LA CONTRACRÓNICA

Sevilla-Betis: un hueco gigantesco

Las ausencias marcan el derbi sevillano: sin público, sin un comentarista ilustre, sin pasión

Jugadores del Sevilla y el Betis guardan un minuto de silencio.

Jugadores del Sevilla y el Betis guardan un minuto de silencio. / periodico

Albert Guasch

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«Hay un vacío como en la silla de comentarista. Hoy nos falta Michael». Carlos Martínez encontró pronto en la narración el paralelismo entre la ausencia de público y de Michael Robinson, Lo deslizó en un par de ocasiones. El fútbol volvía y «el hueco gigantesco» de Robinson no se podía llenar. Hay que seguir adelante, como tantas familias que han perdido a uno de los suyos durante la pandemia.

El fútbol regresa para amortiguar golpes en la medida de lo posible. El Sevilla-Betis sirvió también a ratos para conciliar el sueño. No deja de ser otra fórmula terapéutica que aporta el fútbol. Un juego vibrante que a veces, a determinadas horas, espolea los bostezos.  

El Sánchez Pizjuán es un festival de canciones en días normales y más en un derbi sevillano. Ayer, en cambio, fue un festival de gritos con eco. No juegan en silencio los futbolistas. Sobresalió la voz de Lopetegui. Se proyectó con claridad el técnico del Sevilla. Consignas fluidas.

Amenaza de Tebas

Suele proyectarse también la voz de Javier Tebas, el indiscutible artífice del retorno del fútbol con su contumaz determinación que en ocasiones deriva en chirriantes afirmaciones. Ayer fue uno de esos días en que se sintió protagonista y antes del partido amenazó a los futbolistas con concentraciones a no ser que se comporten. Los jugadores detestan esa idea.

Venía a cuento de la fiesta de cumpleaños de Semedo, o de la festiva y nutrida comilona de varios futbolistas del Sevilla. «Si los jugadores se siguen saltando las reglas, tendremos que considerar obligar a que haya concentraciones obligatorias. Esperemos que no llegue a tanto, pero si la gente sigue yendo a barbacoas y a fiestas, tendremos que hacerlo», explicó Tebas.

Cumplir las reglas

«Todos tenemos la responsabilidad de mantener esta industria en marcha y dar un paso atrás conlleva grandes riesgos. Pido a todos los clubs que le digan a sus jugadores que cumplan con las reglas porque cualquiera que las infrinja nos perjudica a todos», remarcó.

En contraste con su pose más provocadora sobresalió la voz serena de Irene Lozano, la mandamás del CSD. Tiene la facultad, por delegación del Gobierno, de decidir cuándo entrará público en las gradas. Si fuera por Tebas, en cuatro días. Calma, dijo Lozano. «Es importante que todos mandemos el mismo mensaje y que no sembremos desde las instituciones ninguna confusión», dijo en alusión velada al susodicho. 

Lozano replicó que «sin ningún género de dudas» al ser preguntada sobre si la vuelta del público solo se produciría en todos los estadios a la vez. «El factor campo influye», dijo. Aun con los festejos virtuales, por lo visto ayer. Aun sin la pasión. Se supone que nos acostumbraremos a este fútbol, aunque cueste ahora de creerlo, y se demostrará una vez más, si eso ocurre, la infinitat capacidad de adaptación de la condición humana.