El talento se queda en casa

El doctorado es la culminación a años de estudios. Es el escalafón final con el que se certifica la adquisición de los máximos conocimientos en un ámbito. Una excelencia que supone una de las mejores materias primas que puede tener un país a largo plazo.

Sin embargo, los estados no siempre llegan a cubrir todo el cupo de becas, perdiendo, de este modo, la posibilidad de dar la máxima formación a sus talentos. La falta de financiación hace que muchos jóvenes tengan que emigrar para poder doctorarse o renunciar a terminar sus estudios. Esto se traduce en la pérdida de talento en la investigación, o lo que es lo mismo, la renuncia a importantes descubrimientos.

OBJETIVO

En su compromiso contra la fuga de cerebros y la importación de talento, la Obra Social La Caixa, dispone de dos programas de doctorado en universidades y centros de investigación de referencia en España, que cumplen su cuarta convocatoria: el Programa Internacional de Becas de Doctorado La Caixa-Severo Ochoa, que otorga, en esta convocatoria, 48 becas para estudiantes españoles y extranjeros, y el Programa de Doctorado en Universidades y Centros de Investigación de España, que concede 20 becas para estudiantes españoles.

La dotación económica oscila entre los 113.500 y los 115.500 euros

El objetivo de ambos programas es incorporar a jóvenes talentos nacionales e internacionales en las universidades y los centros de investigación de referencia. Las becas de los dos programas tienen una duración de entre tres y cuatro años, y cada una de ellas tiene una dotación de entre 113.500 y 115.500 euros. Entre ambas convocatorias, se han recibido más de 2.328 solicitudes.

HOMENAJE

En el día de ayer, se celebró un acto de entrega de diplomas a los doctorandos de la presente edición en CaixaForum Madrid, al que acudieron la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, la directora general adjunta de la Fundación Bancaria La Caixa, Elisa Durán y el director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró. Isidro Fainé, actual Presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, ha redoblado los esfuerzos de la entidad en su programa de becas. Para Fainé, tal y como destacó en la ceremonia de entrega de las becas de posgrado de este año: “El bienestar de un país se consigue a través de la formación y la educación continuada de sus ciudadanos. Una buena educación es el vehículo más rápido para conseguir, por una parte, el progreso y la generación de riqueza, y, por otra, la lucha contra la desigualdad. En este sentido, el programa de becas hace bueno el lema de la Fundación Bancaria La Caixa: 'Cambiamos presentes, construimos futuros'”.

HACIA EL ÉXITO

Obtener una de las becas de La Caixa para realizar el doctorado es una pasarela para el éxito. Además de financiación, hay la posibilidad de desarrollar las tesis en centros de investigación punteros. “Esta beca me permite hacer el doctorado en España en un momento en el que hay poca financiación. Sin esta oportunidad, hubiese tenido que emigrar”, explica Verónica Matía, doctoranda del Programa Internacional de Becas de Doctorado La Caixa-Severo Ochoa, quien, tras sus estancias en Ámsterdam y Boston, está focalizada en el estudio del glioblastoma, el más común y agresivo de los tumores cerebrales en adultos en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). “Un tumor cerebral es prácticamente una sentencia de muerte. Solo hay un 5% de personas que sobrevivan más de cinco años. El mínimo avance en este campo puede suponer un importante descubrimiento”, cuenta Matía.

Las becas La Caixa cubren todo tipo de disciplinas del conocimiento. Por ejemplo, María Borragan va a poder realizar su tesis doctoral sobre lenguaje en el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de la Universidad del País Vasco (UPV). “Gracias al programa de La Caixa tengo la oportunidad de realizar un doctorado en uno centro de investigación de alto rendimiento”, explica la becaria del Programa de Doctorado en Universidades y Centros de Investigación de España, quién va a tener la oportunidad de comprender las ventajas que tiene un cerebro bilingüe para incluirlas en la terapia para niños con dislexia. “Mi idea es investigar por qué los bilingües tienen más facilidad a la hora de incorporar nuevas palabras. Si entendemos esta capacidad, podemos implementar este aprendizaje en niños con problemas del lenguaje”, concluye Borragan.