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Niños jugando delante de un edificio con amianto degradado que tiene una malla protectora en Badia del Vallès, ciudad de 13.055 habitantes ubicada a apenas 20 minutos de la capital catalana fue construida en los años 70 con amianto en prácticamente todas sus edificaciones.
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Fotografía tomada en un cuadro ubicado en la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Badia del Vallès, municipio que se construyó a un ritmo acelerado, levantando en menos de dos años 4.156 viviendas prefabricadas, que representan la mayor parte de las 5.372 viviendas actuales.
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Durante muchos años los vecinos han convivido de espaldas a esta problemática hasta que estudios demostraron que el amianto es altamente cancerígeno y su uso fue prohibido en España en 2002. Un vecino juega a la petanca en el Casal de la Gent Gran de Badia.
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En Badia el amianto se utilizó, sin miramientos, para abaratar costes en la construcción acelerada de los hogares. A día de hoy se calcula que para cada vecino hay 30 kg de este material, todo ello ubicado en zona residencial. Imagen tomada desde una azotea de uno de los bloques de la ciudad.
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Cincuenta años después de erigirse como municipio, las fibras tóxicas presentes en las fachadas, tejados y tuberías de la ciudad han llegado al final de su vida útil y se están descomponiendo de forma simultánea. Hoy amenazan más que nunca el riesgo de la salud pública de los vecinos de la ciudad. Dos miembros de la Asociación de Vecinos de Badia señalan un edificio degradado en la calle Burgos del que ha caído una baldosa de amianto.
6
El amianto llegó a ganarse el pseudónimo de ‘material mágico’ por el amplio uso que adquirió en el siglo XX y su versatilidad. Durante la dictadura franquista se empleaba de manera indiscriminada en viviendas, calles, pinturas, frenos, embragues, cortinas de teatro, persianas e incluso canalizaciones de agua. Imagen de una tubería externa de un edificio de la ciudad.
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La vida cotidiana de los vecinos de Badia del Vallès se caracteriza por el amianto, un temor tan invisible como omnipresente. “Si le preguntas a alguien cuál es su principal preocupación te dirá el asbesto”, explica Juan, uno de los vecinos que juegan a la petanca en el Casal de la Gent Gran, donde se ha tomado la imagen.
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La situación es crítica, especialmente para los niños, que ya están creciendo expuestos a estas fibras”. “En Badia hay niños que todavía no han nacido, que morirán por culpa del amianto, porque no se habrá retirado a tiempo”, alerta el doctor Josep Tarrés, neumólogo experto en amianto. Enrique, un vecino de Badia, juega en el parque.
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La urgencia que tiene la ciudad es debida a que todo el material se degrada de forma simultánea, los vecinos viven bajo este deterioro. Imagen del interior de una vivienda tipo estrella de Badia.
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“Siempre tengo la ventana de la cocina cerrada, me da miedo abrirla, porque la fachada está repleta de este material”, Encarna es una vecina de 92 años que vive en el centro de Badia del Vallès. Imagen tomada en la cocina de su casa durante el mes de agosto.
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En 2010, las fibras de asbesto comenzaron a descomponerse en la ciudad porque el amianto perdió su vida útil, que es de unos 40 años. Vistas de una galería repleta de amianto desde la cocina de Encarna, vecina de la ciudad.
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En la ciudad hay más de 5 km de tuberías de agua hechas con amianto, lo que incrementa el riesgo de exposición. Imagen de una galería con tuberías impregnadas de amianto junto a la que vecinos tienden ropa.
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Una de las principales preocupaciones son las galerías llenas de amianto. Algunas comunidades de vecinos han pagado de su propio bolsillo para transformarlas en balcones en años anteriores. En la imagen, un vecino de la ciudad mientras cuelga la ropa en dicha galería.
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“Nos da miedo que las fibras queden incrustadas en las prendas y las inhalemos constantemente”. Convivir con una galería llena de amianto es una de las principales preocupaciones de los vecinos de Badia compartida por Joaquín y Antonia.
