Dembélé dice que no cederá a ningún chantaje

Cuatro años y medio sin hablar, y llegado al punto de ser virtualmente apartado del equipo, Ousmane Dembélé ha decidido abrir la boca. Es un decir. Se ha limitado a escribir un comunicado en Instagram, en francés y en castellano, para proclamar que está "plenamente identificado" con el proyecto deportivo.

Dembélé ha elaborado una respuesta tras saber que no viajaba a Bilbao, descartado por Xavi y por Mateu Alemany, el director técnico del Barça, por no querer renovar su contrato que acaba el 30 de junio de este año. Xavi expuso públicamente el ultimátum que se había planteado al delantero el día anterior -"O renueva o se le busca una salida"- y ante la falta de respuesta de Dembélé, o la respuesta negativa a la oferta contractual, se le dejó en tierra.

Dembélé habla de chantaje

"Todavía bajo contrato, estoy plenamente implicado y a disposición de mi club, de mi entrenador", afirma, antes de asegurar que "siempre lo he dado todo para mis compañeros y también para los socios... no es ahora que eso va a cambiar". Afirma el extremo que "no soy un hombre que hace trampas y menos todavía un hombre que tiene la costumbre de ceder al chantaje".

Dembélé informa a sus seguidores que hay "negociaciones" y que cede la iniciativa en esa parcela a su representante, porque su terreno "es la pelota, simplemente jugar a fútbol". No obstante, aseguró Xavi, Ousmane siempre ha manifestado su voluntad de continuar en el Barça y de aceptar la oferta azulgrana. Se sabe, por otro lado, que, paralelamente, las peticiones de su agente, Moussa Sissoko, eran inasumibles para el club y así se le hizo saber. Ante ese doble discurso denunciado por Xavi, Dembélé replica que confía "plenamente" en su representante, corroborando que, efectivamente, hay esa doble lenguaje o esa doble estrategia.

El internacional francés, de 24 años, aparece en los medios para exponer su versión de la situación marginal en la que le ha situado el Barça. Pero también para quejarse de las habladurías -"hace cuato años que se van acumulando chismorreos sobre mí", y que "se miente vergonzosamente con un único fin, el de dañarme"- y del cambio de actitud que emprende. No respecto al Barça, sino en su exposición pública.

"A partir de hoy voy a contestar con sinceridad, sin ceder a ningún tipo de chantaje", proclama, antes de establecer una serie de prohibiciones simbólicas, como que se diga que no está "implicado" en el proyecto deportivo, que se le atribuyan "intenciones que yo nunca he tenido" y que cualquiera pueda "hablar por mi o por mi representante, en quien confío plenamente".