CHAMPIONS LEAGUE

Diakhaby silencia el sueño del Valencia

Ilicic y Kondogbia disputan un balón en el Valencia-Atalanta disputado a puerta cerrada.

Ilicic y Kondogbia disputan un balón en el Valencia-Atalanta disputado a puerta cerrada. / POOL UEFA / AFP

Nacho Herrero

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Dos inocentes regalos de Mouctar Diakhaby en forma de penaltis en la primera parte, el primero cuando apenas había pasado un minuto y medio, fulminaron las mínimas opciones que tenía el Valencia de remontar el 4-1 de la ida ante el Atalanta y le obligaron a tener que pelear sin objetivo y sin red pero con orgullo en una segunda parte en la que Josip Ilicic culminó su póquer de goles a la contra y le dio el triunfo y el pase a cuartos al atrevidísimo equipo italiano.

Todo eso se vio por la televisión porque ocurrió en un Mestalla vació por las medidas para tratar de contener el coronavirus y en el que los únicos espectadores fueron los jugadores no convocados de ambos equipos y los operarios que abrieron el estadio. Otra impactante imagen para el álbum de este virus.

Escenario fantasmagórico

Desde que el balón se puso en marcha en ese fantasmagórico escenario, el Atalanta demostró que no iba a renunciar a su estilo ofensivo y encerró al Valencia en su área. En la primera llegada, Josip Ilicic penetró en el área por la banda derecha con su potente zancada y engañó con una sutil finta a Diakhaby que le arrolló en un claro penalti.

Apenas tardó un minuto el VAR en validarlo y el propio delantero esloveno en engañar a Cillessen y en batirlo con un fuerte disparo por el centro aprovechando que el holandés se decantó por lanzarse a su derecha.

Habían pasado apenas 2 minutos y 47 segundos, a los jugadores apenas le había dado tiempo a leer la enorme pancarta que se había desplegado en la vacía grada con el lema ‘Els nostres cors i les nostres ànimes sempre estan a Mestalla’. Lo que aún no había ni sonado eran los cánticos de ánimo grabados en otros partidos que puntualmente fueron sonando por la megafonía para tratar de empujar a los de Albert Celades.

Los que sí que habían sido en directo fueron los cánticos de los casi dos mil aficionados que se citaron un par de horas antes del encuentro para tratar de insuflar ánimos a los suyos.

Pese a la necesidad de meter al menos cuatro sólo para forzar la prórroga el Valencia no se derrumbó. Empezó a jugar más largo y a obligar a jugar en el campo del Atalanta y en una de esas un robo acabó en los pies de Rodrigo que sirvió en profundidad a Gameiro que controló con un sutil toque y batió a Sportiello. La mínima esperanza que había recuperado la volvió a perder al filo del descanso, con otro infantil penalti de Diakhaby, esta vez por manos que volvió a transformar Ilicic.

Con el francés señalado por Celades y enviado al banquillo, el Valencia retomó su batalla. Azuzado por la presencia de Guedes y con dos medios centro (Coquelin y Kondogbia) como centrales trató por enloquecer el encuentro y lo consiguió. Así llegaron el empate de Gameiro y el golazo con el que Ferran puso por delante al equipo y el milagro volvió a planear por las vacías gradas de Mestalla.

Pero el verdugo de siempre apareció para acabar con ese sueño apenas cuatro minutos después. El empate cerró definitivamente la eliminatoria y el cuarto tanto en la cuenta de Ilicic supuso el inmerecido castigo añadido de una derrota para un Valencia lastrado por Diakhaby... y por su mal partido en San Siro.

La ficha

Valencia: Cillessen (5), Wass (5), Coquelin (7), Diakhaby (4), Gayà (6), Soler (7), Kondogbia (7), Parejo (7), Ferran (7), Rodrigo (7) y Gameiro (7).

Guedes (7), Cheryshev (6), Florenzi (5)

 Entrenador: Celades (6)