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En 2021, el Govern de Pere Aragonès presentó una subvención de 4,5 millones de euros en un acto multitudinario en Badia del Vallès. Esta ayuda extraordinaria destaca tanto por su cuantía como por su alcance, siendo la primera vez en España que se destina financiación para desamiantar una ciudad completa, un logro atribuido a la “presión vecinal”.
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Durante este tiempo, a los vecinos les ha preocupado que el desamiantado no llegara nunca, tras múltiples problemas con la adjudicación del contrato, incluyendo un concurso que quedó desierto. Dos vecinos de los edificios conocidos como ‘lineales’ por su forma, acceden a la azotea para salir a la cubierta compuesta de amianto.
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Las galerías en Badia del Vallès presentan tres tipos de edificios: los "estrella", los "lineales" de 5 alturas, y los de 16 alturas, todos con tubos anexos. También se encuentran los edificios "H" y "Alcalá", de 9 y 11 alturas respectivamente, con sistemas de evacuación de humos. Un vecino entrando en la azotea de su edificio, del estilo ‘lineal’.
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Tras más de una década de lucha vecinal y esperas interminables, la ciudad se prepara para arrancar durante la próxima primavera (marzo) las obras de retirada del amianto. Un vecino de Badia, desde la buhardilla, nos muestra la cubierta de un bloque construida totalmente con amianto.
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En la imagen, se observan las fibras de amianto deterioradas que se desprenden de la superficie, lo que representa un grave riesgo para la salud. La descomposición de estas fibras, visibles a simple vista, es un signo del desgaste que han sufrido los materiales de construcción en Badia del Vallès.
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La inyección presupuestaria del Govern de 4,5 millones de euros no será suficiente para desamiantar todo el municipio, algo que ya advertían tanto empresas especializadas como vecinos. “El problema más gordo se va a tener con las cubiertas, ya que no habrá suficiente dinero como para retirarlas todas y reponerlas con una cubierta nueva”. Imagen de las cubiertas con amianto ubicada en el Centro de Badia del Vallès.
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La imagen muestra una cubierta de amianto, material ampliamente utilizado en los edificios de Badia del Vallès durante los años 70 y 80. Los vecinos están preocupados por el riesgo que supone la degradación de estas cubiertas, ya que el presupuesto actual podría no ser suficiente para retirarlas todas.
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Albert Castro, vecino de la ciudad de 42 años con su hijo al salir de la guardería. Dice ser consciente del riesgo y de la vulnerabilidad de los más pequeños: “Si no se retira van a vivir respirando algo que ya está completamente degradado y que les afecta directamente a la salud”, explica.
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En la imagen se ve un parque vacío y en estado de abandono. Los especialistas alertan que los niños son los más vulnerables a sus efectos debido al largo periodo de latencia del amianto, que puede llegar a los 40 años. Crecer expuestos a estas fibras tóxicas incrementa significativamente el riesgo de enfermedades graves en la vida adulta, convirtiendo la situación en una emergencia de salud pública.
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Antonio y Paqui ante su edificio que han pintado para que no “se escaparán más fibras de amianto”. La pareja quiere llevar una rutina normal. “Nos gusta vivir aquí. Tenemos colegios, supermercados, estamos cerca de Barcelona, pero es como un pueblo”, explican durante la entrevista.
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En la imagen se puede observar un trozo de fibrocemento que contiene amianto tirado en el suelo, un ejemplo de la creciente degradación de este material en la ciudad. En Badia del Vallès ya es común ver estos fragmentos peligrosos dispersos por las calles, aumentando la exposición de los vecinos. Esta situación subraya el deterioro crítico de las infraestructuras con amianto, cuya retirada se ha convertido en una prioridad urgente.
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Más allá de la lucha para retirar el aminto, Badia del Vallès es ampliamente conocida por su lucha vecinal, desde la emancipación de Bellaterra hasta conseguir los servicios básicos como escuelas y el CAP. Un grupo de vecinas se encuentran cada día bajo el banco de su edificio, “No creo que lleguemos a ver una Badia desamiantada”.
