LIGA FRANCESA

El PSG, un campeón confinado y en crisis

El club parisino logra oficialmente la Liga en plenas turbulencias porque los jugadores no se quieren bajar los sueldos y el club encara "pérdidas colosales"

Mbappé celebra junto a sus compañeros un gol marcado por Neymar de penalti.

Mbappé celebra junto a sus compañeros un gol marcado por Neymar de penalti. / periodico

Marcos López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno francés prohibió el fútbol hasta septiembre y el Paris Saint Germain (PSG) fue proclamado este jueves oficialmente como nuevo campeón de Liga. Es el noveno título, acercándose peligrosamente a los 10 que poseen el Saint Etienne, hegemómico en la década de los 60 y 70 del siglo pasado, y los 10 también del Marsella, autor principal del fútbol del hexágono a finales de los 80 y luego en los 90.

Es un título que le llega al PSG confinado en casa, sometido a turbulentas convulsiones internas porque el proyecto catarí estaba diseñado, con la cohabitación de Neymar Mbappé (400 millones de euros solo en fichajes, sin contar luego sus altísimas fichas), para triunfar en la Liga de Campeones.

En Francia gana siempre. O casi siempre. Siete de los ocho últimos campeonatos le pertenecen. Pero eso es poco. Y el club, al cancelarse definitivamente la temporada, se expone, como recordó su propio presidente, Nasser Al-Khelaïfi, a «unas pérdidas colosales». No quiso el dirigente dar cifras, pero se acercarían a los 200 millones de euros, unido, además, a la serie de problemas judiciales que envuelven desde hace meses su figura. 

Procesado en Suiza

El dirigente catarí, que es el máximo responsable también de la cadena de televisión Bein Sports, ha sido procesado en Suiza por un caso de corrupción por la asignación de los derechos televisivos de los próximos Mundiales 2026 y 2030. Será juzgado en el mes de septiembre junto al francés Jérôme Valcke, exsecretario general de la FIFA, y un tercer hombre cuyo nombre no ha sido revelado. Pero ahora la preocupación de Al-Khelaïfi es convencer a sus estrellas del tenebroso escenario económico que vive el PSG.

Cuando el Barça comunicó, tras una compleja negociación con la plantilla, que los jugadores se rebajaban un 70% el salario base con la ya tradicional crisis de Instagram de Leo Messi, el capitán que se quejó de las formas, el presidente del club parisino trasladó ese mensaje a su plantilla. Pero ni caso. Usó una entrevista con RMC Sport para reclama «un esfuerzo» a los futbolistas. «Espero de ellos un esfuerzo. Conocen sus responsabilidades», señaló Khelaïfi.

Y Neymar, en Brasil

Ni rastro, de momento, de que los futbolistas asumieran, usando la expresión del presidente del PSG, sus responsabilidades, mientras el nuevo mercado que asoma para la próxima temporada no habrá dinero para grandes operaciones. Neymar, entretanto, continúa en Brasil con su particular confinamiento, mientras Zidane confía en reclutar a Mbappé, cuyo contrato con el club parisino expira en el 2022.

Para Al-Khelaïfi esta Liga, dictada por la ley del coronavirus,  le da muchos más problemas económicos que réditos deportivos. Necesita algo grande en Europa y el tiempo se le agota.