Bielsa y Guardiola empatan en un duelo trepidante

El esperado duelo de compadres entre Marcelo Bielsa y Pep Guardiola acabó, no podía ser de otra forma, con un resultado amistoso y un esfuerzo titánico por ambos equipos. Al 1-1 final de Elland Road se llegó después de un partido que cogió vértigo en la segunda parte. En la primera, el City dominó al Leeds. Rodrigo equilibró la contienda bajo un chaparrón de consideración. 

Guardiola apartó de la convocatoria a Eric Garcia, por quien el Barça mantiene su apuesta, e hizo debutar al portugués Ruben Dias, fichado del Benfica por 68 millones de euros, operación rebajada por los 15 millones de la venta de Otamendi. "Va a ser un jugador increíble", había dicho en la previa el técnico catalán.

Dias, como toda la defensa del City, no se vio muy exigido en la primera parte por el Leeds. Otra cosa fue la segunda. Bielsa puso en el descanso a Rodrigo en el campo, por quien ha pagado 35 millones al Valencia, y su aparición dio vitaminas a los de Yorkshire. En pocos minutos lanzó un par de disparos al larguero y marcó el tanto del empate al pescar un pésimo despeje del portero Ederson. Quiso salir de puños, pero las manos se le hicieron nata.

Más vértigo

En el primer tiempo había anotado Sterling tras sacar brillo con una acción serpenteante a un error torpe de la defensa del Leeds. Culminó la acción con un golpeo certero (m. 17). Los hombres de Bielsa aportaron una primera parte muy mejorable. Las malas salidas de balón facilitaron el trabajo de recuperación alta del City. Pareció una escuadra nerviosa y estolida.

Bielsa se lo miraba de cuclillas, como es habitual en él, incrédulo que tanto estudio del rival acabara en la hoguera de las pérdidas absurdas. Pero tocó una tecla que hizo que el Leeds se pareciera al equipo que ha seducido a la Premier en las primeras jornadas. La tecla llevaba el nombre de Rodrigo. El exatacante valencianista dio una nueva dimensión al Leeds. Y el cuadro de Guardiola perdió sosiego, cosa que el espectador agradeció. 

Campo pesado

Rodrigo avisó enseguida con un potente disparo que entre Ederson y el larguero desviaron. Pero en el córner inmediato el cancerbero brasileño, brillante toda la noche, en particular en unos cuantos mano a mano, falló, propiciando el tanto del exvalencianista. 

El partido se hizo trepidante, más o menos lo que se esperaba de un duelo entre Bielsa y Guardiola. Las acciones de peligro merodearon ambas áreas, ayudadas por el cansancio en las piernas de un campo pesado por la lluvia constante. Ambos conjuntos dispusieron de ocasiones para adherirse el triunfo. Como una deferencia a la mutua amistad, el marcador conservó el reparto de puntos.

"Fue bueno, eh", dijo Guardiola tras el encuentro. "Cuando los dos equipos quieren atacar, sale un buen partido". Guardiola reveló que Bielsa, mientras se estrechaban la mano tras el pitido final, le preguntó qué le había parecido el partido. "No soy capaz de procesar al segundo de acabar", replicó. Muy divertido, debería haber dicho.

En el resto de la jornada de la Premier, destacó el cuarto triunfo consecutivo del Everton de Ancelotti (4-2, al Brighton) con dos goles de James y uno de Yerry Mina. El cuadro azul lidera la tabla con 12 puntos, a falta de lo que hagan Liverpool y Leicester, que podrían igualarle arriba.