ENTREVISTA A UN FUTBOLISTA EXPLOTADO SEXUALMENTE

"Cuando me obligaron a prostituirme me sentí sucio e impotente"

Liberado por la Guardia Civil, un joven relata cómo su sueño de triunfar en España como futbolista se tornó en pesadilla de explotación

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Roger Pascual

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Llegó a España en un grupo de ocho chavales de 16 a 23 años, después de haber sido elegidos en un cásting de 240 futbolistas argentinos y colombianos. Soñaban con seguir los pasos de los Messi, Luis Suárez y Neymar y otros talentos que habían triunfado en La Liga. Su sueño se convirtió en una pesadilla de explotación sexual, maltratos y amenazas de muerte a ellos y sus familias hasta que la Guardia Civil les liberó en junio de su confinamiento. Ahora cuenta a EL PERIÓDICO la experiencia vivida y cómo la ONG Nuevo Hogar Betania le ha ayudado a rehacer su vida.

¿Cómo le captaron? Vinieron a mi país dos personas importantes en el fútbol a una convocatoria que hicieron para ojear a chicos de 20 a 23 años durante una semana. Diariamente entrenábamos y jugábamos partidos con diferentes equipos mientras ellos ojeaban. Al finalizar la semana, nos comunicaron un listado de los chicos que habíamos sido seleccionados para venir a España.

Los captores se hacían pasar por superagentes. ¿Cómo fue el proceso de selección? Sí, nos decían que tenían un centro de alto rendimiento en Sevilla (Écija), además nos mostraron complejos grandes para convencernos de que llegaríamos a grandes equipos. También nos hacían firmar contratos. Fuimos seleccionados 24 chicos, de los que nos quedamos posteriormente 14 y finalmente de estos 14 fuimos 8 los elegidos para viajar a España por nuestras cualidades.

¿Qué pensaba mientras volaba hacia España? Venía muy ilusionado pensando en que cumpliría mi sueño, porque desde pequeño he soñado con jugar en grandes equipos.

¿Cuándo se dio cuenta de que algo fallaba? Cuando llegué a Jerez de la Frontera, me di cuenta que eran falsas promesas porque supuestamente íbamos a llegar a un centro de alto rendimiento pero una vez ahí nos comunican que debemos ir a un pueblo llamado Prado del Rey, que allí nos íbamos a reunir con otros chicos.

¿Cómo era la vida en el piso de Prado del Rey en el que les hacinaban y les guardaban la comida bajo llave? Era un caos, una situación muy dura que no le deseo a nadie. Nos tocaba mendigar ya que no teníamos cubiertas las necesidades básicas de alimentación y pedíamos ayuda a otros vecinos para que nos ofrecieran alimentos. Otras veces, el hombre encargado de nosotros nos traía comida a la casa diciendo que la compraba él, pero no era cierto, esta comida estaba en mal estado, incluso nos ofrecía fruta dañada.

Entrenaban por la mañana y les obligaban a prostituirse por la noche. ¿Cómo se sintió la primera vez que le obligaron a hacerlo? A primera hora de la mañana, nos obligaba a caminar casi 4 kilómetros diarios para llegar al campo de futbol, y la mayoría de las veces cuando llegábamos no entrenábamos porque una vez ahí, un chico menor de edad que se encontraba también junto con nosotros en la casa de Prado se enfadaba porque no se sentía bien en los entrenamientos, y el encargado reaccionaba muy enfadado y no nos entrenaba, y teníamos que regresar a la casa de vuelta. Algunas veces que no teníamos ganas de entrenar, el encargado nos amenazaba con decirle al otro encargado que no queríamos y este se enfadaba y nos amenazaba con devolvernos para Colombia. El momento más duro fue cuando nos obligaban a prostituirnos. La primera vez que me obligaron a prostituirme me sentí sucio e impotente, era algo que nunca me pude imaginar, lo llegué a pasar tan mal que las siguientes veces que me obligaba a hacerlo me escondía de los clientes entre los árboles. 

Después eso lo usaban en su contra, diciendo que se lo contarían a su entorno. ¿Qué amenazas usaban para retenerles? Nos amenazaban con el contrato diciéndonos que si no lo cumplíamos nos podían expulsar de España.

Además de amenazas físicasA mí personalmente muchas veces me pidieron el número de teléfono de mis familiares para comenzar a pedirles dinero, pero yo nunca lo hice, me decían que como mi familia no me mandaba dinero me dejarían en la calle. Con otros chicos sí que lo consiguieron y a cada rato llamaban a sus familiares con amenazas de que dejarían a sus hijos en la calle si no mandaban dinero para pagar los gastos de la casa.

¿Cuánto tiempo estuvo en el piso del Prado del Rey hasta que les liberaron en junio? ¿Cómo hacía para poder resistir mentalmente aquella situación? Entre cuatro y cinco meses. Me sentí muy dañado psicológicamente en estos meses, pero no sabía cómo hacer para encontrarme bien, resistía pensando que terminaría pronto y podría salir adelante.

¿Cómo ha sido su vida desde entonces? Fue un gran alivio y un cambio muy grande desde el momento en el que vino la policía a rescatarnos.

¿Qué papel ha jugado Nuevo Hogar BetaniaPara mí Nuevo Hogar Betania lo es todo, nos brindan nuevas oportunidades, tenemos apoyo psicológico y todas las necesidades básicas cubiertas. Además nos ayudan diariamente a conseguir nuestros objetivos y nos facilitan otras alternativas como retomar los estudios para seguir formándonos. Estoy enormemente agradecido. He podido recuperarme gracias al apoyo psicológico que estoy recibiendo desde que llegué.

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