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En la imagen se refleja la idiosincrasia de los vecinos en Badia del Vallès, donde el envejecimiento de la población es evidente. A lo largo de las calles, se pueden ver señales en el suelo que alertan de peligros en las aceras, una medida de precaución para proteger a la población mayor, que es especialmente vulnerable en este entorno deteriorado.
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“Esperamos que llegue pronto, deberían quitar todo esto de una vez. Llevamos años luchándolo”, señala Antonio Ruiz, vecino de la ciudad de unos 73 años que padece cáncer de pulmón y pasea su perro delante de su vivienda.
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Durante la intervención de marzo se incluirá la retirada de galerías de edificios (que llegan hasta los 16 pisos) y los tubos anexos que también serán objeto de tratamiento para la retirada del amianto.
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Pedro García de Ron y Concepción Jiménez, dos vecinos del barrio de toda la vida procedentes del sur de España, no dudan en tildar la situación de la ciudad de ser un problema de clase social: “Si esto pasara en un barrio rico de Barcelona, se habría solucionado hace años”. Foto tomada en el sofá de su casa de Badia del Vallès.
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El mesotelioma, un tipo de cáncer de pleura provocado por la inhalación de amianto, reduce la esperanza de vida en unos dos años y tiene un periodo de latencia de 30 a 40 años. Una paciente de la Vall de Hebron en una unidad de neumología donde se realizan pruebas relacionadas con el amianto.
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La imagen muestra una galería visiblemente deteriorada, con signos claros de la degradación del amianto. Las fibras tóxicas del material, expuestas a la intemperie, empiezan a descomponerse, lo que incrementa el riesgo de inhalación para los vecinos que transitan o viven cerca de estas estructuras.
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En la imagen, se ve una familia con niños celebrando un aniversario ante unos edificios deteriorados hasta el punto de necesitar mallas para evitar desprendimientos. Los expertos alertan que la exposición prolongada afecta principalmente a los niños, quienes crecerán con este riesgo.
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Niños juegan cerca de edificios con galerías formadas por amianto altamente degradado. Aunque las mallas protegen de la caída de materiales, la preocupación persiste, ya que los menores son especialmente vulnerables a la inhalación de las peligrosas fibras de amianto.
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En esta imagen, se observan niños jugando cerca de edificios cuya estructura de amianto está en evidente deterioro. La exposición a estas fibras, especialmente en menores, supone un riesgo elevado para su salud, con efectos que pueden manifestarse en varias décadas.
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Niños juegan en la calle frente a edificios cubiertos por mallas protectoras debido a la degradación del amianto en sus galerías. Aunque todavía es parte de su entorno cotidiano, los más pequeños son los más vulnerables a los efectos de este material tóxico, que afecta principalmente a largo plazo.
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Antonia, una vecina de Badia del Vallès, expresa su temor a abrir las ventanas de su hogar, rodeado de edificios con estructuras de amianto en descomposición. Tras asistir a varias reuniones de la Comisión del Amianto, ha tomado plena conciencia del peligro que implica inhalar las fibras tóxicas liberadas por este material.
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Las intervenciones de desamiantado previstas para el mes de marzo, no tienen precedentes en España, algo que dicen tanto administraciones como empresas especializadas en la retirada de asbesto. Trabajadores de la empresa IDES en una retirada de amianto en Paerts del Vallès con máscaras especializadas y EPIs.
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Las rigurosas medidas de protección aplicadas por los equipos de desamiantado, con trajes especializados y protocolos estrictos, contrastan drásticamente con la realidad diaria de los vecinos de Badia, que viven rodeados de amianto sin las mismas medidas de seguridad.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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"ATENCIÓN: CONTIENE AMIANTO. Respirar el polvo de amianto es peligroso para la salud. Seguir las normas de seguridad", advierte el sello de las bolsas herméticas que contienen los residuos de amianto.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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Un operario africano dentro de una unidad de descontaminación tras una jornada de desamiantado quitándose el casco.
