ATHLETIC - ESPANYOL (0-1)

Un gol de Braithwaite da al Espanyol su primera y sufrida victoria

Darder y Vini Souza felicitan a Braithwaite, que marcó el gol del triunfo del Espanyol en San Mamés.

Darder y Vini Souza felicitan a Braithwaite, que marcó el gol del triunfo del Espanyol en San Mamés. / Efe

Marcos López

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Tras una mala primera mitad, el Espanyol se recompuso en la segunda firmando un triunfo espectacular sobre el Athletic gracias al ingenio de Darder, gran pase el suyo, y la puntería de Braithwaite. Tuvo de todo el partido de San Mamés, con Diego Martínez siendo valiente apostando por un niño (Simo) de 17 años, al que hizo debutar en la nueva catedral, y otro de 18 (Omar), jugando sus primeros minutos en la elite, además de acabar el partido con dos lesionados (Keidi Bare y Calero) que fueron tres porque Lazo se rompió en el tiempo añadido.

Estaba, y está, el club en crisis. Pero apareció Braithwaite para inyectar un soplo de alegría entre tanto mal rollo, pendiente, además, el Espanyol de reinsertar, si es posible, al rebelde Raúl de Tomás. Ganó el Espanyol en San Mamés. Fue su primera victoria y mucho más. 

Joselu intenta controlar el balón ante Vivian en el Athletic-Espanyol en San Mamés.

Joselu intenta controlar el balón ante Vivian en el Athletic-Espanyol en San Mamés. / Efe

Y eso que acabada la primera parte en San Mamés, el Espanyol respiró aliviado. Se había librado de un buen disgusto, como quedó reflejado en el disparo, ya en el tiempo añadido, de Berenguer que escupió el larguero de Álvaro Fernández, el portero que debutaba con la camiseta blanquiazul. Había salvado 45 minutos ante un Athletic que gobernó el partido con inteligencia, pero sin remate.

Mandaba el equipo de Valverde en todas las zonas del campo, excepto en la definición. Las carreras de Berenguer, que torturó a un desasistido Óscar Gil, por la banda izquierda vasca fueron el mejor argumento ofensivo. Pareció que San Mamés, en un ambiente festivo y tarde soleada, se inclinó hacia ese costado. Tuvo más influencia Berenguer que Nico Williams, destinado al rol de extremo derecho.

49 minutos, 0 disparos a puerta

Del Espanyol poca cosa. Muy poca. Si acaso un excelente pase de Darder, el único con sentido y astucia en esos 45 minutos iniciales, que estropeó Joselu con un disparo que se fue a la grada. El Athletic, en cambio, dominaba casi todos los registros. ¿Todos? No porque si hubiera estado lúcido y preciso en el remate final habría liquidado en el partido antes de irse al descanso.

Diego Martínez da instrucciones a Joselu en San Mamés durante el Athletic-Espanyol.

Diego Martínez da instrucciones a Joselu en San Mamés durante el Athletic-Espanyol. / Efe

Al equipo blanquiazul no le duraba nada la pelota. Parecía un extraño objeto no identificado. Estuvo impreciso y errático. Atolondrado incluso, mientras Berenguer, el mejor del conjunto vasco, sembraba el terror en la defensa perica. No era solo responsabilidad de Óscar Gil. Ni mucho menos.

Debutó con éxito Braithwaite

Era un problema colectivo al que Diego Martínez, que hizo también debutar a Braitwhaite un par de entrenamientos y al campo-, no halló remedio. Acabó suplicando que llegara primero la pausa de hidratación a la media hora de partido.

Era pausa para reflexionar y evolucionar. No lo hizo. Acabó suplicando al larguero, el mejor aliado del Espanyol, para irse al descanso con el 0-0 con el que arrancó el partido.

Álvaro Fernández atrapa el balón ante Óscar Gil y Berenguer en San Mamés.

Álvaro Fernández atrapa el balón ante Óscar Gil y Berenguer en San Mamés. / Efe

Valverde, en cambio, se desesperaba. Su Athletic producía fútbol (monopolizó la posesión con el 62%), pero estaba en huelga con el gol. Hasta 12 remates hizo en los 49 minutos que duró la primera fase del encuentro. Y solo a dos a puerta, prueba de su ineficacia.

