LA ESTRELLA AZULGRANA CONFIESA SUS DUDAS

¿Por qué Leo Messi haría bien en ir a un psicólogo?

Tres psicólogos explican que la situación que atraviesa el capitán culé requiere de la ayuda de un terapeuta profesional, que le ofrezca las herramientas necesarias para tomar sus decisiones

"Un psicólogo no te juzga, un psicólogo es un profesional que te ayuda, que te escucha cuando expresas tus sentimientos y dialoga contigo con otro tipo de perspectivas", dice Estefanía Buixó

"El burofax fue una reacción, no una acción. Cuando tú reaccionas no controlas la situación, se trata, simplemente, de una réplica", señala Xavi Lucas, exfutbolista y psicólogo

Messi.

Messi. / REUTERS / ALBERT GEA

Emilio Pérez de Rozas

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Leo Messi reconoció, el pasado domingo, en la entrevista con Jordi Évole, que debería haber acudido a un psicólogo en más de una ocasión. Es más, comentó, sin que el entrevistador le llevase a callejón alguno, que Antonella Roccuzzo, su esposa, se lo había sugerido en más de una ocasión. “Tendría que haber ido, pero no fui nunca. ¿Por qué?, no sé, me cuesta dar ese paso pese a saber que lo necesito. Soy una persona que me lo guardo todo para mí y no lo comparto. Y nunca di el paso. Yo sé que lo necesito por lo que hago, por el día a día, por lo que me toca hacer, y que me iría bien, pero no lo hago”, comentó la estrella azulgrana.

Tres psicólogos han aceptado reflexionar sobre este particular, evidentemente sin conocer en profundidad el caso de la estrella culé, pero perfectamente conscientes de lo que es y representa su figura, atentos siempre a su trayectoria personal y profesional (los tres reconocen que, en su ámbito profesional, que Messi sacase ese tema a relucir ha provocado un gran revuelo en su profesión) y, sobre todo, intentando utilizar lo expresado por la ‘Pulga’ para reforzar la tesis, cada vez más extendida en el mundo de la alta competición y en la vida diaria, de la necesidad de incorporar al psicólogo a nuestra agenda, como un profesional que nos ayudará a resolver cualquier tema que nos genere preocupación e inquietud.

El papel del psicólogo

“Hace tiempo que parece claro que nosotros no tratamos a gente loca, pero ¡ojalá! todo el mundo decidiese ir al psicólogo cuando lo necesita como va al dentista, al traumatólogo o al masajista”, señala Estefanía Buixó, del Gabinete Barón Buixó. “Uno no debe estar desesperado para acudir al psicólogo. Es, simplemente, un tema de salud, de ayuda. A mí la gente me habla de sus emociones y parece evidente que Messi decidió en su día recogerse, cerrarse, aislarse en su círculo familiar, temiendo, tal vez, fallarles, decepcionarles, si no está a la altura de lo que esperan de él. Un psicólogo es una persona, un profesional, que no te juzga, que te ayuda y te hace dialogar con otro tipo de perspectivas, mucho más sanas, más lógicas”.

“Es muy bueno llegar al extremo de reconocer que necesitas ayuda, ¡claro que sí!, ese es el primer paso”, cuenta Javier Torres, decano del Colegio de Psicólogos de las Baleares. “Pero es evidente que Messi debería de haberse apoyado en un psicólogo a lo largo de todos estos años. ¿Por qué?, porque cuando uno alcanza el grado de éxito que ha alcanzado Messi tan difícil es gestionar esa gloria como los momentos de fracaso, de dudas, de incertidumbre. Y todo parece indicar que, ahora, que ya no es el de antes o eso parece, puede que se lo esté planteando de nuevo porque su familia, su entorno, ya no le da respuestas o, simplemente, no tiene, como tiene el psicólogo, las herramientas para ayudarle”.