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Personal que trabaja retirando amianto lavando la máscara especial que no pueden utilizar durante más de cuatro horas seguidas para hacer la intervención.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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Después de años de lucha vecinal, en 2021 se presentó un innovador mapa del amianto en Badia del Vallès, el cual ilustra la grave degradación que sufre la ciudad debido al compromiso de sus habitantes. Este proyecto, pionero en Europa, tenía como objetivo "demostrar que la situación de la ciudad era, y sigue siendo, crítica". La consultoría responsable de su realización es ACM, dirigida por José Barrios, quien en la imagen está recreando las mediciones de aire que se utilizaron para elaborar el mapa.
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El medidor de calidad del aire que se utilizó para determinar que Badia está considerada la zona cero de amianto.
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El mapa elaborado por ACM ha supuesto una década de trabajo, con análisis ambientales, toma de muestras y redacción de informes. Barrios destaca que la situación en Badia no tiene precedentes. José Barrios ante un edificio de Badia recreando las mediciones de aire que tomaron para realizar el mapa.
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El presupuesto es fruto de una subvención de 4,5 millones de euros otorgada por la Agència de Residus de Catalunya durante el mandato del anterior Govern, liderado por Pere Aragonès (ERC). La ayuda presupuestaria es fruto de una presión vecinal coordinada con el Ayuntamiento. Juan José Díaz, presidente de la Asociación de Vecinos, durante una reunión de la Comisión de Amianto, creada en 2016 para abordar la problemática.
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Desde hace más de una década, la Asociación de Vecinos de Badia y la Comisió de l’Amiant, presidida por Juan José Díaz, ha liderado las reivindicaciones para exigir la retirada del amianto. “Nos llegan muchas preguntas: vecinos veteranos que quieren saber cuándo se retirará, o nuevos residentes que dudan en comprar una vivienda por la toxicidad del material con el que se ha hecho. El denominador común es la preocupación por dejar de vivir con el amianto. “¿Cuándo se acabará este problema?”, se cuestiona Díaz. Varios miembros de la Asociación de Vecinos delante del local.
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El director de la empresa ACM, José Barrios, realizó un mapeo del amianto que hay en la ciudad fruto del empeño de los vecinos que querían dejar clara la evidencia.
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La abogada Esther Costa en los despachos del Col·lectiu Ronda ubicados en Barcelona. La recomendación de Costa para los vecinos es contundente: “Si pudiera dar un consejo a los vecinos, sería que se marcharan. No deberían tener que hacerlo, pero no les queda otra. Por desgracia, muchos no tienen los recursos para irse, y eso nos vuelve a llevar al problema de clase”.
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El alcalde de Badia, Josep Martínez (PSC) en la Sala de Plenos del Ayuntamiento. Martínez defiende el compromiso del consistorio con la retirada del material y asegura que Badia del Vallès será la primera ciudad totalmente desamiantada de Europa.
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Las obras se llevarán a cabo con confinamientos estáticos para garantizar la total seguridad de los vecinos, lo que implica sellar cada edificio en obras mediante estructuras temporales y recubrimientos plásticos. Recreación de como será la plastificación llevada a cabo por la empresa IDES ubicada en Gavà, en la imagen Xavier Asensio, director de la empresa.
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Las obras se llevarán a cabo con confinamientos estáticos para garantizar la total seguridad de los vecinos, lo que implica sellar cada edificio en obras mediante estructuras temporales y recubrimientos plásticos. Recreación de como será la plastificación llevada a cabo por la empresa IDES ubicada en Gavà, en la imagen Xavier Asensio, director de la empresa.
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Antonia y Joaquín, dos vecinos de Badia, se preguntan si esta vez están realmente ante el ocaso del amianto, son muchos años de promesas incumplidas y de esperar una solución que nunca acaba de llegar. “¿Podremos volver a abrir las ventanas y dejar que el aire entre en casa sin el miedo constante al amianto?. Sueñan con un día en que el miedo sea solo un recuerdo y no una sombra persistente en cada rincón de sus hogares.
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Niños jugando delante de un edificio con amianto degradado que tiene una malla protectora en Badia del Vallès, ciudad de 13.055 habitantes ubicada a apenas 20 minutos de la capital catalana fue construida en los años 70 con amianto en prácticamente todas sus edificaciones.
