El Girona derroca al Espanyol con un gol de Pablo Moreno

Los derbis entre el Girona y el Espanyol se caracterizaban porque siempre ganaba el equipo que ejercía de visitante. El Girona vencía en El Prat y el Espanyol se imponía en el Montilivi. Se caracterizaban. En pasado. Pablo Moreno rompió la moderna tendencia de los últimos años con un gol que permitió decantar el derbi y reforzó la confianza local. Tras eliminar al Cádiz en la Copa, venció al líder de Segunda, que tiene mucha pinta de Primera.

La tradición se quebró de forma insólita, tal vez de la manera más injusta. El Espanyol dobló en todos los parámetros ofensivos al Girona, excepto en el más importante y decisivo: el gol. Pese a que ese es uno de los déficits más acuciantes de los blanquirrojos, que no marcan ni uno por partido de promedio. Bastó el acierto de Moreno en un pase vertical de Samu Saiz que desvió lo justo Keidi Baré para que el delantero quedara en ventaja en su carrera hacia Diego López.

Embarba y Puado remataron al palo y Calavera sacó un balón sobre la línea

Llegó el tanto cuando mejor estaba el Espanyol, que dominaba el juego y disponía de mayores ocasiones. Algo que también sucedió después del descanso, obligado ya por el marcador. Juan Carlos paró todo lo que le cayó en su radio de acción; en los balones imposibles, le ayudaron los postes de su portería, en sendos remates de Embarba y Puado. 

Calavera, el segundo portero

Acompañados ambos por Nico Melamed, fueron una constante amenaza para el cuarteto defensivo gerundense cuando el Espanyol lograba superar la primera línea de presión. Les faltó tino dentro del área. Y, desde fuera, De Tomás chutó con Juan Carlos descolocado, pero Calavera despejó con la cabeza sobre la línea, destrozando la fe del once blanquiazul, cada vez menos preciso. A Stuani, en cambio, solo le cayó una bola: marcó, pero fue anulado por falta sobre David López, en otro pulso con chispas. Esta tradición no cambia.

Hizo cuatro cambios Francisco antes de que hiciera alguno Vicente Moreno, y no era tanto por la necesidad de dar relevos tras el partido de Copa como por la necesidad de corregir los desajustes que permitían al Espanyol avasallar en su parcela. Moreno debía arreglar el nulo acierto del remate, e introdujo a Wu Lei. Pero dejó de rematar a partir de entonces, como si el Espanyol hubiera agotado toda la inspiración y todas las balas que traía desde Barcelona.