"La familia está muy contaminada por todo lo sucedido y, aunque intente darte consejos desde el amor, necesitas ayuda externa"

— Estefanía Buixó / Psicóloga

“Messi está metido en esto desde niño. Llegó a Barcelona con solo 13 años y ha alcanzado el éxito, ha triunfado en la élite, se ha convertido en ídolo siempre de la mano de su familia, sin conocerse verdaderamente, sin tener claro cuál es su autoconocimiento”, explica Xavi Lucas, psicólogo y exfutbolista. “¿Qué ocurre cuando alcanzan la cúspide y se mantienen ahí durante años?, pues que lo que crece es su ego, no crece la confianza en sí mismo. Y, cuando ya no puedes tirar de ego, es cuando te planteas acudir al psicólogo. Tengo clarísimo que si Messi hubiese acudido al psicólogo antes, jamás hubiese enviado el burofax, que es una reacción al cabreo que tiene con Josep María Bartomeu, pero no una acción meditada, estudiada, fruto de una reflexión poniendo los pros y contra sobre la mesa, que es una de las facetas en las que te puede ayudar un terapeuta”.

El final de Maradona

Ni Buixó, ni Torres, ni Lucas se atreven a dar lecciones a nadie, aunque su experiencia en el mundo de la psicología se lo permitiría. Simplemente reconocen que Messi, en el momento actual, debería buscar ayuda y, en ese sentido, hacer caso a su esposa, que, sin duda, es quien más se preocupa por su bienestar y salud. “La familia”, señala Buixó, “está muy contaminada por todo lo sucedido y aunque intente darte consejos desde el amor con los típicos ‘yo de ti…’ ‘yo haría…’ ‘lo mejor sería que…’, Leo es, desde hace ya mucho tiempo, un adulto que toma sus decisiones y, en ese sentido, es el psicólogo, el terapeuta, la mejor ayuda que puedes buscar y encontrar para saber qué quieres, qué te interesa y cómo puedes conseguirlo”.

“Es evidente que para alguien como Messi, que, encima, ha vivido muy cerca el desastre que ha sido la parte final de la vida de su ídolo, Diego Armando Maradona, que jamás supo cómo gestionar la fama, la gloria, su fortuna, su familia, su entorno, no es fácil tomar la decisión de ponerse en manos de un psicólogo”, señala Torres. “Es evidente que a Messi, desde siempre, se le detecta un pánico tremendo a relacionarse con la gente, a comunicarse, y está claro que habrá vivido casos de gente que se le ha acercado, mucha, para aprovecharse de él y eso ha hecho que cada vez se fie de menos gente. Y todo eso acaba pasándote factura, porque ni el dinero ni la gloria te resuelven esas dudas”.

"¿Qué ocurre cuando las grandes estrellas alcanzan la cúspide?, que lo que crece es su ego, no la confianza en sí mismos"

— Xavi Lucas / Exfutbolista y psicólogo

“Es evidente que tienes que ser muy humilde para aceptar compartir tus reflexiones con alguien que, cuando está contigo, cuando te escucha, cuando pone sus conocimientos sobre la mesa para ayudarte, lo único que piensa es en tu beneficio, en echarte una mano, o las dos”, comenta Lucas. “Es evidente que cuando consigues el grado de sinceridad plena, cuando acaban reconociéndote, incluso, que se hacen pipi encima, como no están acostumbrados a compartir esas cosas, acaban diciéndote aquello que más te daña como profesional: ‘Esto, por favor, no se lo cuentes a nadie’. Puede, sí, por qué no, que Messi crea que abrirse a un psicólogo le puede complicar aún más la vida, pero, como les digo a esos que, a veces, me dicen esa barbaridad de ‘no se lo cuentes a nadie’, de mi confidencialidad, de mi secreto profesional, comen mis hijos. Si vienes con ese temor, mejor coge la puerta y vete”.