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Fotografía tomada en un cuadro ubicado en la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Badia del Vallès, municipio que se construyó a un ritmo acelerado, levantando en menos de dos años 4.156 viviendas prefabricadas, que representan la mayor parte de las 5.372 viviendas actuales.
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Durante muchos años los vecinos han convivido de espaldas a esta problemática hasta que estudios demostraron que el amianto es altamente cancerígeno y su uso fue prohibido en España en 2002. Un vecino juega a la petanca en el Casal de la Gent Gran de Badia.
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En Badia el amianto se utilizó, sin miramientos, para abaratar costes en la construcción acelerada de los hogares. A día de hoy se calcula que para cada vecino hay 30 kg de este material, todo ello ubicado en zona residencial. Imagen tomada desde una azotea de uno de los bloques de la ciudad.
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Cincuenta años después de erigirse como municipio, las fibras tóxicas presentes en las fachadas, tejados y tuberías de la ciudad han llegado al final de su vida útil y se están descomponiendo de forma simultánea. Hoy amenazan más que nunca el riesgo de la salud pública de los vecinos de la ciudad. Dos miembros de la Asociación de Vecinos de Badia señalan un edificio degradado en la calle Burgos del que ha caído una baldosa de amianto.
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El amianto llegó a ganarse el pseudónimo de ‘material mágico’ por el amplio uso que adquirió en el siglo XX y su versatilidad. Durante la dictadura franquista se empleaba de manera indiscriminada en viviendas, calles, pinturas, frenos, embragues, cortinas de teatro, persianas e incluso canalizaciones de agua. Imagen de una tubería externa de un edificio de la ciudad.
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La vida cotidiana de los vecinos de Badia del Vallès se caracteriza por el amianto, un temor tan invisible como omnipresente. “Si le preguntas a alguien cuál es su principal preocupación te dirá el asbesto”, explica Juan, uno de los vecinos que juegan a la petanca en el Casal de la Gent Gran, donde se ha tomado la imagen.
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La situación es crítica, especialmente para los niños, que ya están creciendo expuestos a estas fibras”. “En Badia hay niños que todavía no han nacido, que morirán por culpa del amianto, porque no se habrá retirado a tiempo”, alerta el doctor Josep Tarrés, neumólogo experto en amianto. Enrique, un vecino de Badia, juega en el parque.
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La urgencia que tiene la ciudad es debida a que todo el material se degrada de forma simultánea, los vecinos viven bajo este deterioro. Imagen del interior de una vivienda tipo estrella de Badia.
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“Siempre tengo la ventana de la cocina cerrada, me da miedo abrirla, porque la fachada está repleta de este material”, Encarna es una vecina de 92 años que vive en el centro de Badia del Vallès. Imagen tomada en la cocina de su casa durante el mes de agosto.
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En 2010, las fibras de asbesto comenzaron a descomponerse en la ciudad porque el amianto perdió su vida útil, que es de unos 40 años. Vistas de una galería repleta de amianto desde la cocina de Encarna, vecina de la ciudad.
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En la ciudad hay más de 5 km de tuberías de agua hechas con amianto, lo que incrementa el riesgo de exposición. Imagen de una galería con tuberías impregnadas de amianto junto a la que vecinos tienden ropa.
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Una de las principales preocupaciones son las galerías llenas de amianto. Algunas comunidades de vecinos han pagado de su propio bolsillo para transformarlas en balcones en años anteriores. En la imagen, un vecino de la ciudad mientras cuelga la ropa en dicha galería.
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“Nos da miedo que las fibras queden incrustadas en las prendas y las inhalemos constantemente”. Convivir con una galería llena de amianto es una de las principales preocupaciones de los vecinos de Badia compartida por Joaquín y Antonia.
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En 2021, el Govern de Pere Aragonès presentó una subvención de 4,5 millones de euros en un acto multitudinario en Badia del Vallès. Esta ayuda extraordinaria destaca tanto por su cuantía como por su alcance, siendo la primera vez en España que se destina financiación para desamiantar una ciudad completa, un logro atribuido a la “presión vecinal”.