Tan mal lo vio Diego Martínez que intervino en el vestuario modificando el dibujo táctico aprovechando el cambio de Keidi Bare para ayudar a que Óscar Gil no se sintiera tan solo ante el endiablado Berenguer. Un simple cambio cambió el rostro del Espanyol, que empezó bastante mejor la segunda mitad. Tampoco era tan díficil.

Lesiones de Keidi Bare y Calero

Pero en apenas ocho minutos se atisbaron rasgos más prometedores en el fútbol blanquiazul. De inmediato, Valverde se percató y entró en acción quitando a un invisible Nico Williams para poner en San Mamés a Guruzeta, el delantero que jugó en el Sabadell, consciente de que el encuentro se iba equilibrando.

A Diego Martínez, además, se le acumularon los problemas porque tuvo que cambiar a Keidi Bare, quien padeció una lesión muscular en la pierna derecha. Apenas estuvo un cuarto de hora en San Mamés. Y entró Simo Keddari, un central juvenil, de 17 años, nacido en Terrassa, que debutaba en Primera División.

Iñaki Wlliams cabecea fuera ante Óscar Gil y Álvaro Fernández en San Mamés.

Iñaki Wlliams cabecea fuera ante Óscar Gil y Álvaro Fernández en San Mamés. / Efe

Como no le llegaron los fichajes que pidió, al técnico perico no le tembló el pulso para sacar al joven hispanoargelino en un templo del fútbol español como San Mamés. No había mejor noticia para el Espanyol que haberse conectado a la exigencia que reclamaba el partido, aunque iba perdiendo en el camino a dos jugadores por lesión: primero Keidi Bare; luego, Calero.

Hizo debutar Diego Martínez a Simo, un juvenil central, de 17 años, en Primera

De nuevo, intervino Diego Martínez apostando por otro joven (Omar tiene 18 años) ajustando su estructura defensiva a una línea de tres centrales, aunque previamente ya había conseguido lo más valioso. Desactivar al Athletic. No se pareció en la segunda mitad en nada al equipo de la primera. Y eso correspondió al trabajo solidario del conjunto blanquiazul, proyectando mucha más energía a su juego. 

Braithwaite intenta cortar un disparo de Iñaki Williams en San Mamés.

Braithwaite intenta cortar un disparo de Iñaki Williams en San Mamés. / Efe

Un disparo a puerta de Braithwaite, un gol

Y entonces, Darder, siempre Darder, detecó un agujero entre los dos centrales del Athletic. Ahí entró en acción Braithwaite, tipo con oficio, pero oxidado de no jugar nada en el Camp Nou, empeñado en salirse siempre con la suya. Nadie lo iba a mover de Barcelona. Además, entre Vivian y Yeray se estorbaron lo suficiente para que el delantero danés conquistara el tesoro en San Mamés.

Primer disparo a puerta de Braithwaite, primer gol. Un estallido de alegría sacudió el banquillo perico en San Mamés, abrazados todos en torno a Diego Martínez, el guía de un equipo desorientado a quien Braithwaite le abrió la puerta de la esperanza.

La ficha del Athletic-Espanyol (0-1)

Athletic: Unai Simón (5), De Marcos (6), Vivián (5), Yeray (4), Lekue (4), Vesga (6), Sancet (6), Nico Williams (4), Muniaín (5), Berenguer (7) e Iñaki Williams (6)

Cambios: Guruzeta (5) por Nico Williams (m. 56); Raúl García (5) por Iñaki Williams (m. 71); Unai Vencedor (4) por Sancet (m. 71); Morcillo (s.c.) por Lekue (m. 84).

Entrenador: Ernesto Valverde (5)

Espanyol: Álvaro Fernández (7), Gil (5), Calero (6), Cabrera (6), Oliván (5), Vinicius Costa (5), Edu Expósito (4), Darder (6), Puado (4), Joselu (5) y Braithwaite (8).

Cambios: Keidi Bare (s.c.) por Edu Expósito (m. 46); Simo (6) por Keidi Bare (m. 60); Lazo (5) por Puado (m. 71); Omar (6) por Calero (m. 71); Dani Gómez (s.c.) por Braithwaite (m. 86)

Entrenador: Diego Martínez (7)

Goles: 0-1, Braithwaite (m. 83)

Árbitro: Martínez Munuera (6), valenciano.

Tarjetas amarillas: Cabrera (m. 45 +3); Sancet (m. 54); De Marcos (m. 90); Dani Gómez (m. 90 + 1); Unai Vencedor (m. 90+3).

Estadio: San Mamés