Abro hilo
¿Barnies o Bernies? 'Black Mirror' hace luz de gas a los espectadores
Una serie de Netflix, los mensajes de Trump en Truth Social y la contundencia de Óscar Puente, protagonistas en las redes

Fotograma del capítulo 'Bête noire' de 'Black Mirror' / Netflix


Daniel G. Sastre
Daniel G. SastrePeriodista
Periodista. Profesor asociado en la UB.
Ha vuelto 'Black Mirror', la estupenda serie de ciencia ficción de Netflix, y lo ha hecho por todo lo alto. Después de algunas temporadas que no acabaron de convencer a su legión de fans, esta séptima entrega tiene algunos capítulos que están entre los mejores de siempre. El tristísimo 'Gente corriente', o el distópico 'Juguetes', por ejemplo. Pero el segundo episodio de la temporada, titulado 'Bête Noire', es el que ha provocado más reacciones en las redes sociales.
Trata, resumiendo mucho, sobre una chica, Verity, que contratan en la empresa donde trabaja una antigua compañera suya de colegio, Maria. Poco a poco van conociéndose detalles de la difícil relación que mantuvieron en el pasado, y mientras tanto no dejan de suceder cosas extrañas, sutiles cambios en la realidad que van trastornando a Maria, y que no son ajenos a Verity. Este es el planteamiento inicial del capítulo, sin caer demasiado en el espóiler. Pero resulta que los responsables de la serie han decidido llevar el juego más allá: uno de esos cambios que asombran a Maria es que la cadena de restaurantes en la que trabajaba su novio pasa de llamarse Barnies a Bernies, y nadie excepto ella se da cuenta. Sin embargo, comparando la escena que ven en sus televisores los espectadores, resulta que para algunos el nombre inicial de la hamburguesería es Bernies, y para otros Barnies. Es decir, que Netflix juega con ellos al mismo juego al que Verity somete a Maria.
"Mi amiga y yo estábamos viendo el nuevo episodio de Black Mirror, Bête Noire, y notamos una gran diferencia entre nuestros episodios... ¡Incluso los espectadores están sufriendo luz de gas en el minuto 16:40!", subrayó en X @actualakio. Todo apunta a que algunas escenas fueron grabadas dos veces para proporcionar, al parecer de manera aleatoria, unas a unos y otras a otros.

Imagen del episodio "USS Callister: Infinity" de la séptima temporada de "Black Mirror". / Información
Sería una exageración decir que hay una red social que solo usa Donald Trump, pero es que lo parece. Trump se inventó Truth Social cuando estaba peleado con los anteriores dueños de Twitter que, desde que está en manos de su secuaz Elon Musk, ha pasado a llamarse X. La cosa se complica aún más: cuando Trump fue amnistiado por Musk, volvió a X, pero siguió manteniendo su cuenta en la red social que había promovido. Y ahora, convertido de nuevo en presidente de los Estados Unidos, lanza de vez en cuando mensajes trascendentales para la estabilidad del mundo desde una plataforma en la que no hay casi nadie.
Ha sucedido de nuevo esta semana. Aunque no hay métricas publicadas, se calcula que Truth Social está como mucho en seis millones de usuarios, lo cual quiere decir que no tiene ni un 1% de los que se pasean diariamente por X, y eso que la red de Musk tiene números muy inferiores a redes como Instagram o TikTok. Pero eso no ha impedido que Trump use su plataforma para advertir al presidente de Rusia, Vladímir Putin, contra sus bombardeos de civiles en Ucrania. "No estoy contento con los ataques rusos a Kiev. Innecesarios y en un mal momento. Vladímir, ¡BASTA! Mueren 5.000 soldados a la semana. ¡Consigamos el acuerdo de paz!", publicó Trump.
La distancia entre la importancia de los mensajes que publica Truth Social y la repercusión que tienen, por sus pocos usuarios, ha llevado a unos seguidores de Trump a crear una cuenta en X que se dedica, simplemente, a copiar lo que escribe el presidente de EEUU en su red social y llevarlo a la plataforma de la que es dueño Musk, mucho más concurrida. Lo hace indicando la hora de la publicación original, y especificando que desde esa nueva ubicación se pueden retuitear los mensajes. La cuenta tiene más de 2,2 millones de seguidores.

Trump ordena impulsar la explotación del fondo marino en busca de minerales críticos / X
En tiempos en los que virtudes como la discreción o la amabilidad cotizan a la baja, gente como Óscar Puente, ministro de Transportes, está llamada al estrellato. Desde que el exalcalde de Valladolid tuviera su puesta de largo para el público de toda España en aquella réplica a Alberto Núñez Feijóo en el intento fallido de investidura del líder del PP, su despiadada sorna y su mala leche con los rivales políticos no ha hecho sino aumentar. Puede comprobarse a diario en las redes sociales, pero esta semana también ha paseado su contundencia verbal en el Senado.
La comisión de investigación del caso Koldo fue el escenario de esta nueva muestra de la dureza de Puente. El senador popular Francisco Bernabé le buscó claramente las cosquillas cuando le enseñó una foto de Jésica, la expareja de José Luis Ábalos a la que la trama presuntamente colocó a dedo en empresas públicas y alquiló un piso en el centro de Madrid. "¿Conoce usted a esta señorita personalmente?", le preguntó Bernabé al ministro. "No", dijo Puente. "¿Está usted seguro de que no va a surgir ningún vídeo, ningún audio?", insistió el senador del PP. "Absolutamente", respondió Puente, que si ya estaba a punto de estallar llegó a su límite cuando Bernabé replicó que "hay gente que dice que sí" conoció a Jésica. "Diga quién. Si no me veré obligado a no continuar. Es muy grave", advirtió el ministro. Pero el senador popular tampoco se amilanó: "¿Tiene miedo?". "Quien debe tener miedo es usted", afirmó entonces Puente.
En su cuenta de X, el ministro insistió en sus críticas al "mal estilo" de Bernabé. "Solo puedo calificar a quien así procede de GENTUZA. De la peor clase y de la peor especie. Observen ustedes mismos", escribió. "Gentuza" es precisamente la palabra con la que Puente ya levantó cierto revuelo hace unas semanas, cuando se la dedicó a todos los votantes de Alvise Pérez.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente Santiago, comparece ante la Comisión del ‘caso Koldo’ / Juan Barbosa / Europa Press
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