu.

La paciencia ha tenido premio para un futbolista discreto del que el vestuario no sabía mucho. Lunin, no obstante, se ha ganado el respeto y el cariño en estos últimos meses en los que el ucraniano se ha mostrado muy activo a la hora de de recaudar dinero, comida y ropa para sus paisanos tras el estallido de la guerra. Andrei tiene a su familia en su país, lo que hace que esté puntualmente informado de lo que ocurre. Al portero también se le ha visto participar en Madrid en actos de protesta contra Putin.

El pasado 24 de febrero, el día que Rusia invadió Ucrania, Lunin estaba sopesando una de las decisiones más importantes de su vida. Después de llegar a Valdebebas en 2018, tras el pago por parte del Madrid de 8,5 millones, y de ser cedido al Leganés, Valladolid y Oviedo, el ucraniano se había hecho con un puesto en la primera plantilla a la sombra de Courtois. Durante su estancia en Valladolid, concretamente sobre el césped del estadio Nuevo José Zorrilla, le pidió matrimonio a su novia, la influencer Anastasia Tamazova. La respuesta, según anunciaron ambos en redes sociales, fue la esperada y poco después contraían matrimonio.

Punto de inflexión

El 23 de mayo de este mismo año, cinco días antes de que se disputase la final de la Champions en París entre el Real Madrid y el Liverpool, Anastasia daba a luz un niño. Noticia celebrada por sus compañeros durante el entrenamiento. Hasta entonces todo apuntaba a que Lunin haría las maletas al final del curso y se marcharía del Madrid en busca de minutos. A sus 23 años, y siendo titular en su selección, solo acumulaba cinco partidos en el Madrid en dos temporadas. Betis, Granada, Éibar y algunos equipos de la Bundesliga se habían interesado por su futuro.

Pero después de conquistar la Champions y la Liga, Anastasia y Andrei tomaron una decisión clave en su futuro: se quedarían en Madrid a criar a su hijo en una ciudad en la que están muy cómodo. La invasión de Ucrania hizo replantearse todo al jugador y a su mujer, que priorizaron la tranquilidad del niño, asumiendo su rol secundario en el Madrid. Andrei ha tenido siempre el apoyo de sus compañeros, especialmente de un hijo de la guerra como Luka Modric. Ancelotti también ha elogiado su trabajo silencioso y le ha animado a seguir buscando su oportunidad.

"La gente de Ucrania es fuerte"

En estas últimas semanas Andrei ha cumplido uno de sus sueños. Ya había jugado algún derbi con el Atlético, "pero mi sueño era jugar un clásico… y ganarlo". Un partido en el que además tuvo un papel importante. Más le dolió jugar en Varsovia ante sus compatriotas del Shakhtar mientras Putin bombardeaba ciudades de su país.

"Es complicado explicarlo, la verdad. Mi familia y mis amigos están ahí y estamos viendo como está sufriendo la gente. Espero que acabe pronto. Para mí, para cualquiera de nosotros no es más difícil que para la gente que está ahí", declaró sobre el césped tras empatar en Polonia.

Concluyendo su mensaje con una afirmación que podría aplicarse a su persona: "La gente de Ucrania es muy fuerte, tiene mucha fuerza de voluntad y seguramente lo superaremos…". La misma fuerza que le ha hecho esperar su momento y disfrutar de un merecido protagonismo que todos celebran en el vestuario, empezando por Courtois, competencia y amigo.

Pese a que el belga ya trabaja con normalidad, Ancelotti pospondrá su regreso al próximo sábado ante el Sevilla. El de Elche será el sexto partido consecutivo de Lunin como titular. La llegada de su hijo le cambió la vida. No solo en lo personal, también en lo deportivo.