Final four de la Nations League: Luis Enrique se sale con la suya y saca pecho

Se salió con la suya. Una vez más. En medio del griterío que sacude a la selección, Luis Enrique se mantuvo firme en sus principios. Tenía un plan, por mucho que lo camuflara. Dos partidos (Suiza y Portugal), dos alineaciones radicalmente distintas. Y el asturiano, al que se le discute cualquier cosa, pero no se le mueve jamás de sus ideas, se salió con la suya porque ha llevado a España al selecto grupo de las cuatro mejores selecciones de Europa.

Cuando terminaba el día después de llevar a España a la final four de la Liga de las Naciones Luis Enrique difundió un mensaje en su cuenta de Twitter con un título bien explícito: "Solo por poner la cosas en contexto…".

Adjuntaba el seleccionador un cuadro con 10 selecciones europeas, empezando por España, seguida de Bélgica, Francia, Inglaterra, Italia, Países Bajos, Portugal, Dinamarca, Alemania y Croacia marcando en verde, como precisaba él mismo, "los equipos que han quedado entre los 4 primeros en la competición o se han clasificado para el Mundial". Los torneos a los que se refería el técnico asturiano eran Nations League 2020, Eurocopa 2020, clasificación para el Mundial de Qatar-2022 y la Nations League-2022.

España, la única

"Solo España ha estado entre los mejores en las 4 últimas competiciones de selecciones", precisa el seleccionador en el resumen de ese cuadro tan visual sobre el mapa europeo del fútbol en las dos últimas temporadas. "Solo Italia ha fallado en una de las competiciones", indica en alusión a su ausencia en el Mundial que arranca en noviembre en Qatar."“El resto de selecciones europeas han fallado como mínimo en 2 competiciones".

Presumía, y con razón, Luis Enrique porque su España perdió una final four de la Liga de las Naciones ante Francia por un gol de Mbappé que ahora, según el reglamento, no sería legal. Lo repitió después en la semifinal de la Eurocopa de Inglaterra perdida en la tanda de penaltis ante Italia, que luego fue la campeona. Y ahora, tras ser zarandeado por Suiza, rescató un triunfo histórico en Braga ante Portugal (no ganaba ‘La Roja’ en tierras lusas y en partido oficial desde hacía ¡88 años!’) con un gol de Morata que avala la fiabilidad de sus apuestas.

De los batacazos a la estabilidad

Cada vez apuestas más arriesgadas (puso a Gavi y le acusaron entonces de provocador) y, al mismo tiempo, más convincentes porque España, desprovista de una estrella de alcance mundial, se ha asentado en la aristocracia europea, con cinco semanas ahora por delante para confeccionar la lista definitiva que acuda al Mundial, el primer Mundial de Luis Enrique, que llegó al cargo tras Rusia-2018 con el despido fulminante y la provisionalidad de Fernando Hierro que acabó de mala manera.

"No tengo la lista del Mundial clara. Va variando continuamente. La lista no es de 26 jugadores, es de 40"

— Luis Enrique, seleccionado español

"No tengo la lista del Mundial clara. Va variando continuamente", ha asegurado el técnico asturiano, indicando que "no nos olvidamos de muchos que nos han acompañado en este proceso. La lista no es de 26, es de 40. La pena es que se me van a quedar jugadores fuera", ha reconocido Luis Enrique.

No se puede olvidar que la selección, alcanzada la cima en Suráfrica-2010 cuando cosió la primera estrella de campeona del mundo, venía de batacazo en batacazo: eliminada en la primera fase del Mundial-2014 de Brasil donde ni defendió la corona de Suráfrica, eliminada en octavos de final de la Eurocopa-2016 de Francia por Italia despojada de su condición de campeona y apartada en el Mundial-2018 por Rusia, también en octavos.

Ahora, España es fiable y regular, guiada por un entrenador que es, en realidad, mucho más que un entrenador. Es el alma de la selección. Alma emocional, alma ideológica, alma táctica.--- Todo empieza y acaba en él. Es el portavoz del grupo y, sobre todo, el líder imprescindible en un necesario "cambio generacional", como él mismo lo ha definido.

Es el líder emocional y táctico de una España que vive, como el propio Luis Enrique lo definió, "un cambio generacional"

Son cuatro años de permanente cambio. Basta ver el once ante Suiza (derrota por 1-2) y el de Portugal (triunfo histórico por 0-1) para comprobar la dimensión de ese movimiento continuo. Hasta siete modificaciones realizó el seleccionador en apenas tres días manteniendo solo a Unai Simón, el portero que tanto se le discutía, transformado ahora en una fuente de seguridad, Pau Torres, Ferran Torres y Pablo Sarabia.

Del 'falso nueve' al '9' auténtico

Ni el vértigo de la posible eliminación ante el equipo portugués alteró la hoja de ruta del técnico asturiano, que mutó la defensa casi al completo, apostando por un centro del campo inédito (Rodri, Soler y Koke) y abandonó el ‘falso nueve’ (Marco Asensio) para escoger un nueve auténtico (Morata).

Tenía un plan, como recordó el asturiano. Y era obvio. Desgastar a Portugal, sostenido, todo hay que decirlo por las manos de Unai Simón, y aprovechar la media hora final para atacarle a campo abierto con la aparición de Busquets (entró en el descanso), Pedri, Gavi y Yeremi Pino (m. 60), junto a la inclusión de la bala Nico Williams (m. 73).

Hasta entonces, España no había disparado a puerta en los primero 70 minutos. En los 20 finales firmó cinco, entre ellos el gol de Morata. Aunque la valentía de Luis Enrique estuvo en no claudicar a las presiones para reinsertar a Ramos y apostar sin miedo alguno por una pandilla de jóvenes que ya son el pilar de su España: Gavi acaba de ser mayor de edad tras cumplir 18 años. Pedri tiene 19. ¿Yeremi Pino? 19, también. Y Nico, que ha sido el debutante, es el mayor, con 20 años.

"Es una maravilla entrenar a estos jugadores", proclamó orgulloso en Braga tras certificar el tercer capítulo de un lento, pero seguro ascenso a la cima europea. Es el jefe de una España que no mira más allá del día a día, incapaz, además, de comprometerse más allá del Mundial de Qatar, que arranca el próximo 18 de noviembre.

"¿En junio con ellos en la final de la Liga de las Naciones? El futuro no existe", proclamó con energía, dotado de la autoridad que le proporciona su método donde ha reunido a un grupo de prometedores jóvenes dispuestos a reconquistar el lugar perdido tras cuatro años en el paraíso: Eurocopa 2008, Mundial 2010 y Eurocopa 2012.

En las manos de Lucho está esa generación de futbolistas, arropados por la sabiduría de Busquets, el único superviviente de aquella época gloriosa.  Y puesto en contexto, nadie como su España se ha instalado con regularidad en la elite durante los dos últimos años, quiere el técnico mantenerse en la senda adecuada.

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