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Durante este tiempo, a los vecinos les ha preocupado que el desamiantado no llegara nunca, tras múltiples problemas con la adjudicación del contrato, incluyendo un concurso que quedó desierto. Dos vecinos de los edificios conocidos como ‘lineales’ por su forma, acceden a la azotea para salir a la cubierta compuesta de amianto.
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Las galerías en Badia del Vallès presentan tres tipos de edificios: los "estrella", los "lineales" de 5 alturas, y los de 16 alturas, todos con tubos anexos. También se encuentran los edificios "H" y "Alcalá", de 9 y 11 alturas respectivamente, con sistemas de evacuación de humos. Un vecino entrando en la azotea de su edificio, del estilo ‘lineal’.
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Tras más de una década de lucha vecinal y esperas interminables, la ciudad se prepara para arrancar durante la próxima primavera (marzo) las obras de retirada del amianto. Un vecino de Badia, desde la buhardilla, nos muestra la cubierta de un bloque construida totalmente con amianto.
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En la imagen, se observan las fibras de amianto deterioradas que se desprenden de la superficie, lo que representa un grave riesgo para la salud. La descomposición de estas fibras, visibles a simple vista, es un signo del desgaste que han sufrido los materiales de construcción en Badia del Vallès.
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La inyección presupuestaria del Govern de 4,5 millones de euros no será suficiente para desamiantar todo el municipio, algo que ya advertían tanto empresas especializadas como vecinos. “El problema más gordo se va a tener con las cubiertas, ya que no habrá suficiente dinero como para retirarlas todas y reponerlas con una cubierta nueva”. Imagen de las cubiertas con amianto ubicada en el Centro de Badia del Vallès.
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La imagen muestra una cubierta de amianto, material ampliamente utilizado en los edificios de Badia del Vallès durante los años 70 y 80. Los vecinos están preocupados por el riesgo que supone la degradación de estas cubiertas, ya que el presupuesto actual podría no ser suficiente para retirarlas todas.
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Albert Castro, vecino de la ciudad de 42 años con su hijo al salir de la guardería. Dice ser consciente del riesgo y de la vulnerabilidad de los más pequeños: “Si no se retira van a vivir respirando algo que ya está completamente degradado y que les afecta directamente a la salud”, explica.
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En la imagen se ve un parque vacío y en estado de abandono. Los especialistas alertan que los niños son los más vulnerables a sus efectos debido al largo periodo de latencia del amianto, que puede llegar a los 40 años. Crecer expuestos a estas fibras tóxicas incrementa significativamente el riesgo de enfermedades graves en la vida adulta, convirtiendo la situación en una emergencia de salud pública.
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Antonio y Paqui ante su edificio que han pintado para que no “se escaparán más fibras de amianto”. La pareja quiere llevar una rutina normal. “Nos gusta vivir aquí. Tenemos colegios, supermercados, estamos cerca de Barcelona, pero es como un pueblo”, explican durante la entrevista.
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En la imagen se puede observar un trozo de fibrocemento que contiene amianto tirado en el suelo, un ejemplo de la creciente degradación de este material en la ciudad. En Badia del Vallès ya es común ver estos fragmentos peligrosos dispersos por las calles, aumentando la exposición de los vecinos. Esta situación subraya el deterioro crítico de las infraestructuras con amianto, cuya retirada se ha convertido en una prioridad urgente.
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Más allá de la lucha para retirar el aminto, Badia del Vallès es ampliamente conocida por su lucha vecinal, desde la emancipación de Bellaterra hasta conseguir los servicios básicos como escuelas y el CAP. Un grupo de vecinas se encuentran cada día bajo el banco de su edificio, “No creo que lleguemos a ver una Badia desamiantada”.
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En la imagen se refleja la idiosincrasia de los vecinos en Badia del Vallès, donde el envejecimiento de la población es evidente. A lo largo de las calles, se pueden ver señales en el suelo que alertan de peligros en las aceras, una medida de precaución para proteger a la población mayor, que es especialmente vulnerable en este entorno deteriorado.