Una situación delicada

“A Messi le iría de maravilla ir al psicólogo, desde luego”, insiste Buixó. “Nada más hay que verle, observar su comportamiento, vive casi escondido, le da miedo hablar, la inteligencia emocional no es su fuerte, tiene unas carencias tremendas. Se expresa de forma muy simple, con un escasísimo vocabulario. A veces me recuerda a algunos de los jóvenes que vienen a mi consulta y resuelven cualquier pregunta con una respuesta tan simple como ‘me da palo’. ¿Perdona?, habla bien, ¿qué significa ‘me da palo’? ¿Me da miedo? ¿Me avergüenza? ¿Me provoca rabia? ¿Me siento culpable? ¿Me infunde respeto? Hay que aprender a ponerle nombre a las emociones. A Leo ir al psicólogo le permitiría, sin duda, identificar mejor sus sentimientos y expresarlos con claridad”.

“Es evidente que es muy sano que reconozca que le iría bien esa ayuda, pero es horrible, para él, que diga que no piensa acudir a ningún profesional”, añade Torres, que cree que la situación por la que está atravesando actualmente la estrella azulgrana requiere la actuación, el asesoramiento, las herramientas que solo le puede proporcionar un psicólogo. “Está metido en un buen lío aunque él, tal vez, crea que lo controla todo. Ha cometido errores, ya no es el de antes, ya no resuelve él solo los partidos, ya no juega siempre, necesita descansar, ha de asumir otro rol y aquello que hasta ahora te funcionaba, ya no te funciona. El psicólogo no te dirá nunca lo que tienes que hacer, te ayudará a reflexionar, a crear escenarios para acompañarte en tus problemas y ayudarte a que tú, y solo tú, tomes las decisiones”.

"Messi está viviendo, sin duda, un momento delicado. Ya no es el de antes y puede que ahora se de cuenta de que necesita ayuda"

— Javier Torres / Decano del Colegio de Psicólogos de Baleares

“Por qué digo que la decisión de enviar el famoso y polémico burofax se me antoja, me parece, intuyo que es una decisión errónea, equivocada: porque es una reacción y no una acción. Tú reaccionas cuando te provocan, te pican desde fuera y tus emociones se descontrolan. Reaccionas sin meditar lo que haces. El burofax es la prueba de que, en aquellos momentos, a Messi le pudieron sus emociones. Lo que necesitaba, en aquella situación, era reflexión, analizar el escenario, analizar lo que sentía, saber los objetivos y, sobre todo, controlar tú la situación: accionar, no reaccionar. Cuando eres tú quien acciona, estás controlando el mensaje, lo que quieres hacer; cuando simplemente reaccionas a lo que consideras una deslealtad del club, del presidente, de quien sea, no estás actuando con lógica”.

Un nuevo Leo Messi

Buixó también comparte la pataleta del burofax como reacción errónea y, sobre todo, como prueba de que, en efecto, como sugiere Antonella o el mismo Leo reconoce, el asesoramiento de un psicólogo en aquellos días hubiese sido de gran ayuda. “El burofax es una reacción de niño, no de adulto. Volvemos a la falta de inteligencia emocional, situación típica de quien ha vivido y ha sido protegido siempre por sus padres. A esos niños les cuesta muchísimo crecer a nivel emocional”.

Buixó insiste en que a Messi le iría de maravilla encontrar un psicólogo que le ayudase. “Tú ves a Messi y enseguida te das cuenta de que se fía de muy poca gente. Tiene miedo a hablar, a mojarse sobre determinados temas, a responder, al qué dirán, a la opinión de su familia, de su entorno. Las primeras sesiones, charlas, con Messi serían difíciles. Lograr lo que nosotros llamamos ‘alianza terapéutica’ no sería fácil pero, una vez conseguida, las posibilidades de ayudarle son inmensas. ¡Ojalá! se atreviese a dar el paso porque todos los barcelonistas veríamos en él un cambio impresionante. Si sigue con nosotros, claro”.

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