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“Esperamos que llegue pronto, deberían quitar todo esto de una vez. Llevamos años luchándolo”, señala Antonio Ruiz, vecino de la ciudad de unos 73 años que padece cáncer de pulmón y pasea su perro delante de su vivienda.
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Durante la intervención de marzo se incluirá la retirada de galerías de edificios (que llegan hasta los 16 pisos) y los tubos anexos que también serán objeto de tratamiento para la retirada del amianto.
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Pedro García de Ron y Concepción Jiménez, dos vecinos del barrio de toda la vida procedentes del sur de España, no dudan en tildar la situación de la ciudad de ser un problema de clase social: “Si esto pasara en un barrio rico de Barcelona, se habría solucionado hace años”. Foto tomada en el sofá de su casa de Badia del Vallès.
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El mesotelioma, un tipo de cáncer de pleura provocado por la inhalación de amianto, reduce la esperanza de vida en unos dos años y tiene un periodo de latencia de 30 a 40 años. Una paciente de la Vall de Hebron en una unidad de neumología donde se realizan pruebas relacionadas con el amianto.
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La imagen muestra una galería visiblemente deteriorada, con signos claros de la degradación del amianto. Las fibras tóxicas del material, expuestas a la intemperie, empiezan a descomponerse, lo que incrementa el riesgo de inhalación para los vecinos que transitan o viven cerca de estas estructuras.
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En la imagen, se ve una familia con niños celebrando un aniversario ante unos edificios deteriorados hasta el punto de necesitar mallas para evitar desprendimientos. Los expertos alertan que la exposición prolongada afecta principalmente a los niños, quienes crecerán con este riesgo.
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Niños juegan cerca de edificios con galerías formadas por amianto altamente degradado. Aunque las mallas protegen de la caída de materiales, la preocupación persiste, ya que los menores son especialmente vulnerables a la inhalación de las peligrosas fibras de amianto.
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En esta imagen, se observan niños jugando cerca de edificios cuya estructura de amianto está en evidente deterioro. La exposición a estas fibras, especialmente en menores, supone un riesgo elevado para su salud, con efectos que pueden manifestarse en varias décadas.
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Niños juegan en la calle frente a edificios cubiertos por mallas protectoras debido a la degradación del amianto en sus galerías. Aunque todavía es parte de su entorno cotidiano, los más pequeños son los más vulnerables a los efectos de este material tóxico, que afecta principalmente a largo plazo.
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Antonia, una vecina de Badia del Vallès, expresa su temor a abrir las ventanas de su hogar, rodeado de edificios con estructuras de amianto en descomposición. Tras asistir a varias reuniones de la Comisión del Amianto, ha tomado plena conciencia del peligro que implica inhalar las fibras tóxicas liberadas por este material.
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Las intervenciones de desamiantado previstas para el mes de marzo, no tienen precedentes en España, algo que dicen tanto administraciones como empresas especializadas en la retirada de asbesto. Trabajadores de la empresa IDES en una retirada de amianto en Paerts del Vallès con máscaras especializadas y EPIs.
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Las rigurosas medidas de protección aplicadas por los equipos de desamiantado, con trajes especializados y protocolos estrictos, contrastan drásticamente con la realidad diaria de los vecinos de Badia, que viven rodeados de amianto sin las mismas medidas de seguridad.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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"ATENCIÓN: CONTIENE AMIANTO. Respirar el polvo de amianto es peligroso para la salud. Seguir las normas de seguridad", advierte el sello de las bolsas herméticas que contienen los residuos de amianto.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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Un operario africano dentro de una unidad de descontaminación tras una jornada de desamiantado quitándose el casco.
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Personal que trabaja retirando amianto lavando la máscara especial que no pueden utilizar durante más de cuatro horas seguidas para hacer la intervención.
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El proceso de desamiantado debe ser llevado a cabo exclusivamente por empresas especializadas, siguiendo protocolos estrictos de descontaminación. Estos incluyen áreas específicas con aspiradores industriales, duchas de tres fases y una limpieza intensiva tanto de manos como de equipos reutilizables, como las mascarillas. Una vez retirado, el amianto es almacenado bajo normativas rigurosas y transportado a vertederos de residuos peligrosos. Además, los trabajadores deben someterse a revisiones médicas anuales para controlar la salud de sus vías respiratorias y detectar enfermedades graves relacionadas con la exposición al amianto, que pueden ser mortales.
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Después de años de lucha vecinal, en 2021 se presentó un innovador mapa del amianto en Badia del Vallès, el cual ilustra la grave degradación que sufre la ciudad debido al compromiso de sus habitantes. Este proyecto, pionero en Europa, tenía como objetivo "demostrar que la situación de la ciudad era, y sigue siendo, crítica". La consultoría responsable de su realización es ACM, dirigida por José Barrios, quien en la imagen está recreando las mediciones de aire que se utilizaron para elaborar el mapa.
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El medidor de calidad del aire que se utilizó para determinar que Badia está considerada la zona cero de amianto.
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El mapa elaborado por ACM ha supuesto una década de trabajo, con análisis ambientales, toma de muestras y redacción de informes. Barrios destaca que la situación en Badia no tiene precedentes. José Barrios ante un edificio de Badia recreando las mediciones de aire que tomaron para realizar el mapa.
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El presupuesto es fruto de una subvención de 4,5 millones de euros otorgada por la Agència de Residus de Catalunya durante el mandato del anterior Govern, liderado por Pere Aragonès (ERC). La ayuda presupuestaria es fruto de una presión vecinal coordinada con el Ayuntamiento. Juan José Díaz, presidente de la Asociación de Vecinos, durante una reunión de la Comisión de Amianto, creada en 2016 para abordar la problemática.
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Desde hace más de una década, la Asociación de Vecinos de Badia y la Comisió de l’Amiant, presidida por Juan José Díaz, ha liderado las reivindicaciones para exigir la retirada del amianto. “Nos llegan muchas preguntas: vecinos veteranos que quieren saber cuándo se retirará, o nuevos residentes que dudan en comprar una vivienda por la toxicidad del material con el que se ha hecho. El denominador común es la preocupación por dejar de vivir con el amianto. “¿Cuándo se acabará este problema?”, se cuestiona Díaz. Varios miembros de la Asociación de Vecinos delante del local.
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El director de la empresa ACM, José Barrios, realizó un mapeo del amianto que hay en la ciudad fruto del empeño de los vecinos que querían dejar clara la evidencia.
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La abogada Esther Costa en los despachos del Col·lectiu Ronda ubicados en Barcelona. La recomendación de Costa para los vecinos es contundente: “Si pudiera dar un consejo a los vecinos, sería que se marcharan. No deberían tener que hacerlo, pero no les queda otra. Por desgracia, muchos no tienen los recursos para irse, y eso nos vuelve a llevar al problema de clase”.
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El alcalde de Badia, Josep Martínez (PSC) en la Sala de Plenos del Ayuntamiento. Martínez defiende el compromiso del consistorio con la retirada del material y asegura que Badia del Vallès será la primera ciudad totalmente desamiantada de Europa.
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Las obras se llevarán a cabo con confinamientos estáticos para garantizar la total seguridad de los vecinos, lo que implica sellar cada edificio en obras mediante estructuras temporales y recubrimientos plásticos. Recreación de como será la plastificación llevada a cabo por la empresa IDES ubicada en Gavà, en la imagen Xavier Asensio, director de la empresa.
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Las obras se llevarán a cabo con confinamientos estáticos para garantizar la total seguridad de los vecinos, lo que implica sellar cada edificio en obras mediante estructuras temporales y recubrimientos plásticos. Recreación de como será la plastificación llevada a cabo por la empresa IDES ubicada en Gavà, en la imagen Xavier Asensio, director de la empresa.
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Antonia y Joaquín, dos vecinos de Badia, se preguntan si esta vez están realmente ante el ocaso del amianto, son muchos años de promesas incumplidas y de esperar una solución que nunca acaba de llegar. “¿Podremos volver a abrir las ventanas y dejar que el aire entre en casa sin el miedo constante al amianto?. Sueñan con un día en que el miedo sea solo un recuerdo y no una sombra persistente en cada rincón de sus hogares.
